por Marc Chernoff
La paciencia no se trata de esperar, es la capacidad de mantener una perspectiva positiva mientras trabajas duro por lo que crees.
¿Alguna vez te has dicho a ti mismo que vas a hacer que algo suceda y luego no sucedió nada? Dejando a un lado todos los detalles, es porque no tenías los hábitos adecuados: las pequeñas cosas que haces todos los días que se convierten en algo más grande. Tus hábitos realmente te hacen o te deshacen. Porque en todos los ámbitos de la vida te conviertes en lo que haces habitualmente. Nunca progresarás ni cambiarás tu vida hasta que cambies algo que haces a diario. El secreto de tu éxito siempre se encuentra en tus hábitos y rutinas diarias.
En otras palabras, independientemente de tu situación de vida particular o de cómo definas personalmente el éxito, no puedes alcanzarlo de la noche a la mañana. El éxito se logra con el tiempo gracias a todas las pequeñas cosas que haces día a día.
El fracaso ocurre de la misma manera. Todos tus pequeños fracasos diarios (que no aprender y crecer de) se unen y te hacen fracasar…
- No revisas los libros.
- No logras hacer las llamadas.
- No escuchas a tus clientes.
- No logras innovar.
- No haces lo que debes hacer.
Y un día te despiertas y tu negocio ha fracasado. Todo se debió a las pequeñas cosas que hiciste o dejaste de hacer a lo largo del camino, a tus hábitos diarios, no a un gran suceso catastrófico.
Que esto sea tu llamada de atención.
¡TU VIDA ES TU NEGOCIO!
¡TUS HÁBITOS SON TU NEGOCIO!
Así que hoy, vamos a hablar de algunos hábitos diarios súper comunes que Angel y yo hemos visto plagar a docenas de nuestros clientes de coaching y asistentes a conferencias durante la última década: pequeñas cosas que muchas personas hacen una y otra vez, año tras año, que desperdician casi todo su tiempo, energía y potencial en la vida:
1. No cambies nada y espera resultados diferentes.
Hay un dicho que dice que la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Tómatelo en serio. Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás obteniendo lo que estás obteniendo. A menudo, la única diferencia entre una persona exitosa y una persona que progresa poco no son las habilidades superiores de uno, sino el coraje que uno tiene para apostar por sus ideas, para asumir riesgos calculados y para dar pasos firmes hacia adelante.
En verdad, algunas personas se sientan y esperan que lleguen las habichuelas mágicas mientras el resto de nosotros simplemente nos levantamos y nos ponemos a trabajar.
2. Sigue esperando el momento adecuado.
Incluso cuando tenemos intenciones productivas, muchos de nosotros perdemos mucho tiempo esperando que aparezcan los caminos ideales. Pero, por supuesto, nunca aparecen, porque olvidamos que los caminos se hacen andando, no esperando. Así que deja de esperar hoy mismo…
Piensa en el día de hoy como el comienzo, la concepción de una nueva vida. Los próximos nueve meses son todos tuyos. Puedes hacer con ellos lo que quieras. ¡Haz que cuenten! Porque en nueve meses nace una nueva persona. La única pregunta es: ¿Quién quieres que sea esa persona? Ahora es el momento de decidir.
Y no, no deberías sentirte más seguro antes de dar el siguiente paso. Dar el siguiente paso es lo que fortalece tu confianza y alimenta tu crecimiento interior y exterior.
3. Cree que las cosas buenas deben llegar rápido y fácil.
Una meta es un objetivo que se debe alcanzar y que requiere esfuerzo y sacrificio. No hay metas que merezcan la pena y que no requieran cierto nivel de esfuerzo y sacrificio. Mi abuela de 90 años me dijo una vez: “Dentro de unas décadas, cuando te estés acercando al final, no recordarás los días que fueron fáciles, sino que atesorarás los momentos en que superaste tus dificultades y conquistaste desafíos de gran magnitud. Soñarás con la fuerza que encontraste dentro de ti y que te permitió lograr lo que una vez parecía imposible”.
Así que no te limites a hacer lo que hoy te resulte fácil, haz lo que seas capaz de hacer. Sorpréndete con tus propias habilidades. Y mientras luchas por avanzar, recuerda que es mucho mejor cansarse de los pequeños esfuerzos y aprendizajes que cansarse de no hacer absolutamente nada. El esfuerzo nunca es en vano, incluso cuando conduce a resultados decepcionantes, ya que siempre te hace más fuerte y más experimentado a largo plazo.
4. Negarse a aceptar riesgos necesarios.
Vivir es aprender sobre la marcha. Vivir es un asunto arriesgado. Cada decisión, cada interacción, cada paso, cada vez que te levantas de la cama por la mañana, corres un pequeño riesgo. Vivir de verdad es saber que te levantas y corres ese riesgo, y confiar en ti mismo para asumirlo. No levantarte de la cama, aferrándote a ilusiones de seguridad, es morir lentamente sin haber vivido nunca de verdad…
Piénsalo. Si ignoras tus instintos y permites que sentimientos superficiales de incertidumbre te detengan constantemente, nunca sabrás nada con seguridad y, en muchos sentidos, esta falta de conocimiento será peor que descubrir que tus instintos estaban equivocados. Porque si te equivocabas, podías hacer ajustes y seguir con tu vida, sin tener que mirar siempre hacia atrás y preguntarte qué podría haber sido.
5. Haz que los rechazos de ayer sean el foco del día de hoy.
Acepta alejarte cuando llegue el momento. El rechazo nos enseña a rechazar lo que no es bueno para nuestro bienestar. No siempre será fácil, pero algunos capítulos de nuestra vida deben cerrarse sin un cierre. No tiene sentido perderte a ti mismo tratando de arreglar lo que está destinado a permanecer roto.
Con demasiada frecuencia dejamos que los rechazos de nuestro pasado dicten cada paso que damos a partir de entonces. Literalmente, no sabemos si somos mejores que lo que alguna persona testaruda o circunstancia aislada nos dijo que era verdad. Por supuesto, este viejo rechazo no significa que no seamos lo suficientemente buenos, significa que la otra persona o circunstancia no se alineó con lo que teníamos para ofrecer en ese momento. Significa que ahora tenemos más tiempo para mejorar lo que hacemos, para desarrollar nuestras ideas, para perfeccionar nuestro oficio y para dedicarnos más profundamente al trabajo que nos motiva. Y eso es exactamente lo que TÚ necesitas hacer, comenzando ahora.
6. Negarse a asumir la responsabilidad.
No eres responsable de todo lo que te sucedió, pero debes ser responsable de deshacer los patrones de pensamiento y comportamiento que estos resultados crearon en ti. Culpar al pasado por una mentalidad limitante hoy no lo soluciona. Cambia tu respuesta a lo que recuerdas y da un paso adelante nuevamente con gracia.
Una combinación de tus decisiones y factores externos sobre los que no tuviste control te llevaron a donde estás hoy. Culpar negativamente a otra persona o a alguna circunstancia del pasado no cambiará nada. Asumir positivamente la responsabilidad total por el siguiente paso en tu camino hacia adelante puede cambiarlo todo. Deja atrás el pasado inmutable y entrégate diligentemente al momento presente. En este momento se encuentran todas las posibilidades que buscas. Asume la responsabilidad y haz realidad esas posibilidades.
7. Cierra tu mente a nuevas ideas y perspectivas.
Recuerda que el éxito en la vida no depende de tener siempre la razón. Para progresar de verdad, debes dejar de suponer que ya tienes todas las respuestas. Aunque te vuelvas más sabio con la edad, debes recordar que una comprensión nunca es absolutamente definitiva. Lo que ahora es correcto puede fácilmente ser incorrecto más adelante. Por eso, la ilusión más destructiva es un punto de vista establecido.
Así que no dejes de aprender. No dejes de invertir en ti mismo. Estudia. Lee. Devora libros. Interactúa con la gente, incluso con aquellos que piensan diferente. Haz preguntas. Escucha con atención. Y no te limites a crecer en conocimiento. Sé una persona que da a cambio. Usa lo que estás aprendiendo para marcar una diferencia real y duradera. (Nota: “The Good Morning Journal: Powerful Prompts and Reflections to Start Every Day” es una buena herramienta para mantenerte en el buen camino con este tipo de perspectiva fresca diaria).
8. Deja que algunas personas negativas te distraigan continuamente.
Tu mente es tu santuario privado; no permitas que las creencias negativas de los demás la ocupen. Tu piel es tu barrera; no permitas que otros la traspasen. Cuida bien tus límites personales y lo que te permites absorber de los demás.
Por supuesto, inevitablemente habrá algunas personas en tu vida que te criticarán sin importar lo que hagas o lo bien que lo hagas. Si dices que quieres ser bailarín, desacreditarán tu gusto por la música. Si dices que quieres crear un nuevo negocio, te darán una docena de razones por las que podría no funcionar. De alguna manera, suponen que no tienes lo que se necesita, ¡pero están completamente equivocados! Piénsalo bien…
Es mucho más fácil ser negativo que positivo, mucho más fácil ser crítico que correcto. Cuando te embarques en una nueva aventura, en lugar de escuchar a los pocos críticos que intentarán distraerte, dedica tiempo a hablar con una de las cientos de personas en este mundo que están dispuestas a apoyar tus esfuerzos y reconocer tu potencial, con respeto. Y sigue adelante y déjanos un comentario al final de esta publicación si crees que no puedes encontrar a nadie.
9. Aférrate a algo que no es real.
Recuérdate ahora mismo que no todo está destinado a ser así. A veces tienes que hacer un seguimiento de los datos, revisarlos y sentarte a pensar seriamente contigo mismo y aceptar el hecho de que siempre te equivocaste al respecto. Fue solo una ilusión que nunca fue lo que creías que era.
Es una de las cosas más difíciles de aceptar: darse cuenta de que se siente una sensación de pérdida, aunque en realidad nunca se haya tenido lo que se creía tener. La clave es reconocerlo, aprender de ello, dejar ir y dar el siguiente paso hacia adelante. (Nota: Angel y yo hablamos de esto con más detalle en los capítulos de Adversidad y Crecimiento de “1,000 Little Things Happy, Successful People Do Differently” ).
10. Mantenga expectativas rígidas en cada paso del camino.
Las cosas simples se complican cuando esperas demasiado. Las expectativas rígidas son una verdadera causa de dolor. No permitas que te dominen. Toda situación difícil de la vida puede ser una excusa para la desesperanza o una oportunidad para el crecimiento personal, según lo que elijas hacer con ella. Así que empieza por elegir dejar ir las expectativas que no te sirven.
Un error no duele, la expectativa sí. Un rechazo no duele, la expectativa sí. Y así sucesivamente…
Recuerda que la mente es tu campo de batalla, el lugar donde se desarrolla el conflicto más feroz, donde la mitad de las cosas que temías que sucedieran nunca sucedieron, donde tus expectativas te dominan y caes víctima de tu propia línea de pensamiento una y otra vez. Así que no bajes tus estándares, pero recuerda que eliminar tus expectativas rígidas en la vida es la mejor manera de evitar que todo el mundo y todo lo que te sucede te decepcionen.
La verdad sea dicha, uno de los momentos más importantes de la vida es el momento en que finalmente encuentras el coraje para dejar ir aquello que no se puede cambiar. Porque, cuando ya no eres capaz de cambiar una situación, te enfrentas al desafío de cambiarte a ti mismo, de crecer más allá de lo inmutable. Y eso lo cambia todo…
Un ejercicio para crear mejores hábitos diarios
Si siente que ha desperdiciado demasiado tiempo y energía en uno o más de los puntos anteriores en 2024, este ejercicio de cierre rápido y práctico es para USTED.
Elige cualquier área de tu vida que quieras mejorar y luego:
- Anota detalles específicos sobre tu situación actual (¿Qué te preocupa? ¿En qué punto te encuentras estancado? ¿Qué deseas cambiar?).
- Escribe tu respuesta a esta pregunta: ¿Cuáles son los hábitos diarios que han contribuido a tu situación actual? (Sé honesto contigo mismo. ¿Qué haces habitualmente que realmente contribuye a la situación en la que te encuentras?)
- Escribe algunos detalles específicos sobre las “mejores circunstancias” que te gustaría crear para ti. (¿Qué te haría feliz? ¿Cómo sería una mejor situación para ti?)
- Escribe tu respuesta a esta pregunta: ¿Cuáles son los hábitos diarios que te llevarán desde donde estás hasta donde quieres estar? (Piénsalo. ¿Qué pequeños pasos diarios te ayudarán a avanzar gradualmente del punto A al punto B?)
Ahora es tu turno…
Sí, es tu turno de no volver a caer en tus viejos patrones de vida simplemente porque son más cómodos y más fáciles de acceder. Es tu turno de recordar que hoy estás dejando atrás ciertos hábitos y situaciones por una razón: para mejorar tu vida , porque no puedes avanzar si sigues retrocediendo. ¡Y sin duda es tu turno de recuperar tu tiempo, energía y potencial, y hacer que el día de hoy cuente!