por Francia Romero
Tradicionalmente, la innovación ha surgido como una ventaja competitiva limitada a determinadas empresas o industrias. Sin embargo, empujar y desafiar constantemente los límites de lo que existe hoy parece haberse convertido en un requisito previo para la sostenibilidad con el tiempo.
¿Cómo pueden las organizaciones crear un estado de innovación continua?
Desde hace varios años, hemos sido testigos de una dinámica acelerada de cambios revolucionarios. En este contexto, la innovación se ha convertido en una de las direcciones del crecimiento y desarrollo exitoso de las organizaciones.
Un estudio reciente presentado por IBM en el Mobile World Congress, encuestó a más de 12.000 ejecutivos y descubrió que las empresas tradicionales, no las startups ni las empresas digitales, son las que impulsan la innovación en la actualidad.
Es necesario analizar el resultado de una empresa innovadora y hacer una gran pregunta a muchos líderes: ¿Debería cambiar la empresa a innovar? Según expertos en el tema, hay dos palancas grandes que mejoran este proceso, incluso si esta pregunta es considerable.
Al combinar capital humano y cultura, las organizaciones pueden iniciar el camino hacia el Intrapreneurship, y crear una línea del tiempo para que visualices la duración de los proyectos y así poder trazar un proceso de un gran equipo.
Colaboradores Intraemprendedores
Según Gifford Pinchot III, quien acuñó el término ‘Intrapreneurship’, un ‘Intrapreneurship es: «una persona que parte de una idea y se compromete apasionadamente con la libertad, la motivación y los recursos de la organización en la que desarrolla sus actividades profesionales. Entonces transforma esta idea en un éxito. Se trata de convertirlo en un producto (o servicio)”.
En otras palabras, un intraemprendedor es un emprendedor que, en lugar de desarrollar sus propias ideas dentro de su propio negocio, descubre nuevas oportunidades dentro de la organización para la que trabaja y es capaz de convertirlas en un negocio exitoso.
Por tanto, los Intraemprendedores se convierten en figuras clave en la creación de organizaciones innovadoras. Estas personas tienen cualidades comunes que son invaluables para una organización. Entre ellas:
Compromiso con la organización
Son colaboradores que sienten la camiseta, tienen sentido de pertenencia, se ven identificados con los valores de la compañía y sienten como propios los problemas de la organización.
Liderazgo e influencia
Tienen capacidad para transmitir sus ideas e influir en los otros. Saben cómo prescindir de una autoridad formal, desafían a la organización y no temen cometer errores.
Mención empresarial
Piensan estratégicamente, toman decisiones de calidad, aumentan la responsabilidad y autoridad y tienen las herramientas para gestionar el cambio de manera efectiva.
Colaboración y confianza
Comparten el éxito y desarrollan el trabajo en equipo. Involucran a otros en sus ideas, trabajan juntos y desarrollan la colaboración. Creen en los demás y en ellos mismos.
Habilidades de gestión
Se sienten cómodos con múltiples objetivos, gestionando presupuestos y compitiendo por recursos internos. Tienen la capacidad de reconocer y medir el riesgo y son responsables de la gestión del conocimiento.
Contar con equipos con estas características es un gran desafío. Para lograr esto, las organizaciones deben asegurarse de que sus procesos de contratación y planes de desarrollo estén alineados para dar forma a estas condiciones.
Cultura emprendedora interna
Para que los Intraemprendedores prosperen, deben ser parte de una cultura organizacional que fomente y recompense la creatividad. Transformar su organización en un «centro de desarrollo empresarial» requiere considerar los siguientes elementos de su cultura:
En pocas palabras, la innovación no está fuera de nuestro alcance, no es exclusiva del campo de la tecnología y no está en manos de terceros. Cada organización tiene la oportunidad y la responsabilidad de hacer esto para garantizar la sostenibilidad.
Esto comienza con garantizar la competencia y la preparación del capital humano de una organización y proporcionar el entorno cultural adecuado para fomentar el espíritu empresarial.
Fomentar la sana competencia y la individualidad
Para realizar el mejor trabajo y lograr resultados, debe existir una atmósfera positiva y un sentido de competencia entre los participantes del grupo de trabajo. Si todos se esfuerzan por hacer lo mejor que pueden, sus colegas se empoderan.
Pero tu trabajo como líder es asegurarte de que el éxito de todos esté entrelazado. Que cada uno sea él mismo, no reprima sus coloridas personalidades, déjalas crecer e contagiar a quienes los rodean.
La autenticidad ayuda a los empleados a decidir rápidamente si una empresa es adecuada para ellos. Permitir la privacidad aumenta la productividad general en el lugar de trabajo al crear un entorno abierto e inclusivo.
Proporciona un espacio donde la energía positiva puede fluir a través de la oficina. En última instancia, todos pasan a formar parte del mismo equipo, lo que hace que todos en la organización se sientan parte de algo más grande.
Necesidades por cubrir
Al mismo tiempo que los empleados necesitan ajustar ciertos comportamientos, las empresas deben preguntarse si hay quejas, qué oportunidades tienen o no, y qué pueden hacer por los empleados y los usuarios finales.
Con toda esta información preparada, si eres una persona innovadora y con perfil emprendedor, no tienes que esperar a que aparezcan nuevas oportunidades en tu vida. Hay que poner esa energía en organizarse y esperar a que empiece el espectáculo.
Fuente: https://laquintaemprende.cl/2024/05/intrapreneurship-como-fomentar-el-espiritu-emprendedor-dentro-de-una-empresa/