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La actividad principal de una startup es convertir ideas en productos, medir cómo responden los consumidores y aprender cuándo pivotar o perseverar.1 Todas las startups deberían orientarse a acelerar este circuito de feedback.
Teniendo en cuenta todo lo anterior a mi personalmente me gusta definir el Producto Mínimo Viable como:
– El producto MÁS RÁPIDO Y BARATO que puedas construir.
– Para llevarlo a los clientes RÁPIDAMENTE.
– Para que puedas OBSERVAR y MEDIR los resultados.
– Y para hacer de tus productos algo que los clientes QUIERAN, NECESITEN y DESEEN comprar.
Además, añadiría, como característica esencial, que todo PMV debería enfocarse en el 20% de la funcionalidad que será utilizada el 80% del tiempo por parte de nuestros clientes.
Sin embargo, a menudo solemos confundir PMV y prototipo, sobre todo, gracias a las posibilidades de fabricarlos que nos ofrecen tecnologías como la impresión 3D. En ete sentido, estoy plenamente de acuerdo con Jose Antonio de Miguel (@yoemprendo), quien nos dice: “para mí, la diferencia fundamental entre el producto mínimo viable y el prototipo está relacionada con su función”. De esa manera, según Jose Antonio, cada uno de los conceptos respondería a una pregunta:
- Prototipo: ¿puedo construirlo?. Es decir, cómo consigo hacer una representación visual o real del servicio o producto que quiero lanzar al mercado.
- PMV: ¿me lo comprarían?. A través de iteración con early adopters, la función es APRENDER de su feedback.
Fuente: https://sercompetitivos.com/que-es-el-producto-minimo-viable-en-un-proyecto-emprendedor/