Por Sam Reese
Asumir un rol de liderazgo, especialmente como nuevo CEO, conlleva sus propios temores y desafíos. Para muchos, puede desencadenar el » síndrome del impostor «, que genera dudas sobre la capacidad para manejar las demandas del nuevo puesto. Algunos líderes nuevos se sienten estancados al principio, incapaces de tomar decisiones por temor a que la decisión equivocada pueda hacer retroceder a la empresa y poner en peligro su credibilidad.
Analizan en exceso las cosas para evitar cometer errores o se niegan a cambiar de rumbo cuando se dan cuenta de que han tomado una decisión equivocada. Luego está la presión de construir buenas relaciones con los miembros de la junta directiva y ganarse la confianza de su personal. Y, por último, está la ansiedad por las sorpresas o los desafíos inesperados que surgirán a medida que aprendan más sobre el funcionamiento interno de la empresa.
Si bien estos sentimientos son comunes, existen formas de mitigarlos. A continuación, se presentan algunas estrategias que he visto que implementan los nuevos líderes para comenzar con fuerza y confianza:
Haga preguntas y practique la escucha activa
El primer paso que dan los grandes líderes para generar confianza es buscar la opinión de su equipo. Los directores ejecutivos exitosos mantienen la curiosidad en lugar de pensar que tienen todas las respuestas desde el principio. Se preparan para cada reunión y conversación pensando en las preguntas adecuadas. Esto significa llegar con una perspectiva abierta y neutral en lugar de asumir que la estrategia anterior debe cambiar, o incluso que un enfoque exitoso de una empresa anterior también funcionará en la nueva.
Al principio, los directores ejecutivos pueden escuchar relatos contradictorios de diferentes partes interesadas. La única forma de descubrir la verdad es escuchar a todos. Interactuar regularmente con los empleados amplía la perspectiva del nuevo director ejecutivo, lo ayuda a tomar decisiones más informadas y crea un entorno de aprendizaje basado en el respeto mutuo.
Busque perspectivas diversas
Así como es importante escuchar a quienes están dentro de la empresa, los directores ejecutivos eficaces obtienen perspectivas de otras personas fuera de su empresa. Esto significa escuchar a los clientes sobre lo que les gusta y cómo se puede mejorar el negocio. Y los grandes líderes también buscan las opiniones de otros directores ejecutivos que puedan ofrecer comentarios imparciales. Durante más de 65 años en Vistage, hemos visto a líderes de alta integridad beneficiarse de los grupos de pares de directores ejecutivos , donde los líderes dejan su ego a un lado para centrarse en mejorar. Combaten activamente el pensamiento insular y el sesgo de confirmación al aprender de otros directores ejecutivos que comprenden los matices y los desafíos a los que se enfrentan.
Los nuevos líderes se benefician al rodearse de colegas de confianza de empresas que no compiten con ellos, mientras que sus compañeros obtienen nuevas perspectivas de directores ejecutivos primerizos. Es un modelo recíproco de toma y daca que eleva a todos. Ya sea aprendiendo de clientes, colegas, oradores expertos, libros o mentores, un enfoque en el aprendizaje continuo y el desarrollo profesional ayuda a generar confianza en el liderazgo.
Celebre los logros alcanzados
Para un nuevo CEO, la credibilidad debe ganarse con acciones. Y aunque muchos sienten que quieren cambiar todo de una vez, los grandes CEO establecen expectativas realistas sobre cómo será el éxito, especialmente en el primer año. Al lograr objetivos incrementales desde el principio, los líderes pueden demostrar el progreso. Celebrar estos hitos con el equipo, sin importar cuán pequeños sean, cultiva una mentalidad positiva en toda la empresa. Los miembros del equipo aprecian que se les reconozca por sus esfuerzos y obtienen satisfacción al trabajar juntos para lograr objetivos comunes.
Equilibrar los desafíos inmediatos y a largo plazo
Los directores ejecutivos suelen enfrentarse a la doble presión de abordar las necesidades empresariales inmediatas y, al mismo tiempo, establecer estrategias a largo plazo. Este equilibrio requiere un enfoque matizado: saber cuándo tomar medidas decisivas y cuándo hacer una pausa para tomar decisiones más informadas. Al participar activamente en la solución de problemas operativos críticos, los nuevos directores ejecutivos pueden generar rápidamente credibilidad ante sus equipos. Esto mejora su comprensión del negocio y consolida su reputación como líderes dedicados. A su vez, esto fomenta el respeto, que es esencial para cualquier nuevo director ejecutivo que desee generar un impacto positivo y duradero. La capacidad de refinar las estrategias en función de la nueva información es crucial para fomentar la confianza dentro de las organizaciones.
Demostrar valores de liderazgo
Cuando los nuevos líderes se incorporan a una fuerza laboral, los empleados existentes se preguntan primero cuáles son sus valores. Aquellos líderes que dedican tiempo a reflexionar sobre sus valores de liderazgo son capaces de comunicarlos de forma auténtica desde el principio. Cuando los directores ejecutivos demuestran constantemente valores claros a través de sus palabras y acciones, proporcionan una base sólida desde la que liderar. Esto marca el tono de qué tipo de cultura y principios operativos serán aceptados bajo un nuevo liderazgo.
Comunicar la visión
Puede llevar tiempo que un nuevo director ejecutivo siente las bases de la visión de una empresa, pero una vez que la visión se solidifica, la comunicación eficaz de la visión estratégica y los planes operativos es crucial. La comunicación establece una hoja de ruta clara, gestiona las expectativas y estabiliza la confianza de las partes interesadas durante los períodos de transición. La creación de un entorno de claridad y comprensión fomenta la confianza entre los líderes y los empleados.
Para afrontar las complejidades del liderazgo como nuevo director ejecutivo, es necesario ser proactivo y establecer credibilidad mediante acciones coherentes y transparentes. Estas estrategias impulsan a las organizaciones hacia el éxito y, al mismo tiempo, crean una cultura de confianza y apoyo, ambas necesarias para que cualquier empresa prospere a largo plazo.
Al escuchar, alentar la participación en todos los niveles de la organización y mantener la flexibilidad en la ejecución estratégica, los nuevos directores ejecutivos pueden liderar con confianza . Si bien el camino del liderazgo presenta desafíos, también ofrece oportunidades de crecimiento personal y profesional, lo que da como resultado una experiencia transformadora.
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