Por: Diego Parra / diego.parra@grandespatrimonios.co
Al permitir que sus empleados desarrollen proyectos propios, las empresas no solo pueden aumentar sus ganancias, sino retener al mejor personal y ampliar su espectro en el entorno competitivo en el que operan en la actualidad.
El emprendimiento es una de las herramientas clave para la formación de nuevos talentos. Sin embargo, a los empresarios los asalta una duda. ¿Cómo transmitir su mismo espíritu a su equipo? Si no lo hacen, sus empleados podrían convertirse en excelentes seguidores, pero nunca en líderes con visión. Es por esto que algunos están diseñando mecanismos para que los trabajadores tengan la posibilidad de estructurar proyectos alternos. Así, formalizan planes de diversificación y permiten que las personas realicen sus sueños sin tener que renunciar a su trabajo actual.
En el mundo empresarial, los emprendedores que resaltan son usualmente los fundadores. Estos individuos inteligentes y proactivos suelen identificar una buena oportunidad comercial o financiera y, luego de juntar algo de dinero, pueden iniciar una compañía. Sus herederos y los miembros clave, se supone, deben cuidar y hacer crecer su proyecto; no se espera que sean creativos. Incluso, el intento de reinventar puede ser visto como deslealtad en algunos casos.
Creemos que ha llegado el momento de volver a evaluar la importancia de los empresarios, no sólo para la continuidad de sus emporios, sino también para lograr que sean exitosos. Los que desean permanecer en el tiempo no tienen más remedio que fomentar el espíritu innovador dentro y fuera de sus murallas por las siguientes razones.
1. El negocio: en el entorno competitivo de hoy, con cambios tecnológicos acelerados e industrias de rápida evolución, no vale la pena apegarse demasiado a las líneas actuales o métodos para suplir las necesidades del cliente. Es necesario cambiar regularmente lo que se hace y vende, y, probablemente, la forma de hacerlo o venderlo. Hay que ser ágil y, cuando ciertas líneas de acción decaigan, ser capaz de identificar oportunidades de crecimiento en la industria en general. Hay que arriesgarse a llevarlas a cabo de forma experimental y rentable. Es necesario tener una actitud ingeniosa, tomar los riesgos de un emprendedor.
Los empresarios son buenos en detectar posibilidades comerciales y en la consecución de nuevos productos o servicios, incluso cuando no controlan la gente o los recursos necesarios para lograrlo. Ellos saben cómo atraer personas talentosas, para ayudarles cuando su idea no se ha llevado a la práctica, conseguir la financiación y despertar el interés de los compradores en su actividad. Otros pueden parecer arriesgados, pero hay unos que son realmente sobresalientes en conseguir a más interesados en tomar esos riesgos. Este tipo de personajes son los que se requieren porque tienen visión de crecimiento y diversificación.
2. Los dueños: hemos pasado mucho tiempo estudiando por qué algunas empresas logran ser exitosas financieramente a través del tiempo y otras no. En realidad, la mayoría no lo logran. ¿Qué tienen las que sí conquistan la meta? Hay tres razones por las que se produce este fenómeno.
En primer lugar, los accionistas observan cambios importantes en su industria y se amoldan mediante la apuesta por nuevas actividades. En pocas palabras, deben ser ante todo empresarios y/o tener visión de negocios.
En segundo lugar, las organizaciones triunfan porque invierten en actividades productivas (incluyendo el desarrollo de capacidades en los empleados). Adicionalmente, mantienen una cultura que alienta a sus integrantes para crear cosas con un valor duradero.
En tercer lugar, las más exitosas siguen siendo unidas, mantienen la lealtad y el apoyo entre sí y son fieles a la misión de la empresa. Invertir en el talento emprendedor de la organización puede contribuir a la riqueza compartida. Los miembros de la nueva generación del milenio o Millenials, con edades entre los 15 y los 30 años, parecen especialmente interesados en ser emprendedores.
¿Líderes o gregarios?
Las características de los negocios y de sus dueños delimitan el escenario en el que se puede materializar la tendencia de generar otros alternos al interior de las organizaciones. Paralelamente, solo es posible lograr trascender si se activan los siguientes mecanismos*1:
1. Autonomía: para que los empleadores se entusiasmen y propongan proyectos novedosos, se requiere tiempo e independencia. De ahí que las empresas que impulsan el emprendimiento tengan entre sus políticas dar tiempo libre para la generación de nuevas ideas.
2. Patrocinante: es importante que los trabajadores tengan mentores y que estos, a su vez, puedan vincularlos rápidamente con gerentes o ejecutivos de otras instituciones o entidades, algo que no ocurriría si el proceso se condujera de forma apartada. Los mentores también apoyan buscando financiamiento, ayudando a elaborar el piloto y en la generación de redes.
3. Remuneración: el intraemprendimiento se puede trabajar a través de una estructura de bonos. A estos acceden quienes tienen cargos de niveles medios con alto potencial y se hacen cargo de un proyecto clave de la compañía. El gran motivador es que pueden ascender mientras avanzan con su idea. Además, están en contacto con el gerente general y otros responsables de áreas.
4. El beneficio de ser dueño: sin duda, uno de los mayores incentivos para los emprendedores es controlar su proyecto. Para ellos es vital hacer parte de la iniciativa que apoyaron, sentir que les pertenece. Esto puede ir acompañado de la participación en acciones de la empresa.
Aunque invertir en intraemprendimientos suena atractivo, se debe hacer de manera objetiva y sobre la base de la viabilidad de los planes económicos y comerciales. De ser así, el mensaje que se está enviando a toda la organización es importante: la empresa está comprometida en la generación de valor.
Fuente http://www.misionpyme.com/home/negocios/5438-las-ventajas-del-intraemprendimiento