Por Rita Tonelli
-Creo que sos muy capaz para conseguir tu deseo.
-Ojalá.
-Ahora que te mostré como hacerlo. ¿Lo vas a hacer?
-Ojalá
Habitualmente, cuando manifiesto mi credibilidad en la potencialidad de una persona, o cuando le planteo un desafío y luego le pregunto: “¿Lo vas a hacer?”, escucho esta respuesta. Un poco en broma pero con un fondo de mucha seriedad, agrego: -“Ojalá” no vino.
“Ojalá” es una palabra de origen árabe, Inshallah que significa “Si Dios quiere.”
De acuerdo a la costumbre de mi interlocutor, también la respuesta “ojalá” puede ser reemplazada por “si Dios quiere”, a lo que entonces agrego: -Me parece que Dios está un poco ocupado con todos los “si Dios quiere” que escucha a diario.
A pesar de ser todo poderoso, no creo que su omnipotencia esté al servicio de que nosotros no hagamos nada por nosotros mismos y todo lo carguemos a su responsabilidad.
“Ojalá” –desde otra mirada, una de apertura y posibilidad- expresa un deseo intenso. Esta es la interpretación que me parece que tendríamos que tomar, puesto que todo empieza con un deseo. Ahora bien, si el deseo se queda en eso, sólo un deseo, no hay avance hacia una decisión y por supuesto, mucho menos, hacia una acción. El deseo solo es inefectivo.
¿Cuántas veces dejás a Dios que haga las cosas por vos?
¿Cuánto tiempo hace que sostenés un deseo sin hacer nada para hacerlo realidad?
¿A cuantos más hacés responsables de tu propia responsabilidad?
Vía: http://www.ritatonellicoach.com.ar
Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante para todos que nos dejes tu comentario.
Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail ingresando tu dirección de correo en:
Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente.
Muchas gracias por acompañarnos.
Puedes encontrar más material relacionado al presente, en nuestro Blog Grandes Pymes