Por Francisco Alcaide Hernández
La pregunta es inmediata: ¿Cómo conseguir mejorar la confianza en uno mismo? Hoy sólo me detendré en una opción que te cuento enseguida.
«‘Soy el más grande’. Me lo dije incluso a mí mismo
«Tus afirmaciones actúan para transformar tu manera de pensar y sentir, para que puedas superar tus creencias y comportamientos limitantes y reemplazarlos con aquellos que necesitas para tener éxito. Si no diseñas y eliges tus afirmaciones conscientemente, eres susceptible de repetir y revivir los miedos, las inseguridades del pasado».
El inconsciente funciona por el Principio de Autosugestión, es decir, es susceptible a las influencias del entorno y de lo que uno se dice así mismo. No juzga, simplemente acepta como certeza lo que se dice que es verdadero desde el exterior y que se convierte en una creencia La mente subconsciente siempre está a merced de la mente consciente. Nada puede acceder a nuestro subconsciente sin nuestro consentimiento. Por tanto, la mente consciente es el guardián de lo que allí se deposita. Cada persona tiene que elegir conscientemente quién elige ser o queda en manos del entorno: los demás, medios de comunicación, etc.
Nuestra misión es nutrir al inconsciente de aquellas impresiones (inputs) que queremos que se traduzcan en expresiones (manifestaciones). El propio Muhammad Ali apuntaba:
«Es la repetición de afirmaciones lo que lleva a la creencia y una vez que la creencia se convierte en convicción profunda, las cosas comienzan a suceder».
– Nada es imposible: no existen los límites, sólo las limitaciones, que son limitaciones mentales.
– No existen las personas especiales: nadie es mejor que tú, sólo se ha convertido en alguien mejor que tú.
2. REPETICIÓN. Repetirte hasta la saciedad con fe aquella afirmación en quien quieres convertirte para que quede integrada en el subconsciente. Con suficiente repetición, tu subconsciente empezará a creer lo que le dices, empezará a actuar rigiéndose por ello y, finalmente, hacerlo realidad.
Mucha gente después de probar las AFIRMACIONES, abandonan y dicen que no funcionan. Pero no funcionan por tres motivos:
1. PEREZA. Esto es, la falta de disciplina; no practicar las afirmaciones todos los días, y ser víctima un día sí y otro también, del cansancio, o del partido de la televisión, o de lo que sea. Disciplina es hacer lo que se tiene que hacer aunque no apetezca. Recuerda las palabras de Jim Rohn: «La gente no consigue resultados porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario».
2. IMPACIENCIA. Abandonar las afirmaciones antes de que hayan dado sus frutos. Uno no va al campo hoy, siembra y mañana recoge la cosecha. No, no funciona así la cosa. Entre la siembra y la recogida hay un periodo.
3. FALTA DE FE. No basta repetir las afirmaciones, hay repetirlas con Fe, creyendo y sintiendo lo que uno dice. La repetición como una cotorra no sirve para nada. Por eso, como apuntábamos, debes mentalizarte por anticipado que tienes a tu alcance cualquier meta.