por Merce Roura
Por todas las veces que quise decir que no, pero dije que sí para que no se enfadaran conmigo…
Por las ocasiones en las que me escondí del mundo porque no me sentía a la altura y acaté seguir desgastándome a mí misma para poder continuar siendo la mujer perfecta que sirve para todo y todo lo aguanta. 
Por todas las veces que alguien me dejó en ridículo porque se sentía amenazado por mí y yo el lugar de levantarme y largarme me quedé a su lado y seguí intentando hacer más y mejor.
Por las veces que no dije basta y no cerré la puerta a quien me estaba haciendo daño y me hacía sentir ínfima.
Por las que que me conformé con la mitad de la mitad y que quise convencerme de que en realidad no necesitaba casi nada y merecía menos.
Por todas las veces que me dijeron que no y yo pensé que el problema era mío porque no era suficiente y me sentí miserable. Porque pensé que había algo en mí que me hacía defectuosa, incorrecta, ilegítima, intrusa… Algo que todo el mundo notaba y que les hacía verme como un estorbo y una molestia
Por todas las veces que me aparté para que otros pasaran…
Que no fui capaz de mirarme a mí con los mismos ojos con los que miraba el resto del mundo y fui cruel conmigo misma
Por las muchas veces que me tragué lágrimas porque además de ser perfecta tenía que ser fuerte y no quejarme ni demostrar mi flaqueza.
Por todas las veces que lo di todo y no recibí nada.
Por las veces que mendigué cariño y respeto… Que me esforcé mucho para ser vista y a cambio fui despreciada.
Por todas las veces que puse a otros por delante y les prioricé mientras me aplazaban y me postergaban
Por todas las veces que me dije que no para decir que sí a otros y yo me dejé para luego.
Por todas la barreras mentales que me he puesto a mí misma y las limitaciones queme he impuesto.
Por todas las excusas que me he inventado para resignarme.
Por todas las situaciones en las que regateé mi respeto y mendigué por lo que merecía con pleno derecho.
Por todos esos días en los que al despertar me sentí rota, agotada, desilusionada, rechazada porque esperaba que alguien me viera y me valorara, que alguien enviara ese mensaje que tenía que cambiarlo todo… Porque esperaba un milagro que nunca sucedía y llegué a creer que mi valor dependía de ello y mi felicidad estaba en manos ajenas.
Por todas esas veces… Ahora puedo decir NO y BASTA. Porque puedo mirarme a los ojos sin sentirme resentida y rechazada, sin esconderme y avergonzarme… Sin esperar nada ni perderme recordando un pasado que duele y un futuro que asusta.
Por todas las veces… Esta vez es distinta.
Esta es la vez.
Esta es la vez de todas las veces en las que vivir a medias se acaba y ocupó el lugar que corresponde en mi vida.
Gracias por leerme. Espero que lo que escribo te sea útil.
Fuente: https://mercerou.wordpress.com/2024/07/24/por-todas-la-veces/
