Modo Oscuro Modo Claro
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por ย Miguel รngel Ariรฑo y Pablo Maella Decidir es uno de los actos mรกs importantes que hacemos las personas. Segรบn sean nuestras decisiones, serรก nuestra vida. Podrรญamos decir que nuestra existencia es el resultado de las distintas elecciones que vamos haciendo. Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene para nosotros las decisiones que tomamos, no se nos acostumbra a enseรฑar cรณmo decidir mejor. Ni en el colegio, ni en la universidad, ni en prรกcticamente ningรบn sitio nos enseรฑan a decidir, por eso no es de extraรฑar que nos equivoquemos. Hay errores frecuentes que acostumbramos a cometer y como no somos conscientes de ellos, los volvemos a hacer una y otra vez. Es lo que en nuestro libro hemos llamado โ€œtropezar de nuevo con la misma piedraโ€ en el sentido de que hemos identificado diez errores muy comunes en los que solemos caer.

por  Miguel รngel Ariรฑo y Pablo Maella

Decidir es uno de los actos mรกs importantes que hacemos las personas. Segรบn sean nuestras decisiones, serรก nuestra vida. Podrรญamos decir que nuestra existencia es el resultado de las distintas elecciones que vamos haciendo. Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene para nosotros las decisiones que tomamos, no se nos acostumbra a enseรฑar cรณmo decidir mejor.

Ni en el colegio, ni en la universidad, ni en prรกcticamente ningรบn sitio nos enseรฑan a decidir, por eso no es de extraรฑar que nos equivoquemos. Hay errores frecuentes que acostumbramos a cometer y como no somos conscientes de ellos, los volvemos a hacer una y otra vez. Es lo que en nuestro libro hemos llamado โ€œtropezar de nuevo con la misma piedraโ€ en el sentido de que hemos identificado diez errores muy comunes en los que solemos caer.

Una buena manera de mejorar nuestra toma de decisiones es siendo conscientes de estos errores, para sรญ poder analizar las decisiones que hayamos tomado o vayamos a tomar a la luz de estos fallos. Conocerlos nos favorecerรก el evitarlos. Si no somos conscientes de ellos, difรญcilmente los podremos evitar. ยฟY cuรกles son esos errores?

Buscar la decisiรณn perfecta

,O lo que es lo mismo, tenerle tanto miedo a equivocarnos que nos pongamos una presiรณn innecesaria al decidir para no fallar. Equivocarnos nos vamos a equivocar, como seres humanos que somos, pero eso no es un problema, porque en circunstancias normales casi todas las decisiones son reversibles. Lo que sรญ puede ser un problema es buscar la perfecciรณn en toda decisiรณn. Tener esa pretensiรณn es ya un error en la toma de decisiones.

Ser poco realista

Es decir, confundir lo que nos gustarรญa que fuese la realidad con lo que de verdad es. Muchas veces decidimos mal porque nos engaรฑamos a nosotros mismos y nos convencemos de que la realidad es como nos gustarรญa que fuese, en vez de como realmente es. 

Hacerse trampas

En verdad no somos tan racionales cuando decidimos. Para empezar, el modo como se nos presentan las situaciones condiciona nuestra elecciรณn. Algunos profesionales del marketing saben que las personas tendemos a autoengaรฑarnos y lo usan en sus estrategias.

Por ejemplo, todo lo que suene a gratis o a rebajas provoca un impulso de compra con independencia de si realmente es gratis o mรกs barato. Nos gusta engaรฑarnos a nosotros mismos y creernos que hemos conseguido algo a mejor precio, cuando la semana anterior, antes de la pretendida rebaja, valรญa casi lo mismo.

Decidir segรบn las modas

Pensar puede resultar engorroso. Es mรกs fรกcil y cรณmodo hacer lo que hacen los demรกs si ademรกs parece que tiene sentido. Eso es precisamente lo que hicieron los directivos en la crisis de las puntocom: comprar empresas que no eran nada por autรฉnticas millonadas. Al final, como no eran nada, desaparecieron y dejaron a los compradores con grandes pรฉrdidas.

En la burbuja inmobiliaria pasรณ lo mismo: se pagaba mucho dinero por inmuebles que no los valรญan, y pasรณ lo que todos sabemos que pasรณ. Pero ยฟquiรฉn es capaz de no ir por el mismo camino que van todos los demรกs aunque sea un camino absurdo?

Precipitarse y arriesgar mรกs de lo necesario

Muchas veces pensamos que tenemos que decidir rรกpidamente y arriesgar por ello, cuando realmente son muy pocas las ocasiones en las que de verdad tenemos que decidir con tanta urgencia. Queremos decidir rรกpidamente por quitarnos las cosas de la cabeza y asรญ dejar de tener incertidumbres, pero si eso nos lleva a decidir incorrectamente, es un mal negocio. La prisa no es valor, es una fuente de error y nos lleva a asumir riesgos que de otro modo serรญan perfectamente evitables.

Confiar demasiado en la intuiciรณn

La intuiciรณn es un elemento positivo en la toma de decisiones, pero detrรกs de la pretendida intuiciรณn mucha gente esconde falta de razonamiento en la toma de decisiones. La intuiciรณn solo es vรกlida cuando uno es un gran experto en el tema sobre el que estรก decidiendo, y ademรกs esa intuiciรณn es razonable. Hay veces que las personas apelamos a nuestra intuiciรณn como vรญa para justificar decisiones que no son mรกs que caprichos personales.

Ser prisionero de las propias ideas

Ante una situaciรณn nos comprometemos inicialmente con una determinada alternativa, y a partir de ahรญ la defendemos como si no hubiera otra alternativa posible. Suele ser muy difรญcil que cambiemos nuestras decisiones porque nos cuesta mucho salir de nuestra postura inicial. Como no nos gusta escuchar los argumentos que no avalan nuestras decisiones, tendemos a ignorarlos sin considerarlos, aunque sean vรกlidos.

No considerar las consecuencias de nuestras decisiones

Tomamos una decisiรณn para que resuelva un problema que tenemos, pero con frecuencia no consideramos si la decisiรณn va a tener consecuencias peores que el problema que pretendemos resolver. Podemos, por ejemplo, decidir que nuestro hijo, incompetente para el cargo, dirija nuestra empresa familiar cuando nos jubilemos. Esa decisiรณn resolverรก el problema de quรฉ hacemos con nuestro hijo y de quiรฉn dirigirรก la empresa cuando no estemos, pero crearรก nuevas dificultades todavรญa mayores, como es la propia viabilidad de la organizaciรณn.

Sobrevalorar el consenso en la toma de decisiones

Tendemos a pensar que las decisiones en grupo suelen ser mejores que las tomadas individualmente, pero no siempre es asรญ. Al decidir en grupo buscamos el consenso, lo que lleva al grupo a poner sus esfuerzos en alcanzar una soluciรณn acordada, en vez de en tomar la mejor decisiรณn.

Buscando el consenso nos acomodamos a las decisiones de los demรกs y no acabamos de manifestar nuestros verdaderos puntos de vista, y con ello se empobrece la calidad de las decisiones. Las reuniones de trabajo son un claro ejemplo de este error tan comรบn en las empresas: no decimos lo que de verdad pensamos para no sentirnos rechazados por el grupo y tendemos a apoyar las ideas de la mayorรญa dominante.

No llevar a la prรกctica lo que hemos decidido

El proceso de toma de decisiones no acaba cuando se toma la decisiรณn, sino que finaliza cuando la decisiรณn se ha implantado. Un error frecuente es decidir pero luego no aplicar la decisiรณn, o bien porque no hemos puesto la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo, o bien porque terceras personas clave para su implantaciรณn no han sido previamente persuadidos para que nos apoyen en la decisiรณn.

Damos por supuesto que los demรกs apoyarรกn nuestras decisiones, y no gestionamos previamente su adhesiรณn, lo que muchas veces implica una barrera para la implantaciรณn de lo decidido. A la decisiรณn le tiene que seguir la acciรณn, sino no vale para nada.

Si somos conscientes de estos errores podremos ver si tenemos tendencia a cometerlos y la intensidad con la que lo hacemos. De este modo podremos ir mejorando la manera como decidimos y la eficacia de nuestras decisiones. Vale la pena. Si no, cometeremos una y otra vez los mismos errores, y tropezaremos de nuevo con las mismas piedras.

Fuente: https://www.eexcellence.es/expertos/maella

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