por Merce Roura
Es agotador ir por la vida repitiendo el mismo esquema siempre.
La misma historia con otras caras.
La misma escena en otro lugar y en otra película.
Y siempre acaba igual. Siempre rota… Con ese cansancio insoportable de intentarlo todo y nunca conseguir que nada cambie. Con esa culpa enorme por no saber qué hacer y qué dejar de hacer para virar el rumbo y que las cosas se enderecen.
Dándolo todo y recibiendo migajas. Siempre sintiéndote responsable del mundo y teniendo que arrastrar una carga pesada que nadie ve. Porque a veces parece que eres invisible, menos cuando hay malas caras por repartir… Solo sintiéndote reconocida cuando toca arrimar el hombro y pareces indispensable y te necesitan, nunca cuando llegan los reconocimientos y las medallas… Y sintiéndote mal cuando piensas eso porque, en el fondo, no solo sabes que es por cómo te sientes contigo misma, por cómo te tratas, sino que detestas quejarte y ser la víctima porque no te gusta sentirte así.
Y piensas… ¿No podría por una vez salir bien? ¿Qué puedo hacer para que todo cambie? ¿No podría ser un poco más fácil? Tú, como siempre lo pondrías todo de tu parte, darías lo mejor de ti, solo pides que esta vez, no acabe igual. Que te toque un poco más de calma, de felicidad, que todo siga su camino, que salga bien y no te sientas tan harta, tan vacía, tan agotada para nada…
Solo hay una forma. Requiere valentía y honestidad.. Requiere hablarse claro y permitirse mirar dentro de ti y dejar que salga todo el dolor y la basura que acumulas. Requiere ser asombrosamente amable contigo y dejar esa autoexigencia bárbara que siempre te acompaña… Requiere tomar una gran decisión… Soltar lo que crees que eres y que necesitas y empezar un nuevo camino para acompañarte a ti misma.
Y aprender a mirarte de otro modo.
Ver tu valor.
Reconocerte.
Amarte.
Dejar de esperar a que el mundo te dé lo que necesitas y dar un paso tú.
Ver tus heridas, curarlas… Ver tus creencias y cambiarlas. Ver tus miedos y atravesarlos… Ver cómo te pones la zancadilla y cambiar tus hábitos y patrones de pensamiento.
Poner límites y decir basta. Ya toca ¿No crees? Nos lamentamos mucho de que los demás son injustos con nosotros (a veces, lo son) pero no nos damos cuenta de lo que les toleramos y de lo injustos que somos con nosotros al permitirlo.
No, no es fácil, pero tú vas con ventaja porque llevas toda la vida subiendo montañas y esforzándote. Llevas años en ese lado de la vida donde todo es muy complicado y crudo…
Sabes que podrás y tienes ganas de cambiar porque ya lo notas.
Estás en ese punto en el que sabes que tienes que aceptar de una vez por todas que te mereces lo mejor de la vida e ir a por ello… ¿O no?
Esto es paseo por tu mente para entrenarla y dejar de sabotearte la vida…
No necesitas dar ya más vueltas en el fango para darte cuenta de que ese no es tu lugar. ¿Y si ocupas el tuyo?
Fuente: https://mercerou.wordpress.com/2023/10/23/ese-no-es-tu-lugar/