por Anna Johansson
Si tu negocio nunca es demasiado grande como para que puedas hacerlo todo, algo estás haciendo mal.
Al crear y dirigir un negocio, desempeñarás múltiples roles. Tendrás que desempeñar el papel de vendedor, innovador, gerente financiero y líder, a la vez que te ocupas de microtareas rutinarias a lo largo del día. Al principio puede ser divertido, pero con el tiempo, esto te consumirá. Empezarás a trabajar muchas horas, noches y fines de semana, y parecerá que nunca lograrás hacer mella en la creciente cantidad de tareas por completar.
Cuando llegues a este punto (o idealmente, antes), debes considerar delegar parte de tu trabajo. Delegar es un factor clave para el éxito empresarial , tanto a nivel personal como profesional, así que asegúrate de seguir estas siete reglas para hacerlo de manera efectiva:
1. Obligar al delegado.
La mayoría de los emprendedores tienen un sentido natural de responsabilidad en su trabajo. Quieren hacer todo lo que puedan y, en la medida de lo posible, hacer ellos mismos la mayor parte del trabajo. En general, esta es una cualidad admirable que contribuye a un mejor rendimiento general de la startup. Sin embargo, con el tiempo tendrás que obligarte a delegar parte del trabajo, incluso si no quieres. Incluso si se trata de una tarea que deseas realizar activamente, puede que sea mejor delegarla.
2. Sea proactivo.
La segunda regla es ser proactiva al delegar . Si esperas hasta sentirte abrumado y al borde del agotamiento, delegar algunas tareas puede acabar estresándote, y puede que sea demasiado poco y demasiado tarde. En cambio, necesitas reconocer cuándo tu trabajo se acumula demasiado, lo antes posible, y tomar medidas para solucionarlo antes de que se vuelva excesivo. Esto podría incluir contratar a alguien nuevo, organizar tus tareas en listas o ayudar a alguien a desarrollar nuevas habilidades para que se encargue de una parte de tu trabajo.
3. Conozca las fortalezas y debilidades de su equipo.
Antes de empezar a asignar tareas, es importante conocer las fortalezas y debilidades de su equipo. Cada persona aportará algo diferente , así que, si quiere aprovechar al máximo su proceso de delegación, debe atender esas peculiaridades individuales. Por ejemplo, uno de sus trabajadores puede ser lento y metódico, mientras que otro es un poco descuidado, pero muy rápido. Al primero, puedes delegarle tareas importantes, aunque no urgentes, y al segundo, tareas que necesitas realizar de inmediato.
4. Invertir tiempo en la enseñanza.
Al delegar, es fácil decirse: «Tengo que hacer esto, porque soy el único que sabe cómo». Sin duda, hay tareas en tu lista que solo tú sabes hacer, pero eso no significa que no puedas enseñarle a alguien más. Puede que no te guste esta idea, ya que te llevará más tiempo enseñarle a alguien que haga la tarea tú mismo, pero piensa en esa capacitación como una inversión. Solo tienes que enseñarle a alguien una vez, ya a partir de ese momento, puede encargarse de esa tarea indefinidamente.
5. Deja claras tus expectativas.
Al delegar, sea lo más específico posible con sus expectativas. Informe a su compañero de equipo exactamente cómo espera que se complete la tarea y cuándo espera que esté terminada. Si hay varios compañeros de equipo trabajando en un proyecto, establezca responsabilidades claras o, al menos, designe una persona del equipo como líder del proyecto. Tómese un momento para resolver cualquier duda o confusión desde el principio para evitar problemas más adelante.
6. Confía, pero verifica.
Obviamente, confías en que tus empleados harán su mejor trabajo; de lo contrario, no los habrían contratado. Una vez que asignas una tarea y estableces una fecha límite, es justo que confíes en que la completarán. Sin embargo, también es buena idea verificar que el proceso esté en marcha . Establece canales de comunicación abiertos para que tú y tus compañeros de equipo puedan mantenerse al tanto del progreso, a fin de garantizar que se cumpla la fecha límite y que no haya más confusiones.
7. Dar y recibir retroalimentación.
Finalmente, tómate un momento para dar y recibir retroalimentación una vez completada la tarea delegada. Informa a tus empleados si la han gestionado de forma incorrecta (para que lo sepan la próxima vez) y pregúntales qué les pareció tu asignación e instrucciones. De esta manera, con la experiencia, aprenderás mucho sobre el proceso de delegación y podrás aplicar estas lecciones la próxima vez que necesites delegar algo.Estas reglas se centran en asegurar que las tareas delegadas se realicen de manera efectiva, pero aún más, se centran en mantener una carga de trabajo saludable (y tu cordura) como emprendedor. Necesitas aprender a delegar eficazmente; no es opcional. De lo contrario, terminarás dispersándote demasiado, tus tareas no se completarán satisfactoriamente y acabarás agotándote en el proceso.