por Juan Merodio
Según mi experiencia, la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas quieren hacerlas crecer. Hay muchas razones para hacer crecer su negocio, incluidas las economías de escala. Pero algunos empresarios -que normalmente podrían hacer crecer sus negocios- optan por limitar el crecimiento de sus empresas. ¿Por qué?
Hemos oído el mantra: hay que crecer o morir. Sin embargo, hemos encontrado un ejemplo tras otro de empresarios que desmienten este mito.
5 razones por las que estos empresarios han decidido limitar el crecimiento de sus empresas.
1. Tiempo necesario para alcanzar la rentabilidad
Las nuevas empresas pueden tardar un tiempo en alcanzar la rentabilidad, a medida que sus propietarios perfeccionan el modelo de negocio. De hecho, a menudo he aconsejado a los empresarios que se aseguren de tener un modelo de negocio rentable antes de crecer.
Si te cuesta 7 € en material y mano de obra fabricar un producto que vendes a 5 €, no vas a ser rentable. Obviamente, no se puede mantener el negocio mucho tiempo con un modelo en el que se pierde dinero.
2. Intentar no poner en riesgo la estabilidad financiera
Cuando una empresa genera suficiente liquidez para que el propietario alcance sus objetivos financieros, muchas personas deciden no incurrir en el riesgo adicional asociado a un mayor crecimiento.
Una conversación que tuve con un empresario me contaba que su casa está pagada, sus coches están pagados, su segunda residencia está pagada, y el local de su negocio está pagado. Decía que tenía un estilo de vida que le gustaba.
Sí, podría hacer crecer su negocio, pero eso significaría hacer una inversión importante económica en equipos, materiales, locales y de tiempo. Sería arriesgado.
Si ya tenía todo lo que quería ¿por qué arriesgarse a perderlo?
3. Falta de voluntad de querer dejar de hacer lo que haces
Conocemos a un fantástico peluquero. Le gusta hacer maravillosos peinados, tratar con mucho cariño a sus clientes. Es un verdadero artesano. Sin embargo, no puede o no quiere delegar en otra persona. Cree que nadie puede conseguir el mismo trato que él consigue. Así que, si sigue insistiendo en pasarse los días siendo él quien haga todo, el tamaño de su empresa seguirá estando limitado por su propia capacidad.
4. Evitar la regulación
Una pequeña empresa que conozco ha llegado a tener 45 empleados. Con 50 empleados, estaría sujeto a tener que adaptar e implementar ciertas normativas internas que le cargarían de trabajo extra y costes. El presidente de la empresa decidió no cruzar ese umbral para evitar el requisito burocrático.
5. Deseo de mantener un crecimiento sostenible
En algunas empresas, el crecimiento requiere capital. Pensemos en una empresa con escasos márgenes de beneficio y que necesita una gran cantidad de existencias y cuentas por cobrar. Un € de crecimiento de las ventas bien puede utilizar más efectivo del que arroja el primer año.
En este caso, los propietarios se enfrentan a la decisión de obtener financiación externa o limitar el crecimiento a un ritmo que la empresa pueda mantener mediante su propia generación interna de efectivo.
Fuente: entrepreneur .com