Modo Oscuro Modo Claro
Los mayores enemigos de tus sueรฑos, no dejes que te derroten
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Objetivos vs Resultados: La clave para medir campaรฑas digitales

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Por Eduardo Scheffler Zawadzki

La duda surge despuรฉs de escribir la primera palabra.

Aunque llevo aรฑos haciรฉndolo, la escritura de cada artรญculo viene acompaรฑada de una avalancha de inseguridad.

Alojada en algรบn lugar de mi cerebro,ย la duda empieza a formular preguntas cada vez mรกs insistentes diseรฑadas para que desista del esfuerzo que implica escribir. Las preguntas cubren un amplio espectro de preocupaciones que se materializan e inflaman dentro de mi cabeza.

ยฟTiene sentido lo que estoy escribiendo?

ยฟEstรกn mis palabras basadas en algรบn fundamento o simplemente estoy hilando frases para cumplir con una cuota de textos a ser publicados cada dรญa?

ยฟA alguien realmente le importa lo que escribo?

Mientras mรกs personales y sinceras son las palabras, mayor es la duda y su presencia en mi cabeza.

A estas alturas del texto, escriboย sabiรฉndome un impostor.

Sรฉ que no soy el รบnico (no necesitas ser escritor para que te asalte la duda). Les pasa a los estudiantes a mitad de un examen y a sus profesores mientras califican. A los vendedores mientras intentan cerrar una venta persuadiendo a un posible cliente. A los gerentes mientras hablan con alguno de sus empleados y a los CEO’s que intentan mostrarse seguros de lo que dicen durante el mensaje para sus equipos en la fiesta de fin de aรฑo. Tambiรฉn a las superestrellas deportivas en los momentos cruciales.

Y, por supuesto, tambiรฉn les sucede a los emprendedores.

La duda es un componente de la materia que nos hace humanos y, mal manejada, puede ser corrosiva y fatal.

En una de las canciones del musicalย Hadestownย hay una frase que intento recordar cada vez que vuelvo a dudar:

The meanest dog you’ll ever meet
He ain’t the hound dog in the street
He bares some teeth and tears some skin
But brother, that’s the worst of him
The dog you really got to dread
Is the one that howls inside your head
It’s him whose howling drives men mad
And a mind to its undoing

El perro mรกs feroz que jamรกs encontrarรกs
No es el sabueso que ves en la calle
Muestra los dientes y desgarra la piel,
Pero, hermano, eso es lo peor de รฉl

El perro al que de verdad debes temer
Es el que aรบlla dentro de tu cabeza
Es ese cuyo aullido enloquece al hombre
Y lleva la mente a perder su nombre

Escrito porย Anaรฏs Mitchell, el musical que ha conquistado Broadway estรก basado en el mito griego deย Orfeo y Eurรญdice.

Pero recordemos brevemente la historia:

Orfeo es un joven y talentoso mรบsico que se enamora de la hermosa Eurรญdice. La joven muere (en el relato original de manera sรบbita) y es enviada al inframundo en donde terminarรก por olvidar quiรฉn es y poco despuรฉs su recuerdo desaparecerรก.

El mรบsico emprende un viaje para dar con su amada y logra llegar al mundo de los muertos para persuadir a Hades, seรฑor del inframundo, de que le permita a Eurรญdice volver con รฉl al mundo de los vivos.

El dios del inframundo accede, pero pone una condiciรณn: Orfeo debe de caminar delante de su amada y guiarla, confiando en que ella lo seguirรก. ร‰l por ningรบn motivo puede mirar atrรกs. Si lo hace, si duda, Eurรญdice volverรก al inframundo y, como todos los muertos, serรก condenada al olvido.

No es difรญcil imaginar lo que despuรฉs sucede.

La frase de la canciรณn que transcribo la canta Hermes, el dios mensajero, en un intento por explicarle a Orfeo que el verdadero riesgo no estรก en el camino que ha de recorrer, sino que dentro de su cabeza, como un aullido que amenaza con hacerlo dudar hasta enloquecer.

Y si esta historia encanta y no pierde fuerza es porque todos somos como Orfeo. El riesgo no estรก en el sendero angosto y peligroso por el que avanzamos, las frases que escribimos o el larguรญsimo camino que comoย emprendedores debemos recorrer. No. El riesgo estรก en la duda alojada dentro de nuestra cabeza que nos ladra una y otra vez. Que nos asedia y nos tortura hasta que nos obliga a mirar atrรกs y, en un parpadeo, ponerlo todo en riesgo.

ยฟQuรฉ hacer?

Supongo que la clave estรก en ignorar los aullidos del perro. Saber que al andar los escucharemos, pero ello no significa que Eurรญdice (o nuestros sueรฑos) no sigan detrรกs de nosotros, avanzando a nuestro ritmo y un paso a la vez.

Como los lectores que han llegado hasta esta frase, aunque yo lo dude.

Fuente https://www.entrepreneur.com/es/emprendedores/el-viaje-emprendedor-la-duda-y-los-aullidos-en-tu-cabeza/483926

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