por Mario Rizo Rivas
Alguna vez, Jorge Valdano contรณ en un podcast que, antes de salir a jugar la final de un Mundial, Maradona se encontraba vomitando en el baรฑo de los vestidores. En el campo de juego quien lo viera jugar no se imaginarรญa esto: Maradona era aquรฉl que siempre pedรญa la pelota; nunca se escondรญa, siempre era el protagonistaโฆ pero, como lo ilustra la anรฉcdota, hasta a los gigantes se les retuerce el estรณmago.
En otra ocasiรณn, escuchaba a un reportero preguntarle a Michael Jordan, โยฟCรณmo es posible que usted pueda anotar ese tiro libre con la inmensa presiรณn encima?โ, a lo que รฉl respondiรณ, โPorque es un tiro que he practicado cientos de miles de veces en mi carreraโ. Yo no soy deportista profesional, pero sรฉ que puedo amarrarme las agujetas casi sin pensarlo porque lo he hecho diariamente durante dรฉcadas. Si tuviera que atรกrmelas en la cancha del Estadio Azteca, frente a 80 mil personas, sรฉ que podrรญa hacerlo, aunque me temblaran las manos.
Conozco a un emprendedor que, ademรกs de ya tener varios aรฑos en el oficio, es alguien al que ya no le preocupa mucho equivocarse. Este muchacho sostiene que algo tiene que ver su diagnรณstico de TDAH (Trastorno de Dรฉficit de Atenciรณn e Hiperactividad), porque segรบn le dice su psiquiatra, las personas con este trastorno, a pesar de ser ansiosas, manejan mucho mejor las situaciones de crisis.
Es decir, en vez de alborotarse, se concentran. Pero dice tambiรฉn que no todo se debe a su cerebro, sino a que se ha equivocado demasiadas veces. Y asรญ como pasa con todo lo que uno prรกctica, ya conoce perfectamente quรฉ es lo que tiene que hacer justo despuรฉs de equivocarse, casi como una metodologรญa. Dicho de otro modo: si equivocarse fuera un terremoto, รฉl ya tiene su maleta lista, ya sabe dรณnde estรก la salida de emergencia y cรณmo salir del edificio sin que le caiga un escombro encima. Quizรก no pueda controlar los terremotos, pero sabe quรฉ hacer cuando uno se aparece.
Entonces, hasta aquรญ tres cosas: 1) incluso los gigantes tienen miedo de equivocarse; 2) la presiรณn se combate practicando; 3) no podemos ser perfectos, pero sรญ podemos prepararnos para una equivocaciรณn. En resumen, sรญ estรก en nuestro control cรณmo enfrentamos tanto el error como la posibilidad de cometerlo.
Otra anรฉcdota: en sus comienzos, el famoso actor y comediante Will Ferrell tenรญa tanto miedo a subirse al escenario que, para perderlo, practicรณ haciendo otras cosas que le daban vergรผenza, como usar disfraces ridรญculos en pรบblico. Creo que esa anรฉcdota es valiosa porque los comediantes muchas veces no saben quรฉ serรก gracioso y quรฉ serรก ridรญculo hasta que lo prueban frente a una audiencia. Para innovar, estรกn siempre cruzando la delgada lรญnea del aplauso y el abucheo frente a un pรบblico no siempre muy comprensivo. En las empresas, innovar es igual: no se pueden tener nuevas ideas si hay miedo de hacer el ridรญculo. Sabemos que asรญ hacen los emprendedores: probar, corregir, iterar.
โSi equivocarse fuera un terremoto, รฉl ya tiene su maleta lista, ya sabe dรณnde es la salida de emergencia y cรณmo salir del edificioโ.
A lo que quiero llegar es simple: una persona confiable no es aquella que nunca se equivoca. Una persona confiable es aquella en la que confiamos incluso sabiendo que puede fallar, porque sabemos que, en vez de cubrir y huir del error, harรก lo correcto: lo asumirรก, aprenderรก de รฉste, y lo corregirรก.
Practicar equivocarse tiene su propio mรฉrito: primero, porque aprendes que no se acaba el mundo si te equivocas. Segundo, porque te das cuenta de que tus errores no te definen. Y tercero, porque ante un error tambiรฉn hay que tener los arrestos para no dejarse vencer por el miedo, la vergรผenza o la inseguridad. Como decรญa mi amigo el emprendedor, por algo es por lo que uno debe evacuar en orden, tranquilo y sin gritar cuando hay un terremoto.โ No importa cuรกntos errores cometas o lo lento que sea tu progreso, todavรญa estรกs muy por delante de quienes no lo intentanโ. Tony Robbins.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/practica-tu-miedo-al-error-hasta-los-mas-grandes-tienen-temor-a-equivocarse