Por Merce Roura
Nos protegemos tanto de la vida que, a veces, no podemos vivirla.
Es fรกcil entender por quรฉ cuando has recibido muchas decepciones decides no avanzar. Cuando te has sentido muy traicionado escoges no confiar. Nos ponemos una armadura para evitar que nos hagan daรฑo las miradas, las palabras, las acciones de los demรกs. Y desde ahรญ nada duele pero tampoco nada ilusionaโฆ Sin embargo, la inmensa mayorรญa de veces cuando decidimos quedarnos quietos en el mismo sitio y no arriesgar absolutamente nada nuestra actitud tiene mรกs que ver con nuestras creencias y nuestras heridas emocionales que con nuestra experiencia.
Es mรกs, nuestra experiencia solamente acaba reafirmando aquello que nuestras heridas y nuestras creencias habรญan vaticinado. Y nuestra vida se convierte en una profecรญa cumplida.
Lo que pensamos transforma la realidad y nos hace percibir el mundo como un lugar hostil y nos lleva a estar siempre en modo supervivencia. Soรฑamos, pero no nos atrevemos a vivir nuestros sueรฑos y nuestros deseos. Nos nos acercamos por si los demรกs nos araรฑan. Abandonamos por si nos abandonan. Rechazamos antes de ser rechazados. Vivimos de ganas contenidas y de ansiedad. Incluso nos inventamos sueรฑos que ni siquiera son nuestros para tener metas aunque sean ficticias que nos motiven y nos inspiren a seguir. Nos dejamos la salud por un sueldo que ni siquiera nos permite comprar lo que necesitamos. Nos apegamos a personas que no nos dan lo que merecemosโฆ
A veces, la inmensa mayorรญa de nuestros sueรฑos no son nuestros anhelos de verdad si unas historias que nos contamos para mitigar el dolor de saber que no nos atrevemos a vivir la vida como queremos vivirla. Y los usamos a modo de placebo para encontrar ahรญ afuera una fuerza que no tenemos internamente y asรญ poder seguir caminando. Buscamos la motivaciรณn donde solo hay sufrimiento, exigencia y carencia.
Y los sueรฑos son maravillosos e importantes, pero el verdadero combustible de la vida es el reconocimiento a uno mismo. El amor que somos capaces de dar y de darnos. Los verdaderos sueรฑos no son una invenciรณn para arrastrarnos y obligarnos a salir de la cueva, sino una extensiรณn de la deliciosa sensaciรณn que se tiene cuando te descubres a ti mismo y juegas a diseรฑar la vida que realmente te hace sentir pleno.
La plenitud no es una meta, ni una medalla. La plenitud es la grata sensaciรณn de sentirse merecedor de la vida que anhelas sin tener que demostrar nada al mundo desde el sacrificio.
Huimos del dolor y acabamos generรกndonos muchรญsimo dolor porque nuestra huida no es mรกs que un recuerdo a nivel interno de nuestra supuesta incapacidad e indignidad. Cuando decidimos no dar la cara, no apostar por nosotros, no atrevernos a algo que nos apetece pero que nos asusta, internamente nos estamos recordando que no lo merecemos. Nos estamos rechazando nosotros mismos para evitar el rechazo de los demรกs. Y ese rechazo propio es tan intenso que lo inunda todo, lo abarca todo, lo convierte todo en NO gigante que nos persigue a todas horas vayamos a donde vayamos.
Que nos rechacemos a nosotros mismos no exime a los demรกs de habernos rechazado y habernos hecho daรฑo tal vez, pero no hay un no tan rotundo como el no que nos damos a nosotros mismos cada dรญa de nuestra vida cuando no nos elegimos. Cuando entre apostar por nosotros y tomar un riesgo o escondernos en esa cueva interna en la que falsamente nos sentimos protegidos decidimos no hacer nada. Cuando nos pisamos y maltratamos diciรฉndonos que no valemos.
El dรญa en que te decides a dar un paso con tanto miedo que apenas de sostienes, descubres que el no de los demรกs no tiene nada que ver contigo. A veces, es sencillamente el espejo directo del no que te has dado previamente tรบ. Otras tiene que ver con su propia incapacidad para avanzar y su miedo. Y muchas, veces, la mayorรญa de ellas, ni siquiera tiene que ver contigo. No es personal. Es un efecto de su lucha interna contra la vida. Otro reflejo de tu propia lucha contra la vida, que por su lado, no hace mรกs que invitarte de nuevo a soltar y vivir. Aunque no lo ves, no lo vemos, porque estamos demasiado ocupados oponiรฉndonos a ella e intentando demostrar un valor que no creemos tener y que nunca se va a reflejar ahรญ afuera porque no lo hemos reconocido dentro.
Cuando a pesar del miedo y con miedo decides avanzar y decir sรญ a lo que deseas, descubres que durante muchos aรฑos el carcelero y el encarcelado eran la misma persona. Tรบ.
Y ahora no voy a decirte que cuando cambies tus creencias y tus heridas la vida serรก un paraรญso y vas a poder conseguir todo absolutamente todo lo que deseas. No va de eso lo que quiero compartir. Voy a decirte que cuando decidas seguir adelante a pesar del miedo y con miedo sentirรกs algo infinitamente mayor y mรกs valioso que conseguir todo lo que deseas. Sentirรกs que lo mereces. Sentirรกs tu valor inmenso. Sentirรกs que te respetas. 
Y a partir de ahรญ ยฟQuiรฉn necesita sueรฑos?
Fuente: https://mercerou.wordpress.com/2023/12/11/quien-necesita-suenos/
