por Daniel Colombo
“Pensar fuera de la caja”. Seguramente escuchaste esta frase repetidamente en una empresa que busca nuevas respuestas a problemas nuevos.
Justamente esa es la mirada en la que se especializó Edward de Bono, un pensador y escritor maltés que ha influenciado la manera en la que generamos ideas y resolvemos problemas.
Uno de sus mayores aportes es el concepto del pensamiento lateral, una técnica que se enfoca en encontrar soluciones creativas y no convencionales a los problemas.
El término se publicó por primera vez en 1967, en su libro “Nuevo pensamiento: El uso del pensamiento lateral”, y él mismo lo definió como el distanciamiento de los caminos mentales tradicionalmente recorridos al pensar.
A diferencia del pensamiento crítico (también denominado “pensamiento vertical”), que se enfoca en analizar y evaluar la información para llegar a una conclusión, el pensamiento lateral busca nuevas formas de abordar cualquier problema.
La buena noticia es que se trata de una habilidad que puede ser desarrollada y aplicada en diferentes aspectos de la vida, desde temas cotidianos hasta la innovación, los inventos y en el lugar de trabajo.
-
Los principales beneficios de “pensar lateralmente”
Si lo que buscas son alternativas a las ideas de siempre y a tu lógica conceptual para resolver desafíos, el pensamiento lateral te ayudará a expandir esas fronteras.
Todas las personas tenemos un modelo mental determinado por nuestras experiencias, creencias y paradigmas, que surgen de la crianza, la educación y el entorno.
Cuando llega el momento de encontrar alternativas que salgan de lo común, a cierta gente se le hace muy complejo; y esto sucede porque carecen de una mente entrenada y dispuesta a lo disruptivo y a las cosas fuera de lo común. Así lo explica el doctor Thurman Fleet
Estas técnicas expandirán las fronteras mentales porque, al practicarlas:
- Fomentarás tu creatividad y la innovación;
- Encontrarás soluciones a problemas aparentemente insolubles;
- Desarrollarás el pensamiento crítico y analítico en formas alternativas a lo convencional;
- Mejorarás la capacidad para tomar decisiones eficaces,
- Podrás imaginar y analizar situaciones desde varias perspectivas, incluso aquellas que no entraban en tu modelo mental habitual.
-
Los cuatro elementos básicos
Para pensar en forma lateral, de Bono plantea cuatro elementos fundamentales para desarrollarlo:
- La comprobación de las suposiciones. Parecido a lo que entendemos como “mantener la mente abierta”. Esto implica, desconfiar de las respuestas inmediatas, los prejuicios y los razonamientos previos que puedan surgir antes de exponer las premisas del problema. En general, esos son lugares comunes que cierran y encapsulan la mente, frenando la creatividad.
- Saber formular las preguntas correctas. Esta técnica invita a que, en lugar de concentrarnos exclusivamente en la solución, primero es necesario hacerse las preguntas adecuadas, para definir qué tipo de respuesta queremos. Esto implica pensar inversamente a lo habitual, en forma contraintuitiva: primero preguntarnos, y luego respondernos.
- La entrada de la creatividad. Todo lo que implique cambio y posibilidades basadas en la creatividad son altamente positivas para el pensamiento lateral. Como incorporan elementos que normalmente no se consideran, pueden servir para echar luz sobre posibles soluciones, dinámicas y alternativas.
- El pensamiento lógico. Contrariamente a lo que se cree, esta visión lateral mental incluye la deducción, la lógica, la secuencia y la capacidad de interpretación de las situaciones. Es decir que, mentalmente, se entrelazan los dos hemisferios (izquierdo, más racional; derecho, más ‘blando’) para provocar soluciones y disparadores.