por José Lorenzo Moreno López
Permíteme que para empezar este articulo te ponga un ejemplo. Imagínate en medio de una tormenta en el mar, con olas gigantes y vientos potentes. Todo a tu alrededor es caos y confusión. En ese momento, lo que más necesitas es una brújula, algo que te muestre la dirección correcta y te guíe hacia la seguridad. Eso es lo que hace un verdadero líder en tiempos difíciles: se convierte en la brújula que guía a su equipo a través de la tormenta, brindando dirección y claridad cuando más se necesita.
Aunque el liderazgo no es solo sobre manejar las crisis. También se trata de ser el ancla en tiempos de calma, proporcionando estabilidad y tranquilidad. Imagina que ahora el mar está en calma, el sol brilla y el viento es suave. En este momento, un líder es el ancla que mantiene al equipo enfocado y seguro, evitando que se pierda en la complacencia o se desvíe de sus objetivos.
Ser una brújula en la tormenta significa ser capaz de tomar decisiones difíciles bajo presión, mantener la calma y la confianza cuando otros están en pánico, y encontrar soluciones cuando parece que no hay ninguna. Es en estos momentos cuando los verdaderos líderes se destacan, mostrando fortaleza, resiliencia y una capacidad inquebrantable para guiar a su equipo a través de la adversidad.
Por otro lado, ser el ancla en la calma implica mantener al equipo unido y enfocado en sus metas a largo plazo, incluso cuando todo parece estar bajo control. Es saber que la calma también puede ser un desafío, porque puede llevar a la complacencia y la falta de dirección. Un líder sabe cómo mantener a todos comprometidos, motivados y en el camino correcto, sin importar lo tranquilas que parezcan las aguas.
El liderazgo verdadero es un equilibrio entre ser una brújula y un ancla. Es tener la capacidad de adaptarse a las necesidades del momento, brindando dirección en tiempos de caos y estabilidad en tiempos de calma. Es entender que el camino hacia el éxito no siempre es recto, y que tanto las tormentas como las calmas tienen sus propios desafíos.
Así que, ya sea que estés enfrentando una tormenta o disfrutando de una calma, recuerda que el verdadero liderazgo es saber cuándo ser una brújula y cuándo ser un ancla.
Porque es en esta dualidad donde se encuentra la esencia de un líder, alguien que puede guiar a su equipo a través de cualquier situación y llevarlos a la orilla del éxito.
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/de-ser-br%C3%BAjula-en-la-tormenta-y-ancla-calma-esa-es-del-moreno-l%C3%B3pez-r28mf/