por Juan Merodio
A veces me pregunto cuántas personas están destinadas a facturar millones…
…pero se quedan a mitad de camino por razones que nadie les dice.
No por falta de talento.
No por falta de producto.
Ni siquiera por falta de intención.
Sino por esto:
Pequeños errores.
Cosas invisibles.
Detalles que parecen tontos.
Pero que te pueden costar todo.
Y sí, yo también los cometí.
Cuando empecé, pensaba que facturar más era cuestión de trabajar más.
Meterle horas.
Hacer más contenido.
Publicar todos los días.
Pero algo no encajaba.
¿Te ha pasado?
Sientes que haces “todo bien” pero los números no suben.
Esa sensación…
Ese vacío en el estómago.
Ese “¿qué estoy haciendo mal?”.
Hasta que me senté con alguien que había facturado más de un millón de euros en un año.
Y me dijo:
«Tú no necesitas trabajar más. Necesitas dejar de hacer mal lo importante.»
Boom.
Silencio.
Realidad.
Y por eso escribí esto para ti hoy.
Porque puede que estés a un solo ajuste de despegar.
Aquí van:
Las 10 razones por las que no estás facturando más… y cómo solucionarlas YA.
1. Hablas para todos.
Y cuando hablas para todos, nadie escucha.
Habla solo para tu cliente ideal.
Como si escribieras una carta personal.
2. No pides que te compren.
Suena obvio, pero no lo es.
Muchos crean contenido, inspiran, educan…
Pero no hacen ofertas claras.
Dilo: “Esto cuesta X. Cómpralo aquí.”
3. No tienes un sistema de ventas.
Publicar contenido no es vender.
Necesitas un proceso.
Uno que guíe al prospecto desde el interés hasta la decisión.
Paso a paso.
Sin saltos.
4. Tienes miedo de incomodar.
Quieres caer bien.
Quieres ser “auténtico”.
Pero los negocios no crecen con simpatía.
Crecen con dirección.
Con claridad.
Con ofertas que se sienten.
5. No repites tu mensaje.
Piensas que “ya lo dijiste una vez”.
Pero el cliente necesita escucharlo 7 veces.
O 10.
O 30.
Las marcas fuertes repiten.
Sin miedo. Sin pausa.
6. Tu energía no se siente.
No importa cuántas veces publiques.
Si tu presencia no impacta, no vendes.
Las personas compran energía.
Decisión.
Claridad.
Y si no lo transmites, se van con quien sí.
7. No cierras ventas.
Tienes mensajes.
Leads.
Interesados.
Pero se enfrían.
Porque no haces seguimiento.
Porque no sabes cerrar.
Vender es un acto de amor.
Cierra con cariño.
Pero cierra.
8. Estás demasiado ocupado aprendiendo.
Cursos.
Mentorías.
Podcast.
Libros.
Todo suena productivo.
Pero si no aplicas, te estancas.
Consume menos.
Ejecuta más.
9. Subestimas lo que haces.
Y eso se nota.
En tus precios.
En tus palabras.
En cómo vendes.
Si tú no crees que lo tuyo vale oro…
Nadie más lo va a creer.
10. Te falta constancia.
La madre de todo.
Haces una historia hoy… y desapareces una semana.
Haces una oferta… y no insistes.
Las personas compran cuando confían.
Y para confiar, tienen que verte.
Siempre.
No estás lejos.
No estás roto.
No estás fallando.
Solo hay cosas que ajustar.
Y a veces, corregir una sola de estas puede multiplicar tu facturación.
Sin exagerar.
Lo he visto.
En mí.
En mis clientes.
En gente que pasó de 1.000€/mes a 10.000€/mes en semanas.
No porque hicieran magia.
Sino porque dejaron de hacer las cosas como “todo el mundo”.
Así que hazte esta pregunta:
¿Cuál de estas 10 te está frenando hoy?
Piensa en ella.
Apúntala.
Y cámbiala esta semana.
Solo una.
Y luego la siguiente.
Y luego la siguiente.
Porque la diferencia entre donde estás…
y donde podrías estar…
Es solo una decisión.
Una elección consciente.
Y una acción valiente.
Nos vemos arriba.