Modo Oscuro Modo Claro

Aprende a decir SÍ o NO para evitar la dispersión

Por Anna Jiménez Olmos ¿Alguna vez has dejado a un lado tus funciones para concentrarte en tareas que no te correspondían sólo para que todo estuviera en orden? ¿Te has enfrentado a la dispersión por intentar abarcar demasiado? ¿Has dicho “Sí” a cosas que en realidad sabías que eran un “NO” rotundo? No te preocupes. A mí también me pasa, y a la mayoría de la gente. Decir “No” cuesta mucho porque vivimos en la sociedad eterna del “Sí”, una sociedad que nos ha enseñado a aceptarlo todo sin rechistar para evitar mostrarnos como personas inútiles o improductivas. El “No” está mal visto, y poner límites también. Como dice Byung-Chul Han en su libro “La sociedad del cansancio”, nos hemos convertido en la sociedad del rendimiento, que lejos de la sociedad disciplinaria de Foucault, ya no crea locos o criminales, sino personas depresivas y fracasadas que se sienten frustradas con su vida personal y profesional. ¿Y cómo podemos solucionarlo? Haciéndonos escuchar. Aprendiendo a focalizar para evitar la dispersión. Distinguiendo cuándo es conveniente dar nuestro brazo a torcer y cuándo no. Por eso, hoy te voy a contar por qué es importante huir de la dispersión y aprender a decir “Sí” o “No”:

Por Anna Jiménez Olmos

¿Alguna vez has dejado a un lado tus funciones para concentrarte en tareas que no te correspondían sólo para que todo estuviera en orden? ¿Te has enfrentado a la dispersión por intentar abarcar demasiado? ¿Has dicho “Sí” a cosas que en realidad sabías que eran un “NO” rotundo?

No te preocupes. A mí también me pasa, y a la mayoría de la gente. Decir “No” cuesta mucho porque vivimos en la sociedad eterna del “Sí”, una sociedad que nos ha enseñado a aceptarlo todo sin rechistar para evitar mostrarnos como personas inútiles o improductivas. El “No” está mal visto, y poner límites también. Como dice Byung-Chul Han en su libro “La sociedad del cansancio”, nos hemos convertido en la sociedad del rendimiento, que lejos de la sociedad disciplinaria de Foucault, ya no crea locos o criminales, sino personas depresivas y fracasadas que se sienten frustradas con su vida personal y profesional.

¿Y cómo podemos solucionarlo? Haciéndonos escuchar. Aprendiendo a focalizar para evitar la dispersión. Distinguiendo cuándo es conveniente dar nuestro brazo a torcer y cuándo no. Por eso, hoy te voy a contar por qué es importante huir de la dispersión y aprender a decir “Sí” o “No”:

¿Sabes que puedes elegir no hacerlo todo?

Los tiempos han cambiado. Nuestra actividad ya no se rige por órdenes de reyes y leyes feudales. Ahora somos ciudadanos libres con poder de elección, y aunque debemos sobrevivir dentro de un sistema económico que nos anima a ser productivos las 24 horas del día, ahora podemos decidir de qué manera contribuimos a esa economía. Elegir el camino profesional que queremos tomar, decidir el área, sector o función en el que nos queremos especializar, qué nos gusta y qué no. Qué «queremos ser de mayores».

¿Sabes por qué es tan importante esto? Porque al tomar la decisión sobre qué carrera queremos estudiar o dónde formarnos, ya estamos acotando. Nos estamos centrando en aquello que nos interesa y/o se nos da bien. Estamos concretando cuál creemos que es nuestro talento y empezando a ponerlo en práctica con nuestros primeros empleos.

El problema es que cuando empezamos a trabajar, esa idea de la productividad constante empieza a afectar en nuestra rutina. Creemos que tenemos que ser productivos a todas horas y que no podemos fallar. Es entonces cuando el multitasking gana terreno, exigiéndonos estar a todo durante todo el tiempo, provocando que muchos profesionales se vean arrastrados por montañas interminables de trabajo, tareas que no les corresponden y montones de estrés. Sin embargo, tenemos que aprender a poner límites. No somos como los animales, que necesitan el multitasking para sobrevivir: estar alerta a sus enemigos mientras se alimentan o cuidan de sus crías. El ser humano es el único animal que tiene la posibilidad y el poder de centrarse en una sola cosa, de elegir no hacerlo todo, así que ¿por qué no empezamos a ponerlo en práctica?

Por suerte, estamos ante un momento de conciencia, donde algunas organizaciones y líderes empiezan a darse cuenta de lo importante que es crear espacios de reflexión y pausa para sus empleados. ¡Menos mal! Porque intentar llegar a todo puede llevar al agotamiento, el colapso y la frustración de los profesionales, y acabar ocasionando una enorme dispersión. ¿Conoces los efectos de ésta?

¿Cómo puede afectar negativamente la dispersión?

  1. Causando estrés y ansiedad por intentar llegar a todo
  2. Provocando frustración por la falta de recursos y herramientas
  3. Eliminando la capacidad de priorizar aquello que es más urgente
  4. Alejando el foco por roba-tiempos y compromisos impuestos
  5. Creyendo que no podemos establecer límites o decir “No”
  6. Obligando a decir “Sí” a todo sin ningún criterio

La dispersión afecta al talento porque distrae a los profesionales de sus verdaderas prioridades y causa cantidades desmesuradas de estrés. Por eso es tan importante aprender a poner foco y saber decir “NO” a roba-tiempos, pero también decir “SÍ” a oportunidades futuras. A continuación te dejo con los beneficios de una y otra:

Por qué decir “SÍ”

  • Porque te ayuda a descubrir tu talento y saber en qué eres bueno
  • Porque te concede la oportunidad de aprender y ganar experiencia laboral
  • Porque te abre puertas y te ayuda a tejer redes de aliados clave
  • Porque te permite probar sin miedo y elegir con criterio en un futuro
  • Porque te da la oportunidad de ponerte a prueba profesionalmente

Por qué decir “NO”

  • Porque te ayuda concentrarte en tareas o funciones realmente prioritarias
  • Porque te otorga el tiempo y la capacidad para ponderar alternativas
  • Porque te permite focalizar en tu talento y en lo que puedes ofrecer
  • Porque te evita complacer a todo el mundo y permite hacerte escuchar
  • Porque te da la oportunidad de elegir el camino que realmente quieres

En conclusión, saber en qué momentos aceptar o rechazar una propuesta y ser consciente de cuándo es conveniente poner límites te ayudará a poner foco en tu talento y evitar la dispersión

Fuente: https://www.historiasdecracks.com/2021/06/dispersion/

Agregar Comentario Agregar Comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Post Anterior

Planes de sucesión

Próximo Post

¿Experimentas Burnout? Aquí te decimos cómo solucionarlo