por Diego Antoñanzas de Toledo
Lo sabemos. Han sido unos días de vacaciones con paquete de desconexión total. No te has acordado de tu jefe ni de los presupuestos, ni de ese cliente intenso que te llama cada día. Pero toca volver. Y la vuelta no está siendo nada fácil. Concentrarse sin que la mente se disperse es una tarea complicada. ¿quieres saber cómo recuperar la concentración para que sigas teniendo tiempo libre al final del día y seguir disfrutando de lo que de verdad importa?
No puedes concentrarte en nada. Tu mente se dispersa y vuelve a la escena de la playa al atardecer. De hecho, no quieres concentrarte. Pero tienes que poder volver a ser el/la profesional de siempre. ¿cómo saber que estás perdiendo la concentración? Pues es fácil. Si a veces te sientes aburrido, luego te sientes súper agobiado porque tienes todavía muchas cosas que hacer y al ratito ya estás todo estresado es que algo falla. 
Cometes errores que no deberías, y después te quedas pensando por qué has fallado. Y cuando intentas ponerte en modo productivo, no pasan ni cinco minutos sin que compruebes tus mensajes de Whatsapp , y empieces a pensar en algo que tienes que hacer en el futuro, o que entres en otra habitación solo para olvidar …. ¿qué está pasando? ¿cómo puedes recuperar la concentración si te distraes con una mosca?
La profesora de psicología y experta en neurociencia Amishi Jha arranca su libro «Peak Mind» con esta situación de falta de concentración para ilustrar algo súper importante: no estás solo/a en esto. La mayoría de las personas no pueden ni trabajar tres minutos seguidos sin que un compañero de trabajo cotilla los interrumpa, o consultando las últimas notificaciones de tus redes sociales.
El problema , según la experta Jha, es que todo esto gira en torno a la concentración. O sea, todas las formas en que podemos perderla. Como cuando te sientes totalmente agotado de tanto concentrarte parece que tu mente está en una nube. O cuando algo atrapa tu mente y ya no puedes dejar de pensar en ello. Y ni hablar de cuando no puedes enfocarte en algo por más de dos segundos. Ah, y esa sensación de estar desconectado de todo y de todos, también forma parte del juego. Todas estas cosas hacen que pierdas el ritmo de lo que está pasando a tu alrededor, y eso afecta lo que piensas, cómo te sientes, lo que aprendes y cómo te llevas con los demás.
Por tanto, la atención no es solo en lo qué te enfocas. También es como una especie de poder interno que básicamente da forma a tu modo de experimentar todo en tu vida. Imagina que tu atención es como un billete de 100 euros que puedes ofrecer tal cual pero no puedes «romper» en trocitos ni en billetes más pequeños. Si lo das, mientras esté «en el otro lado», no puedes hacer nada. Así que si prestas la atención prestas toda la atención… ( todo el billete) …
“La atención es tan poderosa que realmente debemos pensar bien en dónde la estamos invirtiendo”
Amishi Jha
Pero aquí está el truco: este sistema de atención no es infalible. Se distrae fácilmente con cosas que son nuevas, emocionantes, aterradoras o que tienen que ver contigo. De esto saben mucho los algoritmos de las redes sociales, que son capaces de ofrecerte aquello que quieres ver. Y esto no es un defecto de la mente…; es parte del diseño evolutivo.
Vivimos en una especie de estado de «alerta de atención permanente». La distracción puede ser útil a veces, pero hoy en día es como si siempre estuviera ahí, justo cuando más necesitamos concentrarnos. Todo esto se debe a que, aunque la atención es increíblemente poderosa, también es muy frágil. Se rompe fácilmente cuando estás estresado, cuando sientes que estás en peligro o cuando estás de mal humor. Y como estamos rodeados de estrés, amenazas y malos momentos, nuestra atención está en crisis.
Hay una regla de oro: Sólo puedes concentrarte en una cosa a la vez. Por eso las empresas más poderosas son aquellas que son capaces de romper nuestra concentración ¿ y cómo lo hacen ? ¿Cómo recuperar la concentración cuando las notificaciones dominan nuestra vida?
Las empresas de tecnología, los medios de comunicación y los políticos saben que la atención es como un tesoro, a veces incluso más valiosa que el dinero. Y estas compañías han encontrado la manera de hackear nuestras mentes. Los medios de comunicación, por ejemplo, saben que los titulares amenazantes nos atrapan como un imán. Es como si estuviéramos programados para prestarles atención para ver si necesitamos entrar en modo «preparémonos para la acción». Y eso no solo se aplica a amenazas físicas, también a cosas como sentir que alguien está atacando nuestra reputación o que algo no es justo.
Así que, ¿Cuál es la solución para no perder la atención en aquello que requiere de nosotros? ¿Tenemos que aislarnos de todo lo que nos estresa, dejar de usar redes sociales y dejar de ver las noticias?
Desde ya, y una vez más, te digo que este tipo de alertas no son malas de por si , siempre y cuando no dominen nuestra mente ( como suelen hacer los algoritmos cuando llevamos 30 minutos pasando vídeos absurdos con el dedo). Hay algo que puedes hacer desde ya: meditar. La meditación es la manera mejor y más rápida de gestionar nuestra atención y nuestras emociones.
Fuente: https://diegoantonanzas.com/como-recuperar-la-concentracion-tras-las-vacaciones/
