Por C. Marco
Comparto a continuación las principales conclusiones que he extraído en el último proyecto en el que he participado como «consultor interino» de dirección y estrategia empresarial. Son las siguientes:
– Resulta muy difícil salir del barro y de la urgencia permanente sin disponer de un recurso de calidad y de ingeniería de procesos en forma de mejora continua, que se ocupe de ello.
– No hay nada más importante que una correcta planificación tanto de actividades como de recursos. A mayor grado de incertidumbre, mayor energía se habrá de poner en planificar lo que se ha de hacer.
– Tan importante es cuidar de los clientes como de los propios trabajadores y proveedores, pues de ellos depende principalmente el servicio que los clientes reciben.
– Si los resultados no son los esperados, antes de cuestionar si el plan se ha ejecutado correctamente, es conveniente asegurarse de que el plan definido haya sido el correcto.
– Cuando la comunicación interna no fluye desde dirección hacia los trabajadores, difícilmente lo va a hacer en sentido inverso.
– Si quieres trasladar la responsabilidad de los resultados al equipo, diles lo que quieres conseguir pero no les digas cómo deben de hacerlo.
– El temor a tomar decisiones, a ser recriminado por cometer errores o sencillamente a ofrecer opiniones o ideas diferentes a la de los superiores, representan verdaderos muros para el desarrollo de las empresas.
– Lo gestión comercial representa la fuerza principal de cualquier actividad empresarial. Es necesario comenzar por ahí el análisis de oportunidades, pues estarás en condiciones de actuar sobre las causas raíces de una buena parte de de los problemas. De lo contrario, solo actuarás sobre sus efectos y nunca sobre la/s causa/s.
– Cuando desde la propia dirección se transmite un mensaje de que para conseguir resultados es necesario transmitir la presión en todas direcciones, quienes planteen actuar de forma positiva, recurriendo a la motivación, con el objetivo de crear ambientes laborales positivos y formar equipos de alto rendimiento, serán considerados como un verdadero obstáculo.
– La responsabilidad comercial no termina cuando se consuma una venta, finaliza cuando el cliente transmite expresamente que el servicio que ha recibido satisface las expectativas respecto de lo que ha contratado y traslada su satisfacción por la calidad del mismo (prestaciones, calidad técnica, plazo, fiabilidad, etc.). NOTA: Un buen producto o servicio incluye un servicio de asistencia y posventa satisfactorio, acorde con el servicio que el cliente espera recibir durante la vida útil del producto.
CONCLUSIÓN:
«Todo problema tiene su causa y sus posibles soluciones, pero no siempre se está en condiciones de entenderlo para actuar en consideración. Es por ello que la mayoría de las empresas no consiguen salir de la mera mediocridad.»
Fuente: https://excelencemanagement.wordpress.com/2024/08/12/la-esencia-de-la-la-mediocridad/