Por Francisco Alcaide
Hace unos días desde Perú, Milton Vela, CEO y fundador de Café Taipá, empresa de consultoría en marketing de reputación, me hacía una entrevista en su canal sobre ‘Marca personal y propósito’ en el que me preguntaban:
― ¿Qué es para ti el propósito?
Y contestaba:
― El propósito no es otra cosa que nuestra misión en el mundo, para qué estamos aquí, ya sea a nivel personal o profesional. La razón de existir es ser útiles al mundo. El mundo necesita de ti y de tu contribución, y todos deberíamos hacernos esta pregunta: ¿Qué se perdería el mundo si yo no estuviera aquí? El éxito es cuánta gente mejora su vida gracias a que tú existes. Desde un punto de vista empresarial, una empresa existe para hacer mejor o más fácil la vida de la gente. Si no hay valor no hay negocio. Una empresa nace para cubrir un hueco en el mercado: algo que nadie está ofreciendo, o si lo está ofreciendo, eres capaz de hacerlo mejor o más barato. Por tanto, el propósito siempre está asociado a impactar y dejar huella en la vida de los demás, a tener vocación de servicio. Una empresa debe tener beneficios, pero los beneficios deben tener propósito o el final no es difícil de predecir. Los grandes negocios siempre tienen un gran propósito detrás.
Precisamente en Aprendiendo de los mejores 4 y 5 (Alienta), comenzamos la Introducción del volumen 5 diciendo: «El propósito da sentido al trabajo y a la vida. El sentido de la vida es una vida con sentido, y un propósito estimulante hace que merezca la pena vivir. Tienes que encontrar aquello que más te importa y luego que se convierta en tu propósito de vida. Hay algo en ti que el mundo necesita. El éxito es siempre una mezcla de pasión (disfrutar con lo que se hace) y contribución (impactar con nuestro trabajo en la vida de los demás)»
Luego, el equipo de Café Tapiá me preguntaba:
― ¿Y cómo se encuentra el propósito?
Y mi respuesta era:
― El propósito no es algo que te está esperando en la puerta de tu casa: ‘Soy tu propósito, aquí estoy’. Es algo que se descubre, algunos lo descubren antes y otros después. ¿Y cómo se descubre? De una manera: con curiosidad. La curiosidad es la que te lleva a probar, experimentar, trastear, investigar, preguntar… Y quien busca, siempre encuentra.
Al mismo tiempo relataba como en cierta ocasión, a Walter Isaacson ―reputado biógrafo de Albert Einstein, Leonardo da Vinci, Steve Jobs o Elon Musk, entre otros― le hacían una entrevista en La Contra (La Vanguardia) en la que le preguntaban que distinguía a todos esos genios. Y respondía: la curiosidad.
El titular de la entrevista, citando sus palabras, era: Un genio es un curioso sin límites. Él mismo apuntaba en la entrevista: «Lo que todos podemos compartir con un genio es la curiosidad. Son curiosos sin fronteras ni límites más allá de las respuestas que su época les da. No se conforman nunca con lo que saben. Y disfrutan maravillándose e interrogándose ante lo que para los demás resulta evidente».
Como apuntábamos líneas atrás, hay que ir por la vida como un ‘animal curioso’, es decir, con los ojos y los oídos bien abiertos, porque esa actitud de búsqueda es la apropiada para todo, ya sea para crear, inventar, mejorar o también descubrir nuestro propósito, puesto que, en cierto modo, en ello ‘nos va la vida’.
Cuando tu vida tiene propósito tienes más poder. Un propósito superior siempre conduce a un rendimiento superior.
De ello hablábamos precisamente en el artículo 10 claves para una vida (empresa) con propósito donde apuntábamos: «Identificar un propósito y comprometerse con él otorga la confianza suficiente para hacer frente a todas las contrariedades que, antes o después, aparecerán en tu vida, y seguro que no pocas. Y lo más importante, ayuda a fluir más y a ser más felices». No es casual que uno de los bestsellers de Simon Sinek, lleve por título Empieza con el porqué, donde dice: “El tener un porqué cambia la visión de todo. Lo que produces y cómo lo produces es solo una consecuencia de por qué lo haces”.
Pocas personas tienen claro su propósito desde muy temprana edad; es más un proceso de descubrimiento que va surgiendo, con el que uno va profundizando y enamorándose. Como escribía recientemente en una publicación de Instagram:
«El sentido de la vida es personal, y tú debes encontrar el tuyo. Y luego, hacerlo tu propósito de vida. Tu misión en la vida es encontrar el negocio (proyecto) que te necesita. Hay algo ahí fuera esperándote sólo a ti».
Fuente: https://franciscoalcaide.com/blog-francisco-alcaide-2/347-y-como-puedo-descubrir-mi-proposito