Por Antonio Serrano
1. La empresa familiar en la economía
Siendo la actividad empresarial una actividad de organización de factores productivos planificada de cara a un mercado y, por tanto, sujeta al juego de la oferta y la demanda, con el ánimo de obtener recursos del propio mercado (concepto de empresario en una interpretación histórico actualizadora del art. 1 del Código de Comercio –en adelante, el “CCom”-), el resultado de dicha actividad es precisamente la creación de esas organizaciones que son las empresas, unidades integradas por elementos materiales e inmateriales de muy distinta naturaleza.
Así, dentro de ese tejido industrial que genera la creación de empresas y el desarrollo de su actividad, cobran hoy en día especial relevancia las empresas familiares debido a su enorme peso específico en el PIB y en el empleo de cualquier economía. Por ello, en los últimos años, la literatura académica, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, ha ido ganando interés por el estudio de las empresas familiares y de sus características diferenciales.
En efecto, los últimos datos estadísticos con los que contamos a nivel interno son bastante reveladores, pudiendo destacarse los siguientes:
- Las empresas familiares representan el 90% de las sociedades anónimas y limitadas (1,1 millones de sociedades).
- Las empresas familiares aportan el 60% del valor añadido bruto de manera directa a la economía representando 262.000.000.000 de euros.
- Las empresas familiares representan el 70% de los empleos del conjunto del sector privado, esto es, generan aproximadamente siete millones de puestos de trabajo.
En la empresa familiar la propiedad de la empresa se halla concentrada en un grupo familiar. A medida que se produce un mayor tránsito generacional la propiedad se divide en más ramas o grupos de parentesco.
Estos datos son coherentes con lo que está ocurriendo asimismo a nivel europeo. Así las cosas, las empresas familiares, pese a los cambios que ha impuesto la globalización económica, siguen constituyendo un pilar muy importante de la economía del viejo continente.
En concreto, son responsables de la creación entre el 50 y el 80% de los empleos en la mayoría de países y suponen el 75% de la creación neta de empleo. Además, la patronal europea del sector, European Family Businesses, calcula que por cada 4.000 nuevas empresas de este tipo que se creen las ventas globales subirían en alrededor de 1.000 millones de dólares en 2025
Por otra parte, no se debe desconocer que:
- El 90% de los fundadores pretenden que la propiedad y dirección permanezca en manos de la familia.
- Las empresas familiares tienen una vida media de 35 años.
- El proceso sucesorio solo culmina con éxito entre un 10 y un 15% de los casos.
- El 61% de las empresas familiares se encuentran controladas por la primera generación, el 24% por la segunda generación, el 9% por la tercera y el 6% por la cuarta y siguientes generaciones.
2. Concepto de empresa familiar
Pero, ¿qué se entiende por empresa familiar?, ¿cuáles son elementos diferenciadores del resto de empresas?
Pues bien, la respuesta no es sencilla toda vez que ni siquiera nuestros autores han sido capaces de definir con una cierta homogeneidad y precisión el concepto de empresa familiar.
Ello es debido, entre otras cosas, a las distintas alternativas y formas, tanto societarias como no societarias, que ofrece nuestro ordenamiento jurídico al empresario a la hora de iniciar su actividad económico y su distinto impacto fiscal.
Por otra parte, son muchos los que han querido identificar exclusivamente a las PYMES como sociedades o empresas familiares, cuando si bien es cierto que muchas de ellas lo son, no es menos cierto que, por una parte, existen PYMES en cuya génesis no se encuentra ningún matiz de índole familiar; y, por otra parte, dentro del propio IBEX 35, esto es, dentro del índice las sociedades cotizadas más importantes del país encontramos un gran número de sociedades de naturaleza familiar.
Sea como fuere, parte de la doctrina considera que ser empresa familiar implica, independientemente de su tamaño, que la mayoría de los votos son propiedad de una familia y que al menos un representante familiar participa de la gestión o gobierno.
Otra parte de la doctrina, amplía un poco más la definición y el ámbito subjetivo, considerando que una empresa se considera familiar cuando una parte esencial de su propiedad está en manos de una o varias familias, cuyos miembros intervienen de forma decisiva en la administración y dirección del negocio. Existe, por ende, una estrecha relación entre propiedad y gestión o, en otras palabras, se produce un vínculo relevante entre la vida de la empresa y la vida de la familia.
De este modo, podemos destacar como características principales de cualquier empresa familiar las siguientes:
- La propiedad de la empresa se halla concentrada en un grupo familiar. A medida que se produce un mayor tránsito generacional la propiedad se divide en más ramas o grupos de parentesco.
- El grupo familiar participa en el gobierno y/o, en su caso, en la gestión de la empresa.
- Existe una vocación de continuidad, de transmisión de los valores empresariales propios de la familia.
Analizados todos los anteriores datos, vemos que se produce una contradicción importante en relación con la empresa familiar pues, si bien es cierto que existe una vocación de continuidad, no lo es menos que, como hemos visto, el proceso sucesorio solo culmina con éxito entre un 10 y un 15% de los casos.
Por tanto, y siendo tan importante la empresa familiar para cualquier economía, resulta fundamental articular medidas que permitan que la sucesión familiar concluya de manera satisfactoria y, por ende, que se prolongue la vida de dichas empresas lo máximo posible, preservando -eso sí- unos criterios de rentabilidad y profesionalidad como ocurre con cualquier otra empresa.
Para ello, y como veremos más adelante en posts posteriores, es muy habitual que las empresas familiares acudan a la figura del protocolo familiar, así como a la creación de órganos como la Junta de Familia y/o el Consejo de Familia para dar continuidad a las mismas.
Fuente: https://antonioserranoacitores.com/empresa-familiar-y-economia/