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¿Soy Agile?

por Paula Molina Sin duda alguna, la agilidad es un imperativo de nuestra época. Como dice Gary Hamel, “lo que ha cambiado es el cambio”,  adquiriendo una velocidad desconcertante y poniendo a prueba a las organizaciones y los ecosistemas completos. Realizamos muchos esfuerzos en y para las organizaciones con el objetivo de mejorar la agilidad organizacional.  ¿Cómo la define McKinsey (octubre 2017)? Como la habilidad para reconfigurar rápidamente la estrategia, la estructura los procesos, la gente y la tecnología para generar oportunidades de creación de valor y de protección del valor existente.  El genial Aaron de Smet (2017) dice que la agilidad es la habilidad de una organización para renovarse, adaptarse, cambiar rápidamente y sobrevivir en un contexto rápidamente cambiante, ambiguo y turbulento.

por Paula Molina

Sin duda alguna, la agilidad es un imperativo de nuestra época. Como dice Gary Hamel, “lo que ha cambiado es el cambio”,  adquiriendo una velocidad desconcertante y poniendo a prueba a las organizaciones y los ecosistemas completos. Realizamos muchos esfuerzos en y para las organizaciones con el objetivo de mejorar la agilidad organizacional.

¿Cómo la define McKinsey (octubre 2017)? Como la habilidad para reconfigurar rápidamente la estrategia, la estructura los procesos, la gente y la tecnología para generar oportunidades de creación de valor y de protección del valor existente.  El genial Aaron de Smet (2017) dice que la agilidad es la habilidad de una organización para renovarse, adaptarse, cambiar rápidamente y sobrevivir en un contexto rápidamente cambiante, ambiguo y turbulento.

Las organizaciones corren el riesgo de “perder el tren” si no logran ser ágiles. Sin duda alguna, las personas corren el mismo riesgo. Nos enfrentamos todos a un gran peligro: la obsolescencia.

Para sobrevivir en el mundo de hoy, que tan perfectamente describe A. de Smet, las personas debemos ser ágiles. Reutilizando las definiciones que citamos antes y aplicándolas a las personas, definimos la Agilidad Personal como la habilidad para reconfigurarnos rápidamente para generar oportunidades y proteger el valor existente a partir de la capacidad renovarnos, adaptarnos, cambiar rápidamente  para dar respuesta al contexto cambiante.

Esta posibilidad de reconfiguración está directamente relacionada con la Agilidad de Aprendizaje, definida en el 2000 por Michael Lombardo y Robert Eichinger, como la habilidad y predisposición para aprender de la experiencia y luego aplicar ese aprendizaje a situaciones nuevas o inéditas. De hecho, los autores expresan esta habilidad como  “saber hacer cuando no sabes qué hacer conectando las experiencias pasadas para dar forma al mundo. Implica sentirse cómodo en la incomodidad”. Para desmenuzar la Agilidad de Aprendizaje, podemos citar sus 5 pilares:

  1. Agilidad Mental
  2. Agilidad Interpersonal
  3. Agilidad para el cambio
  4. Agilidad orientada a resultados
  5. Autoconocimiento

Las personas con Agilidad Mental son creativas y pueden establecer conexiones de manera rápida. Se distinguen por su mente abierta, la capacidad de entender rápidamente los contextos nuevos y los cambios, pudiendo enfocarse en los aspectos críticos de los nuevos escenarios.

La Agilidad Interpersonal es la que poseen aquellos que disfrutan de las relaciones, pudiendo interactuar con gente muy diversa, entendiendo sus fortalezas y limitaciones y con habilidad para aprender de los otros.

Los factores que distinguen a las personas con Agilidad para el Cambio se relacionan con la comodidad, la calma e inclusive el disfrute frente al cambio. Tienen una actitud de exploradores, buscando opciones, soluciones nuevas y corriendo riesgos. No se paralizan frente a lo nuevo, sino que se entusiasman.

Las personas con Agilidad orientada a Resultados, producen resultados en situaciones nuevas, difíciles y se convierten en inspiradores e influenciadores para otros.

Finalmente, las personas con Autoconocimiento tienen la habilidad de comprender sus propias fortalezas y debilidades y poseen un alto grado de autoconocimiento. Esto las ayuda para pararse con más solidez frente a lo nuevo y con mayor confianza.

La Agilidad de Aprendizaje está conformada por estas 5 dimensiones y está en la intersección de todas ellas.  Es decir, si una de estas Agilidades falta, no podríamos estar hablando de Agilidad Personal.

¿Cómo te sientes en estas 5 Agilidades? ¿Alguna de ellas es un aspecto que te destaca? ¿Alguna de estas dimensiones debe ser desarrollada? A continuación, una tabla para que realices un rápido autodiagnóstico.

Nunca más cierta la frase de Albert Einstein que en esta época… “la mente es como el paracaídas. No sirve para nada … si no se abre”.

Testeando mi Agilidad Personal 

Agilidad Mi dominio

(donde 5 es mi fortaleza y 1 es la ausencia de esta agilidad)

Agilidad Mental 1     2     3     4     5
Agilidad Interpersonal 1     2     3     4     5
Agilidad para el Cambio 1     2     3     4     5
Agilidad orientada a Resultados 1     2     3     4     5
Autoconocimiento 1     2     3     4     5
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