por Jose Miguel Vives
Todos nosotros hemos sido educados en un paradigma concreto -la producción en masa. Este paradigma quedó antiguo y disfuncional hace ya tiempo pero esto aún no ha llegado a las aulas y casi tampoco al campo de la gestión de empresas y por eso somos incapaces de ver el cambio que se ha producido en nuestro entorno. En los años 50 surgió un nuevo paradigma a partir de la experimentación práctica. Abrir los ojos no es fácil, pero aquí va un granito de arena que ayude en esta labor. Amosallá
Clave 1
Más del 95% de los problemas de tu organización provienen de tus sistemas, procesos y métodos, no de los trabajadores como individuos. Tu gente lo hace lo mejor que sabe y puede, pero sus esfuerzos no pueden compensar tus sistemas inadecuados y disfuncionales.
Clave 2
Buscamos esfuerzos heroicos de personas geniales para conseguir tener éxito. En vez de eso, tenemos que crear sistemas que de forma rutinaria permitan que el trabajo excelente resulte a partir de los esfuerzos normales de personas ordinarias.
Clave 3
Cambiar el sistema cambiará lo que la gente hace. Cambiar lo que la gente hace no cambiará el sistema.
Clave 4
Ciertos tipos de gestión (la gestion por objetivos, la evaluación del rendimiento, el pago por méritos, el pago por rendimiento y la ISO9000) no sólo no representa el liderazgo, sino la abdicación de este.
Clave 5
Palabras de moda como empowerment, responsabilidad y alto rendimiento se han quedado sin sentido, vacías de contenido.
Clave 6
El 95% de los cambios que se hacen en una organización no tienen nada que ver con la mejora.
Clave 7
La mejora continua y el aprendizaje durante toda la vida ya no son opcionales.
Clave 8
Detrás de todo programa de incentivos reside un condescendiente y cínico set de hipótesis sobre los trabajadores. Implicitamente, managers y directivos dicen a los trabajadores: “Lo que yo te diga, tú necesitas incentivos”. Esto implica que los trabajadores se guardan una cierta cantidad de esfuerzo que sólo sacan en caso de cobrar incentivos.
Clave 9
El propósito de un sistema está intimamente unido al concepto de sistema. Sin un propósito definido no puedes saber si tu sistema está funcionando bien, mal, o ninguna de las dos. Sin un claro propósito no sabrás cómo mejorar o rediseñar tu sistema. Un propósito inconstante da como resultado disfuncionalidades crónicas en el sistema.
Clave 10
Nos movemos desde la incompetencia inconsciente a la incompetencia consciente, un signo de gran avance. Esto nos permite ir después hasta la competencia consciente y finalmente a la competencia inconsciente.