[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Tenemos un problema. Y lo extraño es que, no sólo lo sabemos, si no que nos orgullecemos de ello y lo contamos como si fuera un éxito. Justamente hoy una compañera me ha contado que está tan agobiada con su trabajo que durante las últimas tres semanas ha dormido una media de cuatro horas al día. No me lo contaba como una queja o como para desahogarse, estaba orgullosa de ello. Y no es la única. Yo mismo me he visto en alguna ocasión prácticamente ‘vacilando’ de no tener tiempo ni para salir a ver el fútbol y echarme una cerveza.
¿Por qué este comportamiento tan irracional ante lo que realmente es un problema y serio? La respuesta, según opinión personal, es que nos encontramos dentro de una burbuja, una en la que parece que estar vivo en este mundo es estar en cuantas más cosas podamos hasta el punto de vernos sobrepasados por ellas.
Y, como toda burbuja, su naturaleza no es otra que crecer de forma exponencial hasta que, en algún momento antes o después, reviente y nos deje con cara de pasmados preguntándonos a nosotros mismos cómo hemos llegado a ese punto. Ese ‘activo’ que estamos hinchando hasta que explote es la importancia que le damos a estar en todo, a hacer de todo, a tocar todos los temas, a conseguirlo todo. En otras palabras, se trata de la búsqueda sinsentido del ‘más, más y más todavía’.
Esta situación es posible por el efecto de tres poderosas fuerzas: la tecnología y sus dispositivos, las redes sociales y un consumismo extremo. La consecuencia no es una sobredosis de información como tanto se habla, si no una sobredosis de opinión. Estamos más al tanto que en ningún momento de nuestra historia de qué están haciendo los demás y, por tanto, de qué ”deberíamos” estar haciendo nosotros. En el proceso, nos hemos vendido a una curiosa idea del éxito: el mejor es el que más cosas sabe y puede hacer. De ahí que, cuando nos vemos desbordados por trabajo y no tenemos tiempo para nada, lo asociamos con ser personas de cierto éxito. Nos creemos importantes.
No sólo somos adictos a esa droga del ‘más y más’, sino que contribuimos al crecimiento de esta burbuja. Nos vemos involucrados en una carrera por hacer el mejor master, por realizar tareas gigantes en periodos límites de tiempo absurdos, por sacar tiempo para el gymnasio, para las clases de inglés, para el carnet del camión (que tu me dirás para que lo quieres..) y por supuesto que no falte tiempo para salir de fiesta y mantener una animada vida social. Y todo esto con lo que conlleva: agobio, estrés, falta de sueño…
Y es curioso porque, nuestra respuesta al problema del ‘más’ es siempre eso mismo, más. Necesitamos más tecnología para crear más tecnología, más carga de trabajo para conseguir más trabajo. Queremos conseguir formas fáciles de hacer las cosas para liberar algo de tiempo y, como no, llenar ese tiempo con algo más que hacer todavía.
Por suerte, hay una cura para esta enfermedad, para la búsqueda sinsentido del ‘más’. Se trata de la búsqueda del ‘menos’, pero mejor. Cortar por lo sano tu diversificación del trabajo y centrarte en sólo una o dos actividades. La especialización frente a la diversificación.
Esta teoría por así llamarla se basa en que debemos vivir nuestra vida sólo orientada a lo que es esencial y debemos por tanto eliminar o ignorar todo lo demás. Cosas tan simples como ponerte límite de horas de trabajo diarias, respetar los fines de semana y los festivos, olvidarte de la tecnología por las noches e incluso crear zonas libres de tecnología y de trabajo en tu casa. Por ejemplo dejar de comentar fotos en Facebook y dar likes y quedar con los pocos amigos que realmente sean importantes. En vez de correr de reunión en reunión, asegurarte que hay tiempo entre unas y otras para asimilar de la que sales y preparar la siguiente.
Y aunque os pueda parecer una obviedad o una tontería, esta forma de pensar es la que se está imponiendo y está triunfando. No tenéis más que echar un ojo a las cabinas de siestas que tienen en las oficinas de Google o los espacios para meditación de las de Twitter.
La gente y las empresas se están dando cuenta de que cuando esa ‘burbuja del más’ reviente – porque lo hará – quien estuviera dentro se quedará con la sensación de que ha malgastado su tiempo diversificando su esfuerzo en mil tareas que finalmente no le servirán para nada. Nos daremos cuenta de que hemos dejado pasar las oportunidades que realmente merecían la pena a cambio de otras muchas que realmente no nos aportaban lo suficiente.
Si te sientes identificado con esto, si crees que es tu caso, aquí tienes unos pequeños consejos para que seas capaz de centrarte en lo que realmente importa.
3 reglas para evitar no tener tiempo para nada.
1. Di que no a una oportunidad cada semana.
Sólo por el hecho de que se nos presente la oportunidad de involucrarnos en un proyecto no significa que realmente sea una buena elección. Si realmente sabes que es esencial para ti, podrás rechazar ofertas de trabajo que de otra forma te quitarían muchísimo tiempo. Inténtalo, aunque te cueste te aseguro que te sentirás mejor.
2. Pregúntate si te merece la pena seguir en algo o es hora de pasar página.
No toda actividad que te resulte provechosa tiene que convertirse en habitual. Si ves que con algún trabajo en concreto triunfas y te va bien, disfruta, aprende de ello y, si es necesario, pasa página. La avaricia rompe el saco y de sabios es saber cuando es hora de pasar a otra cosa.
3. Oblígate a ponderar que es importante y que no
Si quieres que las cosas triviales y de menos importancia no acaben quitándote el tiempo que necesitarías para otras realmente esenciales, te convendría de vez en cuando dedicar algo de tiempo a analizar y organizar tu trabajo, no simplemente trabajar como una mula. Te recomiendo la ‘regla del tres’: cada tres meses dedica tres horas a identificar cuales son tus tres objetivos principales para tus próximos 3 meses.
Así que según yo lo veo tenemos dos opciones. Podemos ser otra de esas personas que por querer triunfar se meten en la ‘burbuja del más’ o podemos ver el sinsentido que esto supone y analizar bien que es lo que realmente importa en esta vida, y centrarte en ello. ¿De qué tipo eres tú?
Si te gustó el artículo y la temática del Blog por favor sería muy interesante
para todos que nos dejes tu comentario.
Además, puedes recibir todos los artículos completos en tu buzón de e-mail
ingresando tu dirección de correo en:
Tu dirección de e-mail solo se utilizará para mandarte la actualización del blog diariamente.
Ten la precaución de escribir bien tu dirección y luego debes confirmar la suscripción aceptando un mail que recibirás en tu casilla desde Feedburner. Sólo entonces estarás realmente suscripto !!
Muchas gracias por acompañarnos.
Puedes encontrar MUCHO más material relacionado a este tema que te interesa en nuestro Blog Grandes Pymes
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]