Por Xavier Marcet
Somos los profesionales que se esculpen a travรฉs de nuestras agendas. Aquello a lo que dedicamos el tiempo nos define. Tambiรฉn la intensidad y la eficiencia con la que usamos el tiempo. Cada uno tiene su tempo y lo encaja como puede en el ritmo con el que viven las organizaciones dรณnde habita. Hay un amplio abanico de usos del tiempo en nuestras profesiones que va desde la procrastinaciรณn contumaz hasta la banalizaciรณn del sentido de urgencia.
Si miramos nuestras agendas, ยฟquรฉ vemos? Reuniones, reuniones, reuniones. Quizรกs algรบn tiempo para entrevistas y algunos recovecos para contestar correos y quizรกs hacer alguna videoconferencia o llamada. Tambiรฉn estรกn los viajes. Alguna inercia profunda parece adueรฑarse incluso de la agenda de aquellos para los que el trabajo es distinto cada dรญa. Las agendas estรกn magnetizadas hacia inercias estructurales que a algunos les confieren seguridad. Tener la agenda llena es la justificaciรณn de muchos, pero tener la agenda llena, no significa generar resultados.
La agenda tiene relaciรณn con nuestras funciones y con nuestra posiciรณn. Vertebramos el tiempo en base a nuestros โquรฉโ (las tareas que se nos asignan) y de nuestros โcรณmoโ (el formato con el que abordamos nuestras tareas) pero en nuestras agendas apenas asoman los โporquรฉโ. Y esa ausencia de sentido es lo que lleva a muchos a desmotivarse, a convertirse en profesionales oscilantes y a dejar de comprometerse progresivamente. Las agendas movidas por los โporquรฉโ son mรกs motivadoras, menos tediosas, mรกs dinรกmicas.

Lo curioso es que cuando nos reunimos en las empresas siempre hablamos con palabras gruesas. Hablamos de estrategia, de innovaciรณn, de poner a los clientes en el centro, de aprendizaje, de valores corporativos, de la importancia de las personas en la organizaciรณn. Pero se terminan los encuentros y cada uno se diluye en la inercia de su agenda.
Y por mucho que hablemos de innovaciรณn si no estรก en nuestras agendas no saldrรก nunca nada nuevo. La innovaciรณn es poner el futuro en la agenda del presente. Nada mรกs. Por mucho que alabemos la formaciรณn si no estรก en nuestras agendas, ยฟcรณmo vamos aprender? Y si no aprendemos, ยฟcรณmo vamos a inspirar a nuestra gente? Respetamos a aquellas personas de las que aprendemos y que nos inspiran. Si no tenemos espacio para crecer como profesionales y como lรญderes, cรณmo vamos a ganar el respeto. Si no tenemos tiempo de escribir ยฟcรณmo sabemos lo que pensamos? Sin escribir, las cosas importantes se desdibujan en la inconsistencia. ยฟCรณmo vamos a poner a los clientes en el centro si nunca hablamos con ellos mรกs allรก de la contingencia, de los pormenores de cualquier relaciรณn transaccional? Si nos toca liderar, ยฟcรณmo vamos a dar ejemplo si no tenemos tiempo de practicar lo que predicamos? Por ejemplo, un lรญder que quiera evangelizar sobre la transformaciรณn digital de su empresa solamente serรก creรญble si รฉl se ha transformado digitalmente como profesional. Y no harรก esa transformaciรณn si no estรก en su agenda personal.
Las agendas no son un pozo sin fondo pero tienen fondos profundos. Nos toca hacer muchas cosas. Vivimos en entornos complejos que nos exigen sentido poliรฉdrico y mucha capacidad de sรญntesis. Nuestras agendas se estiran hasta cierto punto, es cierto, pero se estiran mejor si las llenamos de sentido. Liderar es llenar las agendas de sentido. Liderar es aportar transcendencia a los trabajos rutinarios, es ayudar a que cada uno saque lo mejor de sรญ mismo y lo concrete en su agenda. Liderar es explicitar el porquรฉ hacemos las cosas y dejar autonomรญa para su concreciรณn. Sentido y autonomรญa son lo que evita la desmotivaciรณn. La motivaciรณn es mejor traerla puesta de casa.
Los lรญderes consistentes nos inspiran. La inspiraciรณn es de las cosas que mejor nos rescata de la mediocridad. Una inspiraciรณn importante tiene que ver en cรณmo usamos el tiempo (en el fondo se trata de cรณmo usamos nuestra vida profesional). Debemos empezar a utilizar barรณmetros que nos indiquen realmente cuรกnto tiempo dedicamos a las cosas que decimos que son importantes: deleitar a los clientes, hacer estrategia, innovar, aprender, liderar equipos o grandes comunidades, etc. Nos irรญa muy bien tener agendas que nos dieran automรกticamente transparencia a lo que realmente dedicamos el tiempo. Una herramienta que ademรกs nos permitiera comparar nuestras agendas con las de nuestros lรญderes o con las medias de uso del tiempo en nuestras empresas, quizรกs nuestros amigos del GTD estรฉn en ello.
Las culturas corporativas definen muchรญsimo los usos del tiempo. Por eso cuando pensamos que necesitamos una transformaciรณn cultural, en gran medida, este cambio de cultura se materializa en nuestras agendas. Las culturas consistentes reducen el gap entre lo que dicen y lo que hacen y lo que hacen o estรก en la agenda o no existe.
Fuente: http://www.marianoramosmejia.com.ar/liderar-es-llenar-las-agendas-de-sentido/