
por Iván García
La falta de financiación es uno de los escollos que se encuentran los emprendedores a la hora de poner en marcha un negocio. Las entidades bancarias han decidido cerrar el grifo de los créditos. Una de las pocas alternativas que les quedan es encontrar un inversor que esté dispuesto a prestarle colaboración.
El CEO de Aprendum, Juan Salcedo, reconoce en eleconomista.es que antes de nada es preciso “preguntarse si realmente se necesita inversión”. En el caso de que la respuesta sea afirmativa se debe de “pedir lo justo y necesario para desarrollar, optimizar el producto y testar las palancas de captación de tráfico”. Para captar la atención de cualquier inversor hay que tener en cuenta una serie de aspectos que te detallamos en los siguientes puntos:
- Hay que decidir el tipo de inversor en función de los mercados en los que le interese expandirse.
- Se debe de presentar un producto lo más competitivo posible. No hay que enamorarse de él, hay que continuar trabajándolo para que mejore lo máximo posible.
- Hay que presentarse como un equipo equilibrado, donde los miembros del negocio sean capaces de complementarse. Los inversores no se sienten atraídos por los hombres orquesta.
- Presentarle los planes a corto plazo. Para recurrir a un inversor no hay que esperar a facturar millones. Con rondar los 5.000 euros al mes será suficiente.
- Conocer el mercado y dar muestras de que se está al tanto de la competencia incluso a nivel internacional. Hay que analizar bien el sector.