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A un pensamiento de ti

Por Merce Roura

Hay un momento en el que ya te da igual lo que piensen.

Un momento en el que eso que te asustaba mostrar ante otros pasa a formar parte de ti, de tu forma de vivir, de la esencia que compartes con las personas a las que amas… E incluso te provoca cierto morbo que se note y ver las caras de rabia, de rigidez, de espanto y sentir como generas un pequeño escándalo siendo sencillamente tú.

Llega un momento en que te desnudas ante el mundo y muestras tu miedo, tu dolor, tu rabia, tu tristeza y dejas de avergonzarte de ti mismo. Y eso que antes ocultabas y te hacía sentir ridículo ahora es motivo de orgullo y respeto. Lo que te llevaba a esconderte en la última fila, ahora te hace brillar.

Llega un día en que no sigues los pasos de nadie, ni tampoco te obsesionas por no hacerlo. Que no bajas la cabeza ante otros pero tampoco necesitas ya llevarles la contraria ni ser rebelde porque no te hace falta demostrar ni reivindicar. Eres tú y te sientes bien contigo y no sientes que haga falta explicarse ni excusarse.

Y dejas esa carga pesada de hacerlo todo perfecto y de arrastrar un fardo gigante y descomunal, un fardo ajeno, que nadie nunca quiere ni se presta a llevar contigo y que tú sujetas porque sientes que es tu responsabilidad. Sueltas lo correcto para quedarte con lo que te hace vibrar…

No necesitas que te acepten, ni que valoren, ni que te comprendan…. Aunque te gusta que lo hagan, claro que sí.

Y dejas de poner energía en impresionar a esas personas que deseas que te vean y nunca te ven por más que hagas… Y pasas de largo de esas personas que quieren darte órdenes y decirte cómo vivir la vida, que te chantajean haciéndose la víctima ante ti para que sientas culpa y así poder manipular tu voluntad y modelar tu vida… Las personas que quieren imponerse en tu agenda y ocupar todas tus horas con sus lamentos… Porque te das cuenta de que el precio que pagas a veces para no estar solo es justamente la soledad más rotunda, la de la persona que «se vende» y se modifica ante otros para ser aceptado y encajar.

No hay nadie que esté más solo que la persona que te moldea ante otros y se somete para no estar sola.

No hay nadie que se sienta tan rechazado como la persona que hace todo por los demás para que no le rechacen.

No hay nadie que se ame menos que aquellas persona que espera recibirlo todo quedándose vacío.

Llega un instante en el que dejas de buscar y construyes tu fortaleza con lo que tienes, con lo que has encontrado por el camino… Y la miras y ves que no es perfecta pero es tuya.

El día en que no te callas por miedo o no cuando dices lo que piensas y sientes no es desde la rabia sino desde la coherencia.

El día en que decides no esperar más eso que esperas que pase.

El día en que haces eso que te da tanta vergüenza y que siempre has eludido.

El día en que estás dispuesto a romperte por dentro si hace falta para dejar que salga lo que ocultas.

El día en que dices que no y asumes esas miradas de desaprobación que estabas intentando evitar siempre diciendo que sí a todo.

El día en que no ves nada claro y la incertidumbre te muerde las uñas, pero tú eliges confiar en tu y tu capacidad para salir adelante, llegar a donde sueñas o, al menos, poner las ganas y disfrutar el camino.

El día en que no necesitas que te elijan porque tú ya te has elegido.

El día en que sabes que lo consigas o no, no importa, porque sabes que mereces lo mejor y llegará de una forma u otra.

Ese día está a un pensamiento de ti.

Fuente: https://mercerou.wordpress.com/2023/08/11/a-un-pensamiento-de-ti/

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