El destino de una empresa hoy más que nunca está supeditado a la estrategia del negocio. La competencia, los clientes y los cambios cada vez más dinámicos en nuestro entorno exigen a la alta dirección más capacidad, mayores conocimientos, más análisis, mejores prácticas y gran liderazgo, pero el “margen de error” es cada vez menor. Por esto que el éxito de una gestión se respalda en tomar decisiones estratégicas que den rumbo y certeza a la organización.
La estrategia es arte, ciencia, inspiración y genialidad que se basa en observación, creatividad, análisis, intuición, enfoque, flexibilidad, visión, experiencia y mil cosas más. Elementos todos que se retroalimentan del “ambiente” y/o del “campo de batalla” en el que se desenvuelve la empresa.
Cada organización desde sus circunstancias particulares, puede elegir el “terreno” en el que sus oportunidades de prevalecer sean superiores. ¿Pero cómo saber cuándo ajustar o redefinir la estrategia de negocios?
Si tu estrategia ha perdido “punch”, si es obsoleta, si has dejado de crecer, si tu competencia te está superando o has perdido participación en el mercado, éste es el momento para reconsiderar tu estrategia actual.
A continuación te comparto algunos indicadores que te permitirán reconocer si es momento de evolucionar, ajustar o redefinir la estrategia en tu empresa:
CIFRAS, DATOS, GRÁFICAS…
Una evaluación “fría” y “objetiva” de tu situación actual, te permitirá reconocer si el camino seguido es el indicado (los números lo confirman) o quizá es preciso analizar nuevas posibilidades reenfocando los esfuerzos y recursos de la organización.
En la experiencia de nuestra firma, cuando los resultados en facturación no se alcanzan regularmente las causas son dos:
1.- Problemas en la Estrategia
No existe, está mal definida, no funciona, ha sido superada, no se comparte, no está alineada, etcétera… el problema en estos casos es estratégico.
2.- Falta de habilidades, capacidades y competencias del equipo comercial
El equipo comercial carece del entrenamiento requerido para hacer que las “cosas sucedan”, se pierden las escasas oportunidades que se presentan puesto que no tiene las competencias para prevalecer y triunfar. Aquí, el problema es la falta de entrenamiento.
¿Ya identificaste cuál es el problema que enfrenta tu empresa? Recuerda lo siguiente: