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Para que tus clientes amen la empresa, tus empleados deben hacerlo primero

Por Alfredo García

“Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito” -Henry Ford

“En el pasado, el líder era un jefe. Los líderes de hoy deben ser socios de su gente… ya no pueden liderar basándose únicamente en el poder que deriva de su puesto de trabajo” -Ken Blanchard.

Para que tus clientes amen la empresa, tus empleados deben hacerlo primero, es una idea escrita por Simon Sinek en su libro “The Infinite Game” que me pareció tan poderosa que quise traerla como título de este artículo por la veracidad que encierra y el poder que tiene su mensaje para la cultura corporativa de estos tiempos.

Las empresas durante año pensaron que lo más importante era producir riquezas y cumplir así con el objeto de su creación, entendiendo que riqueza son únicamente las utilidades monetarias sin reparar que dicha riqueza va de la mano con el bienestar de todos los que participan en la generación de esos beneficios.

Es en ese tenor que los empleados deben sentirse importantes, reconocidos y valorados por sus empleadores, por medio de un cuidado que denote preocupación de la empresa por su bienestar.

Es por ello que el fomento de una buena cultura corporativa es lo más importante que puede tener como práctica una empresa pues de ella se deriva el clima que impera a lo interno y por vía de consecuencia la calidad del ambiente bajo el cual se producen los bienes y servicios que ofrezca a sus clientes.

Una empresa debe primero que todo preocuparse por el bienestar de su gente, entendiendo que ese bienestar no solamente descansa en lo económico, pues hay gente bien pagada que odia la empresa donde trabaja, mientras otras aman su empleo porque se sienten que le importan a la alta gerencia y que son tomados en cuenta.

En ese orden la cultura corporativa será sana o tóxica dependiendo de cómo el liderazgo gestione los recursos humanos, y el trato que le prodigue a la dignidad de cada colaborador, pues de ello dependerá su nivel de compromiso.

No es lo mismo cuando pones en marcha una estrategia implementada por un personal inspirado y altamente motivado que cuando lo hacen empleados desencantados, desmotivado y que se siente menospreciados.

Es ahí cuando nos damos cuenta que la forma de hacer las cosas importa y lo que determina esa forma es la cultura corporativa que rige a lo interno de la empresa o institución.

Salida
Por ello se hace imperativo fomentar a lo interno el espíritu de pertenencia de los colaboradores a tal punto que sea un orgullo formar parte de una empresa que tiene mística, ideología y una misión que va más allá que hacer dinero y que evidencie con sus hechos una preocupación genuina por la gente que la componen.

Es por ello que una empresa que no se preocupa por sus empleados/colaboradores es una empresa o institución que no despierta pasión, que no inspira y que no logrará “engagement”, ni fidelizar a sus clientes.

Y el primer paso para inspirar a los clientes, para despertar orgullo en los demás e impactar en todos los órdenes donde intervienen sus productos o servicios, es incentivando un espíritu de pertenencia entre sus colaboradores tan profundo que cada uno de ellos, en cada una de las etapas de los procesos, se desempeñe con tanto compromiso que la excelencia será la norma en la cultura corporativa, bajo la premisa tácita de si tú me cuidas a mí, yo te cuido a ti también.

Pero esa excelencia no se logra con presión o coerción, sino que viene dada como resultado espontáneo del orgullo y la pasión con que los empleados hacen su trabajo, a razón de la alta identificación que tienen con su empresa.

En República Dominicana, empresas que antes eran ejemplo a seguir y que exudaban orgullo por la pasión y la excelencia con que fabricaban sus productos, hoy en día se ven muy descuidadas tras cambiar su cultura organizacional.

Con ver los vehículos que transportan sus productos o personal, que antes eran limpios, impecables y bien rotulados, hoy en día están descuidados, sucios, viejos y con los colores de la marca desgastados, en una clara muestra de cómo anda la cultura organización a lo interno.

Y todo el desbarajuste empieza cuando por ahorrar, sacrifican el buen trato a sus colaboradores, retiran beneficios adquiridos, introducen procesos inoperantes y caprichos, por no invertir en la innovación y actualización de su personal, en un afán de lucro que va detrimento de su personal.

Invertir en la cultura de cooperación interna de tu empresa tiene un retorno inmediato en lo económico, pero también en lo emocional, dejando dividendos tangibles e intangibles que llenarán de orgullo por el amor que tus clientes toman a una empresa que se ha caracterizado por la excelencia con que tus empleados o colaboradores ofrecen servicio o hacen su trabajo gracias al sentido de pertenencia que cultivaste en ellos y porque están altamente inspirados porque sienten el cuidado del liderazgo de la empresa.

Es así como la calidad se eleva y pasa a ser esa mística que fideliza a tus clientes, haciendo que tus productos formen parte integral de sus vidas.

Fuente: https://elnuevodiario.com.do/para-que-tus-clientes-amen-la-empresa-tus-empleados-deben-hacerlo-primero/

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