por
Al acabar la jornada tienes la sensación de que no has hecho nada y esto te frustra?
Te preguntas una y otras vez: porque no soy productivo? 
Tranquilo, no eres el único..
En mis sesiones de coaching tarde o temprano la mayoría de mis clientes me solicitan abordar el modo en que gestionan su tiempo.
Y no es de extrañar, porque si hay algo que de lo que todo el mundo dispone por igual, son las 24 horas que tiene el día.
Sin embargo pocas son las personas que tienen una sensación de verdadero aprovechamiento de ese tiempo, o dicho de otro modo, pocos son los que sienten que son realmente productivos.
Esto se traduce en que la mayoría se sienten lejos de alcanzar el éxito en la vida que desean, ya que ser productivo proporciona sentido de cumplimiento, lo cual se traduce en congruencia interior y plenitud.
Quizás a ti también te pase, y te preguntes por qué narices no eres capaz de cumplir con tus objetivos. >:(
Pues en esta entrada te explicaré las razones más comunes y me atrevería a decir casi estándares que hacen que la mayoría no sean capaces de gestionar su tiempo de una forma eficaz.
¿Por qué no soy productivo?
Si te haces esta pregunta con frecuencia, la respuesta es porque…
1. No eres una máquina
Esto es una evidencia, pero a la hora de programar tus tareas probablemente no lo estés teniendo tan en cuenta.
Por ello, la cuestión no está en gestionar el tiempo, está en gestionarte a ti mismo con respecto a ese tiempo.
Te lo explicaré con un ejemplo:
Cuando yo escribo en este blog tengo que hacer una tarea muy concreta que es escribir y publicar una entrada.
Si lo que hago es incrustar esa tarea en una agenda cualquier día de 8:00 a 9:30, lo más probable es que no lo cumpla en la mayoría de los casos.
La razón es que yo no soy una máquina, y por lo tanto no tengo una capacidad de producción estándar con una calidad definida.
Durante esa hora y media podrían surgir urgencias que impidieran que realizara el trabajo en el tiempo marcado, o podría ocurrir que no tuviera la energía adecuada, la inspiración, motivación que me permitieran obtener la calidad deseada.
Como puedes comprobar, mi capacidad de producción depende de muchos factores, todos ausentes en las máquinas y por tanto he de tenerlos en cuenta a la hora de planificar el trabajo que quiero ejecutar.
Lección 1:
No planifiques tu trabajo de un modo rígido, hazlo de forma flexible teniendo la consecución de varias tareas en un marco más amplio de tiempo, por ejemplo semanal en lugar de diario.
Ten en cuenta también los descansos necesarios para recobrar energías.
2. No tienes claros tus motivos
Sin motivos no hay motor y sin motor no hay movimiento.
Los motivos son tu gasolina a la hora de producir, por lo tanto has de tenerlos siempre presentes.
En el ámbito laboral, en muchos casos los motivos se limitan simplemente a obtener un rendimiento económico. Para que nos entendamos, lo que viene a denominarse “ganar pasta”. 😉
Si esa es tu situación, no luches contra ti mismo: mientras confeccionas un plan B para salir de ese trabajo frustrante, ve cada mañana repitiéndote cuál es tu motivo principal (p.e. alimentar a tus hijos, proporcionarles mejores oportunidades con buenos estudios..)
Esto te ayudará a reducir tus jornadas laborales, pues seguramente no te evalúan por las horas que echas en la oficina, sino por la consecución de ciertos objetivos.
Lección 2:
Ten claro los motivos por los que haces las cosas.
Si no lo tienes claro pregúntate ¿para qué estoy haciendo esto?
Si no encuentras razón alguna, plantéate si has de dejar de hacer esa actividad.
3. No tienes equilibrio entre tus distintos roles
Ser productivo a nivel personal es mucho más importante que la productividad a nivel laboral.
Si no eres productivo en los diferentes ámbitos tu vida, acabarás viviendo totalmente de forma reactiva, lo cual genera sensación de estrés y desasosiego.
Para que lo entiendas te pongo un ejemplo con mi persona:
Mis roles personales pueden diferenciarse entre:
- El blogger: el Álvaro blogger tiene unos objetivos concretos alineados con su realización personal y orientados a ofrecer servicios desde esta plataforma a la comunidad.
- El pareja de mi pareja: para este es muy importante su novia, por lo que ha de dedicarle a la relación un tiempo efectivo para que sea duradera y saludable.
- Persona social: el cual necesita mantener las relaciones personales ya que es importante tanto a nivel personal como laboral.
- El coach: se debe a sus clientes y además tiene que formarse de forma continua para ofrecer un servicio de máxima calidad.
- El gestor: este ha de preocuparse de las finanzas familiares, del mantenimiento de la vivienda en sus diferentes aspectos, etc..
- El familiar: necesita hablar con sus seres queridos y preocuparse por sus circunstancias como cuestión fundamental dentro de sus valores personales.
Como podéis ver dentro de mi hay mucha gente 😀 , y es muy importante que todos estén “contentos” para que mi vida esté equilibrada.
Por lo tanto a la hora de gestionar mis tareas he de tenerlos en cuenta a todos ellos, y no sólo al que más atención demanda o el que mejor se me dé interpretar..
En mi etapa anterior, el “Álvaro profesional” se comía el tiempo del resto de Álvaros, lo cual impedía la productividad personal deseada.
Lección 3:
Es muy importante que reconozcas cada una de tus partes dentro de ti.
Respetando lo que es importante para ti en todos los ámbitos de tu vida conseguirás tener una vida equilibrada.
4. No sabes priorizar
La mayoría de las personas tienen un patrón de comportamiento reactivo.
Esto quiere decir que se ocupan de las urgencias y actividades rutinarias diarias en primer lugar, y cuando tienen ratos libres de aquellas cosas que producen satisfacción inmediata.
Si te ocurre esto, lamento informarte de que no estás centrado en lo importante.
Las personas altamente productivas tienen claras sus prioridades, y las ejecutan según un criterio marcado por dos elementos principales:
- los objetivos: los cuales marcan lo que quiere obtener como resultado
- los principios: los cuales proporcionan integridad a la hora de priorizar sus tareas
En cada momento del día estás tomando una decisión en cuanto a la tarea que vas a realizar. Esa decisión no puede basarse en si la tarea te gusta o no te gusta o si te resulta fácil o difícil.
La tarea que es más importante en cada momento tiene la prioridad, ya que es la que te acerca a tus objetivos.
A mi personalmente no me gustan ciertas actividades que tengo que realizar para cumplir los objetivos que me marco, pero he aprendido a hacerlos sin remolonear, ya que de otro modo perdería una energía preciosa que me robaría tiempo para otras cosas.
Lección 4:
Define tus principios y objetivos antes de ordenar tus prioridades.
Fuente http://autorrealizarte.com/por-que-no-soy-productivo/
