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Por Scott Taylor 

Como profesor en Babson College, he investigado el liderazgo durante más de dos décadas. He colaborado con más de 50 empresas para ayudar a sus empleados a crecer y he preguntado a cientos de líderes cómo definen la autoconciencia. Casi todo el mundo habla de lo bien que conoce sus fortalezas, debilidades, valores y objetivos. Este tipo de autoconciencia interna es fundamental para nuestro crecimiento y desarrollo profesional.

Pero hay otro componente de la autoconciencia que es igualmente esencial para el éxito empresarial. La autoconciencia externa es la capacidad de predecir cómo los demás perciben nuestro liderazgo, incluida la forma en que nos ven a nosotros, nuestras acciones y nuestras decisiones. Nos permite colaborar, liderar y motivar mejor a nuestros equipos, y sin embargo, mi investigación y la de otros muestran que solo entre el 10 y el 15 % de los líderes, incluidos los empresarios, la encarnan.

La buena noticia es que, con la práctica, cualquier líder puede adquirir una mayor conciencia de sí mismo a nivel externo. A continuación, se explica por qué la conciencia de sí mismo a nivel externo es tan importante y cómo se puede empezar a desarrollarla.

La mayoría de nosotros no somos tan conscientes de nuestro ser externo como pensamos.

Cuando mi esposa y yo llevamos a nuestros cuatro hijos a Disneylandia por primera vez, aproveché el viaje para poner a prueba mi autoconciencia externa. Observaba a mis hijos durante toda la semana. Al final, predecía el momento favorito de cada uno de ellos en función de las decisiones que tomábamos como padres sobre qué hacer con ellos en Disney. Recuerdo que pensé que era fácil . Mi hijo mayor elogiaba Space Mountain. Mi hija no se cansaba del carrusel.

Me equivoqué en mis cuatro predicciones. Cuando les pregunté a mis hijos uno por uno, todos dijeron que su momento más importante fue nadar en el hotel al final del día. Aparentemente, no necesitábamos gastar miles de dólares en un hotel, pases para parques y comida: ¡lo único que necesitábamos era una piscina!

En mi experiencia, muchos líderes no tienen ni idea de cómo los miembros de su equipo perciben sus decisiones y acciones. Hace años, trabajé con una empresa de Fortune 500 conocida por su innovación. Cuando les pedí a 40 vicepresidentes y vicepresidentes sénior que predijeran los puntos fuertes de sus subordinados directos durante el año anterior (un indicador de cómo los empleados veían las decisiones de los líderes) y luego pusieran a prueba sus suposiciones, casi todos volvieron sorprendidos.

Un vicepresidente se sintió mal por enviar a un empleado al extranjero a vivir separado de su familia durante unos meses, pero descubrió que la oportunidad de explorar y de obtener autonomía lo convertía en el proyecto favorito del empleado. Temía que el empleado lo viera como un jefe severo, pero el empleado estaba agradecido de que confiaran en él y lo desafiaran.

Por qué es tan importante la autoconciencia externa

El liderazgo es relacional. Ya sea que esté negociando con un proveedor externo o en una reunión personal con un empleado, los grandes líderes responden a las señales de otras personas. Un líder consciente de sí mismo desde el exterior puede permitir que su estilo de comunicación directa e informal se manifieste cuando habla con alguien que está un escalón o dos más abajo en la jerarquía, pero adoptar un tono diferente con un empleado de nivel inicial. En cada caso, saber cómo reaccionará la otra persona le permitirá elegir la herramienta adecuada en el momento adecuado.

La autoconciencia externa también nos proporciona información valiosa. Las vacaciones en Disney me enseñaron que mis hijos no me ven mejor cuando los llevo a lugares más elegantes. Lo que les importa es pasar tiempo juntos en un ambiente relajado. Este descubrimiento nos llevó a asegurarnos de que siempre haya una piscina cerca cuando vamos de vacaciones y a preocuparnos menos por actividades caras que creemos que les gustarán.

De manera similar, cuando el vicepresidente descubrió que a su empleado le encantaban las tareas desafiantes y de alto riesgo que contaban con el respaldo y la confianza del líder, pensó en asignarle más tareas de ese tipo. Anteriormente, se había abstenido de hacerlo porque supuso erróneamente que su decisión sería una carga para su subordinado directo.

Cómo puedes desarrollar la autoconciencia externa

La mejor manera de desarrollar una autoconciencia externa como emprendedor es hablar con los miembros de su equipo y poner a prueba sus suposiciones sobre lo que piensan de usted y su liderazgo.

Me gusta empezar por lo positivo. Pídele a tu empleado que reflexione sobre un momento destacado de su tiempo en la organización (un día en el que haya salido de la empresa y haya dicho «Me encanta este lugar») y que te cuente una historia sobre su experiencia. Antes de que responda, predice lo que crees que dirá. Luego, indaga sobre sus desafíos y sus momentos bajos, que también pueden revelar sus perspectivas sobre las decisiones que has tomado.

Este ejercicio consta de tres elementos importantes:

La primera es la predicción. Mi investigación sobre la retroalimentación de 360 ​​grados muestra que cuando uno se califica a sí mismo y luego pide a sus pares que lo califiquen, crea una narrativa sobre por qué están equivocados. Predecir las respuestas de otras personas de antemano debilita la actitud defensiva y promueve la curiosidad: ¿cómo se compara su perspectiva de mí con la mía?

La segunda es la narración de historias. Cuando le preguntas a las personas qué tipo de tareas disfrutan, pueden recurrir a respuestas ensayadas. Pedirles que te cuenten una historia te permite trabajar en conjunto para desentrañar qué los motivó o frustró tanto con la situación. Esas ideas, a su vez, pueden ayudarte a entender las decisiones que tomaste como líder y cómo contribuyeron a la experiencia del empleado. Luego, puedes alinear tus acciones con lo que los motiva.

La tercera es la continuidad . Esta práctica debe ser constante, sin llegar a ser excesiva. No se trata de saber exactamente cómo piensan tus empleados en cada momento, sino de ver las cosas desde fuera de tu propia perspectiva. Deja siempre espacio para la humildad y la idea de que hay más cosas que aprender.

En resumen

Los grandes líderes conocen sus fortalezas y debilidades y están al tanto de cómo los ven sus colegas, inversores y clientes. Desarrollar una autoconciencia externa va de la mano con la construcción de las relaciones necesarias para que su empresa tenga éxito. Sus empleados apreciarán que se tome el tiempo de preguntar. Y sus resultados se beneficiarán, ya que la información que obtenga le ayudará a liberar su potencial, el potencial de sus empleados y el potencial de su empresa.

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