por Diego Antoñanzas de Toledo
La vida que nos está tocando vivir está llena de oportunidades para pedir perdón. El problema es que eso de aceptar que has hecho algo mal no está muy de moda. De hecho, los dirigentes políticos de este país ( pero también los de fuera , ahora más famosos que nunca) , no saben aceptar sus fallos y sólo hacen foco en sus aciertos. ¿por qué nos cuesta tanto pedir perdón? ¿cómo pedir perdón de manera efectiva? ¿cuándo sabremos si hemos triunfado pidiendo perdón? Hoy te hablo de un tema que a mi me encanta: reconocer errores y aprender cómo pedir perdón o perdonar con aquellos a los que hemos hecho daño.
Perdonar no es olvidar o de alguna manera justificar que lo que nos hicieron era lo que merecíamos. Aunque ahora te cueste verlo, perdonar es una decisión personal que nos beneficia más a nosotros que a la persona a la que perdonamos. Hoy quiero ayudarte a aprender cómo pedir perdón y sobre todo salir airoso/a de ello. Porque de lo que se trata no es tan sólo contentar a los demás sino «callar» nuestra culpa interna.
¿Qué es el perdón realmente?
De pequeño, y habiendo nacido en una familia de 10 hermanos, me enseñaron lo que era perdonar. Era resarcir el daño que habíamos producido en otro. Pero no me contaron la segunda parte de la película: Perdonar no significa que estés de acuerdo con lo que pasó ni que ignores el daño. Tampoco se tiene que producir una reconciliación ( en formato abrazo sentido) con quien te hirió. Sobre todo si no deseas hacerlo. El perdón es más bien un proceso personal interno: aceptar lo sucedido, dejar ir el resentimiento y centrarte en tu bienestar emocional, en tu propia satisfacción. Es una forma de soltar la carga que llevas y recuperar tu paz mental.
Tres ideas clave para perdonar y sentirte mejor contigo mismo
1. Perdonar es un comportamiento, no un sentimiento
Muchas veces creemos que al perdonar automáticamente dejaremos de sentir dolor, rabia o tristeza. Pero ni nuestro cuerpo ni nuestra mente funcionan así. Perdonar no es borrar emociones, sino gestionarlas adecuadamente. Siempre digo que las emociones son como la energía, ni se crean ni se destruyen, solo se transforman o nos transforman a nosotros ….conforme vamos aceptándolas como válidas.
Por ejemplo:
• Si recuerdas a alguien que te ha hecho daño, en lugar de obsesionarte con esa persona, puedes elegir re-dirigir tu atención a algo más positivo y que no te genere tanto rencor.
• Si te sientes responsable por algo que hiciste ( olvídate de la culpa , que es la peor palabra del castellano), el perdón hacia ti mismo implica dejar de castigarte mentalmente y aprender de la experiencia vivida.
El perdón es un acto mental que nos afecta físicamente: se trata de tomar control sobre tus pensamientos y decidir no alimentar ( echar leña al fuego) al rencor, al enfado, a la rabia o a la tristeza.
2. Perdonar es un compromiso duradero, no un pensamiento momentáneo
Perdonar no ocurre de la noche a la mañana. Requiere de tiempo, esfuerzo y mucha concienciación. Es un proceso continuado en el tiempo en el que decides una y otra vez soltar el resentimiento cada vez que resurgen en tu mente los recuerdos dolorosos. Es como comer sano: no basta con hacerlo un día; requiere constancia y ser perseverante en el pensamiento.
Con el tiempo, este hábito, como todos los que decidimos «intercalar» en nuestra vida, se vuelve más fácil y natural. Aunque las heridas sigan ahí, su impacto emocional disminuye cada día porque has aprendido a manejarlas mejor. Para eso la meditación puede ayudarte, y mucho.
3. Perdonar mira al futuro, no al pasado
Es difícil avanzar hacia delante si tu mente estás atrapada en lo que ya pasó. Soy de los que pienso que ni el pasado ni el futuro existen, sólo podemos disfrutar del presente. Las personas que logran perdonar suelen tener una visión mucho más optimista del futuro: saben lo que quieren para sus vidas y se enfocan en conseguirlo. En cambio quienes se quedan atrapados en la emoción del rencor suelen gastar demasiada energía reviviendo el pasado, y eso les lleva a vivir momentos de rabia y de tristeza.
Pregúntate: ¿qué quiero para mi vida a partir de ahora? Tener metas claras te ayudará a redirigir tu atención hacia lo que realmente importa y dejar atrás lo que ya no puedes cambiar.
Cinco etapas prácticas para aprender para siempre cómo pedir perdón o perdonar
1. Reconoce y acepta tus emociones: Aprende a entender el origen de tu dolor y permítete sentirlo sin juzgarte.
2. Toma la decisión de pedir perdón o de perdonar: Hazlo por ti mismo, no por la otra persona. Por tu bienestar mental.
3. Practica la empatía: Intenta entender las razones detrás de las acciones del otro sin justificarlo. Aplica la compasión ( Con pasión ) … intenta entender por qué el otro hizo lo que hizo, sabiendo la vida que le había tocado vivir ( la aceptación con compasión es maravillosa cuando la descubres)
4. Enfócate en ti: Dedica tu energía a conseguir cada día tu propósito y bienestar personal.
5. Busca ayuda si la necesitas: Puedo ayudarte aplicando coaching ejecutivo en Madrid, especialmente cuando se trata de problemas de tipo profesional. ( aplicados al mundo de los negocios ).
¿Pero merece la pena perdonar?
Pues claro. No sólo porque lo dice la ciencia . El rencor consume gran parte de nuestra energía y afecta nuestra salud emocional y física. Y lo que es peor, también afecta a nuestras relaciones con los demás… por algún lado siempre sale ese rencor… Perdonar te libera de esa carga, mejora tus relaciones y te permite vivir más plenamente. No se trata de hacerle un favor a quien te hizo daño: se trata de darte a ti mismo la oportunidad de ser feliz. ¿ a qué esperas para poner consciencia en ello ? ¿ y a ti qué es lo que más te cuesta de pedir perdón ? me encantará leerte.
Fuente: https://diegoantonanzas.com/como-pedir-perdon-o-perdonar-y-dejar-de-sufrir/