
Debemos tener presente que antes de pensar en aumentar las ventas, se debe analizar la rentabilidad de cada producto, se da casos en que lo que más se venda no sea tan rentable como otro producto que se vende menos; para evitar este tipo de dudas y aciertos, hay que validar nuestro primer análisis en términos de decidir un precio eficiente, para lo cual tenemos que realizar una análisis previo que es calcular la rentabilidad por producto.
Integrar nuestro análisis al cálculo de rentabilidad por producto y comparar los resultados por rentabilidad de producto con los ingresos de cada producto para inferir lo siguiente:
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No siempre el producto que más se venda en términos monetarios es el más rentable, los ingresos pueden diferir como resultado de las diferencias en las cantidades vendidas y en los descuentos de precio.
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Distintos productos ejercen diferentes demandas sobre los recursos de una empresa en términos reales monetarios.
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El análisis de determinación de rentabilidad por producto comprende tanto los niveles de ingresos como los costos que se incurren en cada producto y de esta manera determinar un margen operativo en unidades monetarias y porcentuales.
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Para tomar una decisión de asignación de presupuesto de ventas por producto, es importante determinar el producto con más aporte al margen operativo, sólo de ésta manera estaremos realizando el proceso de planeación con miras a lograr en el futuro un estado deseado de éxito.
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Se debe realizar un análisis de rentabilidad de productos, en interacciones de simulación de posibles escenarios: reducción de volúmenes de ventas, de descuentos, de costos, etc.
Una herramienta utilizada para poder fijar precios adecuados a los productos ofertados el es Target Costing, que consiste en identificar un precio estimado que los cliente estén dispuestos a pagar, para posteriormente calcular un costo objetivo para ganar una utilidad operativa deseada.
El punto inicial del Target Costing es realizar un estudio de mercado para poder determinar el “precio adecuado”; y así poder realizar un análisis “para atrás”, en busca de poder determinar un costo objetivo adecuado: costo de materiales directos, costos de mano de obra directa, costos indirectos de fabricación; en resumen realizar un “análisis integral de costos”, detallando los niveles mínimos de unidades vendidas para cubrir todos los costos por producto, es decir; calcular el punto de equilibrio por producto y el total de la empresa.
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