El síndrome Burnout o más comúnmente llamado “estar quemado” es un mal invisible que afecta cada vez a más personas y que puede dañar seriamente la salud. Se produce normalmente cuando existe un desequilibrio entre las expectativas que ponemos en nuestro ámbito laboral y la realidad de nuestro trabajo diario.
El psiquiatra Herbert Freudenberger lo definió como “sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resulta de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales y fuerza espiritual del trabajador”
Características del Burnout
El Burnout está considerado como un síndrome tridimensional, cuya sintomatología consiste en:
-Agotamiento emocional y físico. Se caracteriza por una ausencia o falta de energía, entusiasmo y un sentimiento de escasez de recursos. A estos sentimientos puede sumarse los de frustración, y tensión en los trabajadores.
-Despersonalización o deshumanización. Se caracteriza por tratar a las personas dentro del ámbito laboral como a objetos. Insensibilidad emocional, cinismo, disimulación afectiva o crítica exacerbada son las características principales de este factor.
-Disminución de la realización personal. Se caracteriza por una tendencia a autoevaluarse de forma negativa. Las personas se sienten infelices e insatisfechas con su desarrollo profesional y disminuye su sentimiento de competencia y su capacidad de interactuación con otros. El Burnout suele deberse a un proceso duradero e intenso de estrés, donde factores como la naturaleza de la tarea, los valores de la empresa, las relaciones interpersonales o las características psicosociales de la persona determinan su definitiva adquisición.
Las consecuencias de este Síndrome son variadas y puede afectar a distintos niveles:
-Psicosomático. Alteraciones del sueño, agotamiento, dolores de cabeza o musculares, hipertensión arterial, pérdida de peso, crisis de asma y un largo etcétera que puede derivar en infartos y diferentes enfermedades crónicas.
-De conducta. Absentismo laboral, abuso de drogas, conductas violentas, superficialidad en las relaciones con los demás. -Emocionales. Distanciamiento afectivo, aburrimiento, impaciencia e irritabilidad, desorientación, falta de concentración, sentimientos depresivos.
-En el ambiente laboral. Comunicaciones deficientes, disminución de las capacidades, interacciones hostiles, ironía.
Cómo prevenir y tratar el Burnout desde el Coaching
Estrategias individuales
-Toma de conciencia. El Burnout no es fácilmente reconocible por el que lo padece, sobre todo cuando está en un estado avanzado. El Coaching, mediante la comunicación y la expresión de las emociones provoca que la persona tome conciencia de cómo se siente y qué le está afectando. El coach sirve de espejo mediante el cual el “coachee” reconoce su situación.
-Misión, Visión, Propósito. El coaching trabaja en estos términos, profundizando en el “Qué” hacemos, “Para Qué” lo hacemos y finalmente su “Por Qué”. Mediante preguntas el cliente encuentra sus verdaderas motivaciones, los motores de su vida. En este sentido, puede ser ilustrativo la Leyenda de los 3 Canteros para entender su significado.
-Trabajo con valores. El coaching desarrolla procesos a través de los cuales se detectan creencias y se adaptan expectativas y realidades laborales. Esto se realiza alineando los objetivos y valores de la persona. También se trabaja los puntos de convergencia entre los objetivos organizacionales y las metas personales. Desde ese autoconocimiento, la persona puede encontrar la motivación suficiente para afrontar situaciones difíciles o para decidir cambios en su vida.
Estrategias de afrontamiento. A través el coaching y la PNL podemos trabajar desde distintas facetas:
* Trabajo sobre la autoeficacia (gestión del tiempo, establecimiento de metas realistas, delegación, etc…) y la autoestima (trabajo sobre las fortalezas y oportunidades).
* Mindfulness, técnicas de relajación, gestión de emociones, gestión del cambio.
* Vida sana (técnicas de relajación, alimentación, ejercicio, sueño, etc.)
Estrategias grupales
-Relaciones interpersonales. Para la detección y también para el tratamiento del Burnout es muy útil mejorar las relaciones interpersonales, fomentando los vínculos sociales y los apoyos interpersonales. La detección de síntomas por parte de compañeros puede ser también determinante.
Estrategias organizacionales
-Desarrollo de programas de prevención dirigidos a crear un mejor ambiente laboral o generar ambientes saludables: programas de prevención de estrés, programas de socialización a través de actividades culturales o deportivas, programas de salud corporativa. Por otro lado, es fundamental el trabajo en la adecuada alineación entre objetivos de la empresa y expectativas de los trabajadores, el desarrollo de una comunicación efectiva, desarrollo de equipos, etc.
Fuente http://www.psicologosorganizacionales.net