Por Kim Kiyosaki
La diferencia entre las turbulencias y los problemas reales
Imagina que el avión en el que te encuentras ha alcanzado su altitud de crucero, y que estás cómoda con una revista y bebidas. De repente, sientes una sacudida y luego otra. La voz del capitán aparece en el altavoz y anuncia: “Damas y caballeros, estamos experimentando turbulencias inesperadas. Por favor, tome asiento y abroche su cinturón de seguridad.”
Las turbulencias en el aire suelen ocurrir, te guste o no. No está ni bien ni mal. No es bueno ni malo. Es simplemente natural.
Como pasajero, no puedes hacer mucho por la turbulencia. Pero el piloto sí puede. Él puede alterar ligeramente el curso para encontrar uno más suave. Puede decidir atravesarlo y asegurarse de que sus pasajeros estén preparados. O, si la turbulencia se convierte en una cuestión de seguridad, puede optar por desviar el avión por completo a otra ciudad.
En la vida, cada uno de nosotros tiene sus propias turbulencias personales que pilotear. La diferencia entre las turbulencias del avión que enfrenta en las alturas y las turbulencias en tu vida diaria es que, en tu vida, tú eres el piloto, no el pasajero. Puedes hacer algo al respecto, y ese “algo” es simplemente enfrentarlas y tomar acción.
¿Turbulencia o problemas?
Frecuentemente se piensa en las turbulencias como problemas, pero las turbulencias y los problemas no son lo mismo.
En su libro, The Power of Now, Eckhart Tolle describe un problema de esta manera:
“Problema” significa que usted se detiene en una situación mentalmente sin que haya una verdadera intención o posibilidad de actuar ahora y que usted inconscientemente lo está convirtiendo en parte de su sentido de identidad.
Somos tú y yo los que hacemos que algo sea un problema. Tolle continúa diciendo: “A la mente le encanta inconscientemente los problemas porque le dan a uno una suerte de identidad… [Cargamos] en nuestras mentes el peso absurdo de mil cosas que tiene o tendría que hacer en el futuro, en lugar de enfocar su atención en la única que puede hacer ahora.”
¿Qué está pasando ahora?
He aquí una pregunta que Tolle hace para llagar al punto: “¿Tienes un problema ahora?”
En este mismo momento, no mañana ni dentro de diez minutos, sino ahora mismo, ¿tienes un problema? A menos que tu casa esté en llamas, te hayas resbalado y quebrado el dedo del pie, o alguien te esté robando a punta de pistola, por ejemplo, todos los problemas que actualmente crees que tienes, son problemas en tu mente que pueden o pueden no pasar.
Trata con el aquí y ahora
¿Cual es el punto? El punto es que los problemas no existen, excepto en nuestras mentes. Un problema, según la definición de Tolle, es algo en lo que nos detenemos mentalmente.
Así que, si los problemas no existen, entonces, ¿qué hacemos? Tolle dice: “No hay ningún problema. Sólo situaciones que enfrentar ahora o… aceptarlos… hasta que cambien o podamos enfrentarlas.”
Yo llamo a estas situaciones turbulencia. Las turbulencias son un hecho. Se presentan varias veces en la vida de todos. La pregunta es: ¿Las enfrentarás o te quedarás pensando en ellas?
Cuando un piloto experimenta turbulencias, debe actuar en ese momento para tratar con ellas. Él no puede decir: “Ah, no quiero hacerle frente a esto ahora. Me encargaré de las turbulencia más tarde.” Sin embargo, muchos de nosotros hacemos exactamente eso.
Experimentamos turbulencias que podríamos resolver de inmediato, pero en lugar de eso, las pateamos para adelante porque no queremos confrontarlas en el momento. Es en ese momento que creamos un problema para nosotros mismos. Podría ser tan simple como no querer hacer una llamada telefónica que tenemos que hacer. En lugar de tomar acción ahora, lo posponemos, pensamos en ello, perdemos el sueño por ello, y después de pasar por todo ese dolor de cabeza y preocupación, todavía tenemos que hacer esa llamada.
Sólo toma acción
Una reportera entrevistó a Donald Trump, poco después de que salir de la debacle de $900 millones (de deuda). La reportera preguntó: “Durante ese tiempo, cuando los bancos exigían millones de ti, ¿estuviste preocupado?”
Él la miró como si hablara chino y respondió: “¿Preocupado? ¿De qué sirve preocuparse? O tomas acción o no.”
Donald tenía definitivamente una situación que estaba provocando turbulencias, pero en lugar de preocuparse por ello, pensar en todo lo que podría salir mal, y convertirlo en un problema, tomó acción y se ocupó de la turbulencia.
Cuando estés viajando y de repente experimentes turbulencias inesperadas, pregúntate: “¿Qué puedo hacer acerca de esto ahora?” Si hay algo que puedas hacer al respecto ahora, entonces hazlo. Si no hay nada que puedas hacer al respecto en ese momento, entonces acéptalo y toma las medidas necesarias cuando puedas. Algunas veces, puede parecer como si otras personas nos estuvieran causando problemas y preocupaciones cuando, en realidad, puede que las estemos creando nosotros mismos.
Publicado originalmente en RichDad.com