Por Marc Chernoff
“Sólo vives una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente.” – Mae West
Esta mañana, un amigo cercano de la familia falleció demasiado joven. Aunque pasé la mayor parte del día de duelo, pasé el último par de horas pensando en el hecho de que nuestras vidas son a veces mucho más cortas de lo que esperamos que sean, y que cada momento es un milagro.
Mientras estoy sentado aquí, una pregunta sigue bailando alrededor de mi mente: ¿Qué puedes hacer con tus momentos para maximizar su valor?
Una respuesta inmediatamente me vino a la mente: Úsalos para darte regalos valiosos que nadie más puede darte…
1. Una mente abierta que plenamente acepta los cambios de la vida.
No eres la misma persona que fuiste un año atrás, ni un mes, ni una semana atrás. Siempre estás creciendo. Las experiencias no se detienen. Así es la vida.
Algunas veces hay cosas en nuestras vidas que no están destinadas a quedarse. A veces los cambios que no queremos son los cambios que necesitamos para crecer. Crecer y cambiar puede ser doloroso, pero nada en la vida es tan doloroso como permanecer atrapado donde no perteneces. La conclusión es que no puedes alcanzar nada nuevo si te aferras a tu ayer. Puede que creas que aguantar te hace fuerte, pero a menudo, lo que te hace fuerte es dejar ir y empezar de nuevo en el presente.
2. Un camino y propósito significativo.
Si tu vida va a significar algo, tienes que vivirla por tu cuenta. Tienes que elegir el camino que sientas que es el correcto PARA TI, no el que se vea correcto para los demás. Siempre es mejor estar en la parte inferior de la escalera que quieres subir, que en la parte superior de la que no quieres. Así que no esperes hasta estar en la mitad de la escalera equivocada para escuchar a tu intuición. Cada mañana, pregúntate qué es lo que realmente te importa, y luego encuentra el coraje, la sabiduría y la fuerza de voluntad para construir tu día en base a tu respuesta.
Al final, no es lo que dices, sino cómo pasas tu tiempo lo que cuenta. Si quieres hacer algo, encontrarás una manera; si no, encontrarás una excusa.
3. El tiempo para hacer lo que realmente importa.
Identifica qué es lo más importante para ti. Deshazte de los compromisos que no sean esenciales. Elimina todo lo que puedas de todo lo demás. No pierdas el tiempo, y no te arrepientas por ello.
La marca de una persona exitosa es la capacidad de dejar de lado las cosas “poco importantes” para poder lograr las más vitales primero. Cuando estás claro sobre tus prioridades, puedes organizarlos sin dolor en el orden correcto y deshacerte de las actividades y compromisos que no ayudan a las que están en la parte superior de tu lista.
4. El espacio para SER, sin preocupaciones innecesarias.
Si piensas, y piensas, y piensas, pensarás una y mil veces que no eres feliz, y ni una sola vez que sí. Preocuparte no borra los problemas de mañana, borra la paz y el potencial de hoy. Deja de sobre-pensar todo. La vida es demasiado corta.
Tus más grandes limitaciones son las que creas en tu mente. Las mayores causas de tu infelicidad son las falsas creencias que te rehúsas a dejar ir. Eres capaz de mucho más de lo que piensas, imaginas, haces o eres. Así y todo, te convertirás en lo que habitualmente contemplas, así que despeja tu mente y deja que tus esperanzas (y no tus miedos) le den forma a tu futuro. ¿Cómo? Medita. Corre. Libera tu mente.
5. Permiso para ser imperfecto a medida que creces.
Puede que no estés donde quieres estar todavía, pero si lo piensas, ya no estás donde una vez estuviste tampoco. Tienes una buena razón para creer que puedes confiar en ti mismo en tu camino hacia adelante. No porque siempre hayas tomado las decisiones correctas, sino porque sobreviviste a las malas, y diste pequeños pasos en la dirección correcta.
Enfócate en las cosas correctas y sólo haz lo mejor que puedas. No permitas que el estrés y el auto-odio te lesionen. Todo es como es. No hay ninguna razón para dejar que te destruya. Respira. Deja que cada momento sea lo que tenga que ser. Lo que tenga que ser, llegará a ti, lo que no, no. Y recuerda que un gran regalo no siempre estará envuelto como esperas.
6. Tranquilízate con ser SUFICIENTE.
Dite a ti mismo: “Yo soy SUFICIENTE”. Acepta tus defectos. Admite tus errores. No te escondas y no mientas. Lidia con la verdad, aprende las lecciones, soporta las consecuencias de la realidad, y sigue adelante. Tu verdad no te penalizará. Los errores no te lastimarán. La negación y el encubrimiento lo harán. Las personas imperfectas y vulnerables son hermosas y agradables. Las mentirosas y farsantes no. Cada ser humano hermoso está hecho completamente de defectos, cosidos con buenas intenciones y con acabados únicos.
Tú eres TÚ por una razón. Ignora las distracciones. Escucha tu voz interior. Métete en tus asuntos. Mantén tus mejores deseos y tus más grandes metas cerca de tu corazón, y dedícales tiempo todos los días. No tengas miedo de caminar solo, y no tengas miedo de disfrutarlo. No dejes que la ignorancia, el drama, o la negatividad de nadie te descarrilen de tu verdad.
7. Las relaciones correctas.
No todo el mundo apreciará lo que haces por ellos. Tiene que averiguar quien es digno de tu atención, y quien sólo se está aprovechando de ti. Si malgastas tu tiempo y energía en relaciones equivocadas, o en demasiadas actividades que te obliguen a descuidar tus buenas relaciones, puedes terminar en un tedioso ciclo de amistades fugaces, romances superficiales que son tan emocionantes como insignificantes, y con la sensación de estar preguntándote por qué siempre pareces estar corriendo en el lugar, persiguiendo afecto.
Elije por ti mismo en lugar de conformarte con los que te tratan como si fueras ordinario. Ciertamente no lo eres. Nunca te conformes con ser la “opción” de alguien cuando tienes el potencial de ser la “primera opción” de alguien. Eres la suma de las personas con las que pasas la mayor parte de tu tiempo. Si te juntas con la gente equivocada, te tirarán para abajo, pero si te juntas con la gente adecuada, te ayudarán a crecer en tu mejor yo. Las personas CORRECTAS para ti amarán todas las cosas de ti, cosas por las que las personas EQUIVOCADAS se sienten intimidadas; es por eso que lo tienes que tener en cuenta.
8. Auto-educación.
Como dijo una vez Mahatma Gandhi: “Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir por siempre.” La vida es un libro y los que no se educan a si mismos leerán solo unas cuantas páginas. Entre más sepas, mejor vivirás. Punto.
Toda la educación es auto-educación. No importa si estás sentado en un aula de la universidad o en una cafetería. Nosotros no aprendemos nada que no queramos aprender. Aquellos que se toman el tiempo y la iniciativa de buscar el conocimiento en su tiempo libre son los únicos que obtienen la verdadera educación en este mundo. Echa un vistazo a cualquier académico, empresario o personaje histórico famoso que puedas imaginar. Educación formal o no, descubrirás que él o ella es un producto de la auto-educación continua.
9. Una oportunidad para tocar sus sueños.
Todos soñamos, pero no de la misma manera. Demasiadas personas sueñan sólo de noche en la tranquilidad de su propia mente, y luego se despiertan para descubrir que todo era una ilusión. No seas uno de ellos. Sueña durante el día. Sé una de esas las personas que sueñan con los ojos bien abiertos, y trabajan para hacerlos realidad.
Descansa cuando estés cansado, pero no te rindas. Nunca sabes lo que hay a la vuelta de la esquina. Podría ser todo por lo que has estado trabajando, o podría ser simplemente otra marca en tu viaje. De cualquier manera, cuando te mantienes poniendo un pie delante de otro, un día, el siguiente paso que darás será el que te lleve a tu meta.
10. La libertad de expresar toda tu verdad.
Las mayores y más gratificantes experiencias en la vida no se pueden ver ni tocar. Deben ser sentidas con el corazón de adentro hacia afuera. No hay nada más inspirador que la complejidad y la belleza de los sentimientos del corazón humano. Tristemente, muchas personas dejan que el miedo a ser juzgados los entumezca y los silencie. Sus pensamientos y sentimientos más profundos a menudo no son expresados, y por lo tanto apenas entendidos.
NO dejes que la gente invalide o minimice lo que sientes. Si sientes algo, lo sientes y es real para ti. Nada de lo que diga nadie tendrá el poder de invalidar eso, nunca. Nadie más vive en tu cuerpo, o ve la vida a través de tus ojos. Nadie más ha vivido tus experiencias. Y por eso, nadie más tiene derecho de juzgar cómo te sientes. Tus sentimientos son importantes. No dejes que nadie te haga creer lo contrario.
Publicado originalmente en MarcAndAngel.com