La falta de aceptación de los acontecimientos que no podemos evitar en nuestra vida, y de las personas con las que tenemos que tratar diariamente conlleva una pérdida de energía innecesaria que podríamos emplear en otras actividades gratificantes para nosotros.
Lo que nos ocurre normalmente es que no sabemos, o creemos que no se puede, emplear la inteligencia para ser más felices.
Se trata sólo de pararse un momento y darse cuenta de que estamos muy cansados. Si lo estamos es porque hemos gastado nuestra energía.
¿En qué? ¿En trabajar? Sí, es posible. Aunque conozco muchas personas que no trabajan demasiado y sin embargo siempre están cansados.
¿Qué parte de nuestra energía estamos desperdiciando en sorprendernos, frustrarnos o enfadarnos por algo que no podemos evitar?
Es decir, si por ejemplo tenemos un jefe que no actúa como nos gustaría , deberíamos aceptarlo de una vez, o por el contrario indignarnos cada vez que haga algo que no nos agrade como si no supiéramos ya que va a actuar así, porque no sabe o no quiere hacerlo de otra forma.
Si cada día nos irritáramos porque los pájaros cantan ¿Iban a dejar estos de cantar? Nuestra depresión, nuestra ira, y nuestra falta de aceptación no solo no va a cambiar los acontecimientos externos sino que además va a afectar a nuestra salud, y a nuestra capacidad para estar bien y disfrutar de las cosas agradables que tiene la vida, que son muchas.
Lo inteligente entonces será conservar nuestra energía para desarrollar nuestros talentos y enriquecernos a nosotros mismos y a la sociedad y no desperdiciarla en acontecimientos y personajillos insignificantes.
Vía: http://www.tesoroespiritual.blogspot.com