Por Francisco Alcaide
No todos los sectores son iguales. Hay sectores muy regulados (energía, telefonía, etc) y otros con importantes barreras de entrada, ya sea financieras (sector industrial) o legales. Todo ello dificulta competir en igualdad de armas. A veces, es mejor abandonar la guerra. En toda decisión hay que medir 3 variables: dinero, tiempo y energía. Hay metas (resultados) que aunque puedan suponer importantes beneficios, el coste de tiempo y energía en conseguirlo no compensan (salvo que sea tu propósito de vida). Define primero tu lifestyle y a partir de ahí define tu modelo de negocio. La mayoría de la gente hace lo contrario. Un alto directivo de una multinacional puede tener una nómina de muchos ceros pero con un elevado coste personal. Pregúntate si tú quieres esa vida y si te compensa.
9. FALTA DE EQUIPO.
Si aceptamos que vivimos en un mundo VUCA (en inglés) o VICA (español), esto es, Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, eso quiere decir que ir solo por la vida es muy difícil. Siempre lo ha sido, pero hoy lo es mucho más. La autosuficiencia siempre conduce a la ineficacia y a la ineficiencia. Cada uno sabemos de lo que sabemos. Es cierto que hoy día el profesional independiente debe ser más versátil, pero no se puede saber de todo, y además quita tiempo y energía de donde tú puedes aportar valor y donde debes estar concentrado (FOCO) el mayor número de horas. Hoy día para triunfar son fundamentales las sinergias, alianzas, partners, intercambios y otros derivados. Lo recogemos en Aprendiendo de los mejores 2 (Alienta, 4ª edición) y lo hemos dicho muchas veces citando un clásico proverbio africano: Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve con otros. Pedir ayuda, preguntar, observar, escuchar o dejarse asesorar son claves estratégicas hoy día.
10. FALTA DE DISCIPLINA.
Los vagos rara vez (nunca) triunfan en la vida. Una cosa es ser eficiente (conseguir lo máximo con el menor consumo de recursos) y otra hacer lo mínimo imprescindible para cubrir el expediente. Una marca consolidada en el mercado no es fruto del pasotismo, la pereza y la dejadez. El éxito no es casual; el fracaso tampoco. Detrás de cualquier logro destacable hay mucha reciedumbre. Cualquier marca de referencia exige un periodo de despegue, maduración y consolidación.