Para lograr, es menester llegar al punto de equilibrio lo más rápido posible o mejor aún, antes que se agote el capital.
La primera vez que se logra, debería ser una celebración para el emprendedor, ya que ha logrado pasar por primera vez a la cuarta etapa de su emprendimiento: el ser autosustentable, el problema es que ni los gastos son estáticos (estos frecuentemente aumentan) ni los ingresos son fijos (normalmente fluctúan tanto por causas iniciadas en la empresa como por factores externos a esta).
Sin embargo, una vez en esta etapa, es momento oportuno para determinar si es posible ampliarse, o si es menester cambiar el enfoque inicial del emprendimiento, por ello, esta etapa es muy corta.
Comparto una caricatura que ilustra muy bien este punto, de nuestros amigos de Entrepreneuras:
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www.entrepreneuras.com Octubre 2013. |
Una vez alcanzado el punto de equilibrio, vienen decisiones que permitirán expandir el proyecto, y por ende, recurrir a créditos o ampliación de capital, para invertir y por ende, ampliar el tamaño de nuestras operaciones iniciales. En esta caso estaremos en presencia de la metamorfosis: de emprendedor a empresario, y esto significa lograr la adultez financiera y del proyecto, lo que significa, ampliación de personal y la presencia de mayor cantidad de directivos medios.
O bien, la necesidad de adaptar el proyecto inicial a las necesidades reales que el mercado ha apuntado, lo que significa reestructurar el emprendimiento, por ejemplo, pasar de un restaurante a una feria de comida rápida, o de comida rápida a comida sana, o de comida sana a vegetariana, y así como ejemplo de adaptaciones a los nichos descubiertos, hasta lograr no sólo mantenerse más tiempo en el punto de equilibrio, sino obtener beneficios anuales, y lograr entonces, colocarse en la primera situación: pensar en una expansión.
Por supuesto, también es posible que la duración del tiempo en el punto de equilibrio, se ha ampliado y no se ha logrado obtener beneficios, o por el contrario, se ha vuelto a pérdidas operativas, en este caso, es menester entender que a veces, es correcto cerrar un capítulo y comenzar otro nuevo, lo que significa el cierre definitivo de operaciones del emprendimiento, algo que si bien es traumático no sólo emocional, sino financieramente, es parte inherente del proceso de emprender.
Sí, también hay que bajarse de la montaña rusa, si se va la energía eléctrica, por eso, siempre ten un plan de salida, en caso que dicha situación se presente.