«La principal tarea de un hombre es darse a luz a si mismo, convertirse en lo que potencialmente es. El producto mas importante de su esfuerzo es su propia personalidad» Erich Fromm
El primero de ellos (Del tener al ser), es una hoja de ruta trazada por el autor, que quiere ayudar a liberarnos de la doctrina materialista que impera en nuestra sociedad, donde es más importante acumular riqueza que desarrollarnos plenamente como individuos.
«El bienestar del hombre; su plena humanización le exige cambiar de orientación: de la posesión a la actividad y del egoísmo a la solidaridad.»
«Parece que la naturaleza —o, si se prefiere, la evolución— ha dado a todo ser viviente esta voluntad de vivir, y cualesquiera crea el hombre que son sus motivos, no son más que ideas derivadas con las que justifica este impulso biológico.
El querer vivir, el gustarnos vivir, es cosa que no necesita explicación. Pero si nos preguntamos cómo queremos vivir, qué pedimos a la vida, qué le hace tener sentido para nosotros; se trata, verdaderamente, de preguntas —más o menos idénticas— que recibirán muchas respuestas diferentes. Unos dirán que quieren amor, otros escogerán el poder, otros seguridad y, otros, placeres sensuales y comodidades, mientras que otros preferirán la fama; pero lo más probable es que la mayoría coincidan en decir que quieren ser felices . Y éste es también, para la mayoría de los filósofos y de los teólogos, el propósito de los afanes humanos. Pero si entendemos por felicidad cosas tan diferentes e incompatibles como las citadas, será una idea abstracta y más bien vana. Se trata de examinar qué significa este término, tanto para el filósofo como para el profano.»
«Esto puede entenderlo cualquier jardinero. El fin de la vida de un rosal es llegar a realizar todo su potencial: que sus hojas se desarrollen bien y que su flor sea la rosa más perfecta que pueda nacer de su semilla. El jardinero sabe que, para alcanzar este objetivo, debe seguir ciertas normas conocidas por experiencia. El rosal necesita un tipo especial de tierra, de humedad, de temperatura, de sol y sombra. A él corresponde procurárselos si quiere conseguir buenas rosas. Pero, incluso sin su ayuda, el rosal trata de satisfacerse un máximo de necesidades. No puede modificar en nada la tierra y la humedad, pero puede, si tiene la oportunidad,inclinarse hacia el sol… ¿Por qué no habría de ocurrir lo mismo con el género humano?
Aun careciendo de conocimientos teóricos sobre los motivos de que ciertas normas conduzcan al óptimo desarrollo y ejercicio del hombre, la experiencia nos enseña, al menos, tanto como al jardinero. Ésta es la razón por la que todos los grandes maestros de la humanidad han llegado a enseñar, esencialmente, las mismas normas, que se resumen en la necesidad de vencer la codicia, el engaño y el odio y de conseguir amor y participación, como condición para alcanzar un grado óptimo de ser.»
«La finalidad de la vida, puede definirse como un crecimiento propio que nos acerque todo lo posible al óptimo desarrollo de acuerdo con las condiciones de la existencia humana, llegando a ser plenamente lo que somos en potencia; dejar que, dada la naturaleza del hombre, la razón o la experiencia nos lleven a comprender qué normas conducen al bienestar»
«Si el «bienestar», si el vivir bien como persona es el fin supremo de los propios esfuerzos, se nos presentan dos buenos cambios para alcanzar esta meta: superar nuestro narcisismo y superar nuestra estructura existencial centrada en la posesión.»
«El narcisismo es una orientación por la que todo interés y toda pasión se dirigen a la propia persona… Para el narcisista, lo único plenamente real es él mismo y lo que le afecta. Lo exterior, lo que se refiere a otros, sólo le es real en el sentido superficial de la percepción, o sea, es real para sus sentidos y para su intelecto, pero no es real en un sentido más profundo, para su sentimiento o su entendimiento. De hecho, sólo es consciente de lo exterior en tanto le afecte. Por tanto, no hay amor, ni participación, ni juicio racional objetivo. El narcisista extremo ha levantado un muro invisible entorno suyo. Él lo es todo y el mundo no es nada; o mejor: él es el mundo.»
«El egoísta… lo quiere todo para sí, no le gusta dar ni compartir, no encuentra satisfacción en la solidaridad, la cooperación ni el amor; es una fortaleza incomunicada, receloso de los demás, ansioso de tomar y reacio a dar.»
«Si tenemos la voluntad y la determinación de romper los barrotes de la prisión del narcisismo y del egoísmo; y si tenemos el valor de soportar la angustia correspondiente, sentiremos los primeros atisbos de la alegría y de la fortaleza que al final podremos alcanzar. Entonces, un nuevo elemento entrará en escena. Esta nueva sensación llegará a ser el móvil decisivo para perseverar y continuar por el camino emprendido… Una nueva sensación de bienestar —por pequeña y efímera que sea— …se convertirá en el móvil más fuerte para seguir avanzando y se reforzará a cada avance.
Conciencia, voluntad, práctica, tolerancia al miedo y a las nuevas experiencias: todo esto hace falta si ha de lograrse la transformación del individuo. En cierto momento, la energía y la dirección de las fuerzas interiores habrán cambiado hasta el punto de cambiar también el sentido de la propia identidad. Con la orientación al tener, mi lema es: « Soy lo que tengo ». Superada esta orientación, el lema es: «Soy lo que estoy siendo», o «Soy lo que hago» (en el sentido de actividad no enajenada).»
Excelente articulo lus felicito
Muchas gracias por tu comentario, Manuels
Recibe un cordial saludo
JC
Temática muy importante en estos tiempos, en los que que el materialismo y el poder del dinero y el poder político están por encima de los derechos individual de las personas.
Gracias
Muchas gracias por tu comentario, Carlos
Recibe un cordial saludo
JC