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El argumento de autoridad como fuente de información o de falacias
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El argumento de autoridad como fuente de información o de falacias

Por Nelson Granados Uribe – Hoy quiero hablar de la autoridad como fuente de conocimiento, o en otros casos como falacia. Es claro que a pesar que usemos el pensamiento crítico para evaluar los datos y la información, es imposible hacerlo para todos los campos; hay casos en que debemos confiar del conocimiento obtenido de otros, que ya han hecho el ejercicio, o lo que llamamos “autoridades”. Ello siempre me recuerda lo que al respecto decía Carl Sagan “En ciencia (yo diría que en todo), no hay autoridades, solo expertos”. Pero ya sean expertos o autoridades, debo evaluar la validez y solidez de sus argumentos. Autoridades válidas o no, hay en todos los campos, ya sea el gobierno; ciencia; religión; universidad; publicidad etc.. Muchas veces lo aceptamos específicamente por el prestigio, pero… ¿es suficiente con esto? La verdad es que no. Incluso si al final lo acepto, siempre existirá un grado de incertidumbre, pero si no tengo otras fuentes de información, deberé estar seguro de disminuir la duda al mínimo, en cuanto a autoridades se refiere. La pregunta es: ¿cómo puedo determinar la validez de un argumento de autoridad?

Por Nelson Granados Uribe

Hoy quiero hablar de la autoridad como de conocimiento, o en otros casos como falacia. Es que a pesar que usemos el pensamiento crítico para evaluar los datos y la información, es imposible hacerlo para todos los campos; hay casos en que debemos confiar del conocimiento obtenido de otros, que ya han hecho el ejercicio, o lo que llamamos “autoridades”.

Ello siempre me recuerda lo que al respecto decía Carl Sagan “En ciencia (yo diría que en todo), no hay autoridades, expertos”.  Pero ya sean expertos o autoridades, debo evaluar la validez y solidez de sus argumentos.

Autoridades válidas o no, hay en todos los campos, ya sea el gobierno; ciencia; religión; universidad; publicidad etc.. Muchas veces lo aceptamos específicamente por el , pero… ¿es suficiente con esto?

La verdad es que no. Incluso si al final lo acepto, siempre existirá un grado de incertidumbre, pero si no tengo otras de información, deberé estar de disminuir la duda al mínimo, en cuanto a autoridades se refiere.

La pregunta es: ¿cómo puedo determinar la validez de un argumento de autoridad?

Lo hacemos en dos pasos: Primero evaluamos la autoridad como tal, y de forma seguida evaluamos la información suministrada. En el primer paso, la autoridad, buscamos cinco características: Concreta, Competente, Imparcial, Objetiva y Concordancia.

1. Concreta: Esta característica busca definir claramente de quien obtengo la información. Cuando escuchamos las afirmaciones: alguien dijo, lo leí en un artículo, lo leí en algún lado, los científicos dicen, estoy recibiendo información de autoridades inespecíficas. Es esta la primera que debe sonar en mi detector de falacias, si no sabemos realmente cuál es la autoridad, es probable que no haya tal.

2. Competente: Es la afirmación dada por la autoridad en un tema referente a su campo. No existen autoridades universales, el Nobel de , no es precisamente el que me tiene que informar si mi duda es sobre arte; un gastroenterólogo no es el mas idóneo si mi problema es de artritis. Seguramente saben mucho, pero su conocimiento es valioso en la medida que se refieran a su campo de . Verán lo frecuente que se viola este principio en la publicidad.

3. Objetivo: Es necesario en lo posible, saber de dónde obtuvo la información el experto. Todos estamos bajo riesgo de caer en falacias, incluso si estamos en nuestra área de trabajo. Las autoridades también tienen opiniones y prejuicios, por ello, si conocemos la fuente de conocimientos de la autoridad y podemos determinarla como objetiva, esta fuente ganará mucha solidez en su argumentación. Recordemos por el contrario que los “expertos” en astrología quiromancia o parapsicología adolecen de falta de objetividad, de hechos científicos o empíricos etc.

4. Imparcial: ¿Existen intereses creados? Buena pregunta. Curiosamente esta característica es riesgosa en ambos sentidos. Si la argumentación cumple todas las características y la rechazo solo por su imparcialidad, yo puedo estar cayendo en la trampa de la mente cerrada. Me explico, la falta de imparcialidad le quita solidez pero no la anula. Incluso cuando ataco un argumento solo por su falta de  imparcialidad puedo estar  cayendo en la falacia de ad hominem.

5. Concordancia: Es una de las claves. Si muchas autoridades del mismo campo no se ponen de acuerdo, es difícil que valga la pena inclinarse por alguna de ellas. Por el contrario, le da bastante validez, que todos estén de acuerdo. No olvidemos en caso, que a veces incluso, todas las autoridades pueden estar erradas, por ejemplo los astrónomos duraron cinco mil años afirmando que la tierra era el centro del sistema solar.

Estas son las características que debo buscar en la autoridad. Luego hay algo que debo buscar específicamente en la información:

¿Realmente lo dijo?

Es frecuente que nos llegue información de autoridades de forma sesgada, sacada de contexto o malinterpretada. También es frecuente la errada interpretación de las estadísticas, sobre todo por la prensa. Entre menos intermediarios existan entre la fuente y yo, mas valor podré dar a la información

Después de evaluar la autoridad (cinco características), y la interpretación de su información podré considerar el argumento como razonable o factible, de lo contrario será débil o, si falla en casi todo, falaz

Las falacias mas frecuentes relacionadas con los argumentos de autoridad son:

Falsa autoridad: Cuando la autoridad no es concreta, competente, imparcial o esta tergiversada.

Falacia ad vericundiam: Cuando se apela a la vergüenza, por supuestamente, negar una autoridad. Ejemplos son cuando te dicen: vas a saber tú mas que fulanito?, cómo es posible que no estés de acuerdo con zutanito?

Ad Populum: Al pueblo, en este caso la autoridad es la mayoría, si todo el mundo lo piensa así, tú tienes que pensarlo así.

Ad baculum: Al báculo, al bastón, es la amenaza o coacción por la autoridad, en este caso jerárquica, mas le vale que esté de acuerdo o se atiene a las consecuencias

 Fuente: http://manuelgross.bligoo.com/content/view/1364660/El-argumento-de-autoridad-como-fuente-de-informacion-o-de-falacias.html

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