Por Miguel Sturla
¿Se puede copiar una idea? ¿Tiene valor copiar la idea o el desafío es poder implementarla? ¿Qué partes de un negocio se pueden copiar y cuáles no?
En un artículo de Diego Pasjalidis sobre sus conclusiones después de moderar un FuckUp Night, me llamó la atención una frase que tomó de Pablo Lorenzo, socio fundador de Tea Connection: «Una idea o negocio no se puede copiar y pegar». La frase me venía perfecto para pasársela a un amigo, Diego Cutignola, al que, en esos momentos, estaba asesorando sobre su nuevo emprendimiento Professia, que tiene ya lanzado y está dando sus primeros pasos comerciales. Diego me comentaba que uno de sus temores era que «le copiaran la idea rápido».
En el artículo, la frase se expresa en el siguiente contexto: una idea llevada a negocio exitoso en determinado lugar no implica éxito para otro que copie esa idea y la quiera implementar en otro sitio. Situación típica que se da cuando desde un mercado más desarrollado, por ejemplo el norteamericano o europeo, se traslada una idea de negocio a otro menos desarrollado como el latinoamericano.
Entonces, ¿una idea se puede copiar? En el sentido más simple de la palabra «idea», sí. Si se me ocurre armar un buscador para que las personas encuentren cosas relevantes en internet, ¿a quién estoy copiando? Claramente sería a Google. Ahora, si hay un local disponible en alguna calle, en un rubro que más o menos conozco, tengo algo de dinero para invertir y quiero tener mi propio negocio, ¿a quién estoy copiando? En este caso, a la mayoría de los comerciantes en sus inicios en cualquier parte del mundo, por ejemplo, un kiosquero.
¿A qué creo que se refiere Pablo Lorenzo cuando dice que una idea o negocio no se puede copiar? Al concepto detrás de la idea y a lo que implica llevar esa idea a un negocio implementado, en marcha y después sostenerlo en el tiempo. ¿Se puede copiar todo esto? Considero que no.
En el famoso «copiar y pegar» que Microsoft logró imponer vía el uso de Word o Excel, uno puede tomar parte de un documento o la totalidad, copiarlo y pegarlo exactamente igual al original. En el Word, por ejemplo, se pueden copiar dos cosas: una es el texto (los caracteres escritos) y la otra es el formato (color de la letra, tamaño, tipo de letra). En los negocios, copiar el «texto» puede resultar relativamente fácil: puedo tomar la idea ajena, «robarme» todas las personas de una empresa exitosa, sacar un producto muy similar, comprar la misma máquina que tiene la competencia, conseguir los procesos escritos de una empresa de servicios, o el código fuente (lo que está programado) detrás de una empresa de tecnología… Pero el «formato» en los negocios es un entramado muy complejo imposible de copiar en forma exacta; es cómo todas las cosas que desarrolla una empresa y se interconectan con sus clientes, interesados o relacionados (sociedad, Estado, accionistas, asociaciones, etc.). Es todavía más difícil entender cómo una empresa desarrolla lo que hace y lo que hará en el futuro y termina siendo imposible de copiar cuando hay un propósito o un porqué detrás de lo que la empresa hace. Para entender un poco más esto del qué, el cómo y el por qué pueden ver esta charla de Simon Sinek en TED.
¿Sabían que Google no fue el primer buscador? «Googleando» un poco encontré por lo menos seis que le antecedieron. ¿Sabían que en la Argentina existen 100 mil kioscos aproximadamente? Y, más allá del dato, en un mercado con un potencial de 100 mil personas que compiten, ¿cuántos logran destacarse y desarrollar un modelo de negocio detrás del kiosco? Les dejo una nota que leí del tema donde además se explican temas de gestión de un kiosco (nada es tan sencillo como parece).
¿Cuántos de ustedes creen que podrían copiar Google? ¿Cuántos de ustedes creen que podrían llevar bien un negocio detrás del concepto del kiosco? Imaginen que mañana les regalan Google (en este ejemplo ni es necesario pensar en la copia, les dan el original), con una condición: que logren incrementar su valor de mercado en el próximo año. ¿Cuántos creen que lograrían quedarse con Google al cabo de ese año?
Mi consejo para Diego Cutignola (y para el resto de emprendedores) es el siguiente: seguir el camino de la innovación; nutrirse de todas las experiencias posibles, copiar todo lo que considere que le acorte camino, no copiar todo aquello que no entienda por qué lo hace el que lo hace, sabiendo que el sentido del «todo» solo se lo puede dar él.
Fuente: http://www.buenosnegocios.com/notas/3091-un-negocio-no-se-puede-copiar-y-pegar