Modo Oscuro Modo Claro

Que miedo da la verdad.

por Aída

Ayer, leyendo el último libro de Ángel Martín («Punto para los locos») me llamó la atención un párrafo, decía algo así:
 
«Qué miedo da la verdad.

Le tenemos tanto miedo a la verdad que evitamos preguntar y preguntarnos ciertas cosas, por si no somos capaces de procesar la respuesta».

Qué razón tiene.
 
Le tenemos tanto miedo que nos inventamos mil excusas. Preferimos vivir en la duda. Nos hacemos las despistadas… Que si no es el momento, que si mejor luego.
 
Evitamos preguntar y preguntarnos ciertas cosas y ¿sabes por qué?
 
Por si la respuesta no te gusta, por si la respuesta duele, por miedo a no estar preparada para lo que viene después.
 
Pero te digo una cosa, Juan.
 
Tienes que conocer esa respuesta.
Porque hay algo peor que una verdad quizá dolorosa o difícil… Vivir en piloto automático, dejando que la vida pase mientras fingimos que todo va bien.
 
Da miedo, ¿verdad? Y hasta parece mejor seguir como hasta ahora, en esa zona «cómoda» donde nada duele…
 
Pero tampoco cambia.
 
Y tampoco eres feliz… Y eso es lo importante.

Pero mira, lo bueno de todo esto, lo que quiero que sepas es que saber lo que quieres, preguntarte eso que no te quieres preguntar NO significa que tengas que actuar ya mismo.

No tienes que revolucionar tu vida de hoy para mañana (si no quieres).
No tienes que tomar decisiones drásticas ahora mismo solo por saber lo que quieres.

Pero sí ser valiente y mirar la realidad a los ojos. Porque no hay otra manera (y aquí quedaría bien el hashtag #amigadatecuenta).
 
Conocer esa verdad o verdades te ayudará a poner todas las cartas sobre la mesa, a poder decirte:  «Vale, esto es lo que hay. ¿Qué opciones tengo? ¿Qué quiero realmente?».
 
Aunque no hagas nada todavía.
 
Te lo digo porque yo también he estado ahí, paralizada y evitando respuestas incómodas. Y no te va a hacer feliz, ya te lo adelanto.
 
Por eso, creé el curso «Qué Hacer Cuando No Sabes Qué Hacer», para ayudarte.
No es otro curso más de desarrollo personal todo bonito y positivo. Es directo, real y honesto.

Aquí no venimos a ponernos una venda en los ojos. Venimos a:

– Mirar la verdad a la cara (aunque te tiemble todo, que a veces pasa, podemos convivir con esa incomodidad temporal, vas a estar bien).
– Entender qué quieres de verdad.
– Y ver qué haces con eso.

Y tranquila, que no hay prisa. No te voy a decir que cambies tu vida mañana. Pero sí que la mires de frente. Que sepas dónde estás. Porque esto te ayudará a:

Despertar cada mañana en paz con tus decisiones.
Tener claridad mental para tomar las riendas de tu vida.
Sentir la confianza de quien sabe lo que quiere y hacia donde va.

Si estás cansada de hacer como que no pasa nada… igual es tu momento.

Agregar Comentario Agregar Comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Post Anterior

𝗟𝗶́𝗺𝗶𝘁𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮… ¿𝗦𝗼𝗰𝗶𝗼𝘀?

Próximo Post

𝗪𝗶𝗹𝗹 𝗦𝗺𝗶𝘁𝗵