Por Alejandra Cruz Cuevas
Joe Farfán vendió su auto deportivo, la joya que había heredado de su padre, por 4,500 dólares. Las carreras eran su pasatiempo, pero necesitaba ese dinero para lograr su sueño de tener una empresa propia. Farfán es uno de esos cuatro de cada diez peruanos entre 18 y 65 años que realiza alguna actividad emprendedora, según la última versión del Monitor Global de Emprendimiento MGE , que calificó al Perú como el país más emprendedor del mundo.
Según el mismo estudio, Farfán y el 53% de los emprendedores peruanos forman sus negocios no por necesidad, sino porque lo consideran una oportunidad para incrementar sus ingresos. Él trabajaba como gerente de la cadena cusqueña de supermercados Orión, que su padre fundó ocho años atrás, y como tal compraba arroz y azúcar a distribuidoras. Farfán se dio cuenta de que podía importar estos productos y venderlos a la cadena para la que trabajaba, a su competencia y a tiendas de abarrotes.
Su idea requería más capital del mínimo con el que se puede iniciar un negocio en el Perú, según algunos expertos. «Una agencia de viajes que crea entre tres y cinco puestos de trabajo, por ejemplo, solo necesita unos 5 mil soles para alquilar una oficina y poner algunas computadoras», asegura Alexander Albán presidente de la Cámara de Comercio de San Martín- Tarapoto.
Sin embargo, Sandra Valdivia, como responsable de Desarrollo Empresarial del Centro de Emprendimiento de IPAE , ha visto a emprendedores lanzar su negocio con S/.0.00. «Tenemos casos de diseño textil cuyo capital para abrir fue solo conocimiento, creatividad y talento… y bueno, una computadora», asegura Valdivia, para ilustrar que el comercio electrónico hace hoy factible abrir negocios en diferentes rubros y sin capital.
Cuatro años después de conformar su primer negocio, Farfán recuperó su auto y tiene diez empleados, no en una; sino en cinco empresas, además de una editorial, una importadora, una inmobiliaria, un estudio jurídico y una comercializadora de carbón vegetal. Lo que sorprende a muchos es que este emprendedor aún no ha terminado sus estudios universitarios de Administración. Incluso, Farfán se sale del promedio de edad de los emprendedores determinado por el MGE en 36,1 años y tampoco está dentro del grupo de quienes crean más empresas que están en el rango de edad entre 45 y 54 años.
Pero, hay estadísticas de las que Farfán sí forma parte. Por ejemplo, como él, el 70% de los emprendedores peruanos, tiene una educación universitaria incompleta o un nivel de formación inferior; según encontró la Encuesta de Micro y Pequeña Empresa 2012, realizada por el Instituto Nacional de Estadística ( INEI ) a 23 mil negocios en varias ciudades del país.
A sus 32 años y ya como un hombre de negocios establecido, Farfán busca obtener cada vez mayor independencia con sus empresas, pero sabe que esto le costará paciencia y esfuerzo.
OPTIMISMO Y EMPIRISMO
Farfán siempre le dice a su padre que quiere ser tan exitoso como él. Y éste siempre responde aconsejándolo: «esto me ha costado 27 años. No esperes en dos tener tanta independencia y capital como yo. Piensa bien tus movimientos».
Este es un consejo útil para cualquier emprendedor, pues aunque son más optimistas en la percepción de oportunidades que los que no están emprendiendo, una buena actitud no les garantiza ganancias. Las estadísticas revelan que sólo 25% de las empresas peruanas viven más de tres años y medio. «Ese periodo es tan difícil que se le llama el Valle de la Muerte», explica Valdivia resaltando que la burocracia de los trámites para la constitución formal de los negocios, la falta de información sobre el acceso a financiamiento y la carencia de habilidades para la gestión empresarial son las principales causas de ello.
Daniela Segura, que es parte de ese 38,4% de los propietarios de empresas peruanas que son mujeres, está intentando por segunda vez sacar adelante su marca DS de ropa para mujer y se está asegurando de no cometer los mismos errores. Para empezar, renunció a su trabajo como representante financiera de Interbank -donde había estado por siete años- para dedicarse de lleno a su proyecto.
Pero, además de eso se asoció con su enamorado Alejandro Alcarraz quien es Administrador de Empresas y había intentado abrir una tienda de lencería. Asociarse es poco común en el país –61% de los negocios nuevos y 72% de los establecidos tienen un solo propietario– pero esto permite dejar de basar el desarrollo empresarial en el empirismo.
«Les sobra la iniciativa, pero fracasan porque no saben cosas básicas para el planteamiento estratégico de un negocio: cómo llegar a sus clientes, o que es necesario separar el dinero de la empresa, del dinero de los gastos domésticos», explica Carlos Torres, subgerente de capacitación de la Cámara de Comercio de Lima.
«Por enfocarse en conseguir financiación tienden a ignorar el buen planteamiento del negocio. Ignorando que con un buen planteamiento cualquier banco te da el capital», agrega Torres sobre los pocos gestores de negocios establecidos en busca de oportunidades para expandirse. Sin embargo, «La mayoría se encasilla en un negocio y ni siquiera piensa en servicios complementarios o en exportar», advierte Torres, refiriéndose al nivel de innovación y de visión global de los emprendedores peruanos.
De hecho, la gran mayoría de emprendedores se orienta al mercado interno y solo el 5% exporta. Pero hacia allá es a donde Daniela quiere llegar con DS. «En 5 a 10 años espero ser una marca internacional que compita con Forever 21», afirma.
AL CONSUMIDOR
Sin embargo, tanto él como Romy saben que el primer paso es formalizarse. Ya el 80.2% de las micro y pequeñas empresas tienen licencia municipal, pues se han dado las facilidades y los emprendedores han entendido que sin ello no es posible avanzar.
ENFOQUE
Centro IPAE
CUESTIÓN DE PERSONALIDAD
Las fortalezas del emprendedor básicamente provienen de características tan personales como la creatividad, el ingenio, la capacidad de negociación, iniciativa y visión de futuro. Además de la inspiración que otros emprendedores generan con sus historias de éxito.
La madurez física y emocional del emprendedor también es importante, las estadísticas nos dicen que el promedio de edad de los emprendedores peruanos es de 36 años y, que a mayor nivel educativo hay mayor emprendimiento.
Pero, los aspectos personales también pueden perjudicar el éxito de un emprendedor. Entre ellos destacan su motivación por el crecimiento, sus habilidades gerenciales para lograrlo y el acceso a los recursos y la demanda de mercado.