Uno de los niños que estudiaba con Nasrudin tenía una inquietud:
-¿Quién es el hombre más grande? ¿Aquel que ha conquistado un imperio? ¿Aquel que pudo hacerlo y renunció a su deseo? ¿O aquel que impidió que otro lo hiciera?
-No tengo ni la menor idea -respondió el sabio sufí-. Pero sí conozco una tarea mucho más difícil que las que acabas de citar.
-¿Y cuál es?
-Impedir que os pongáis a analizar lo que otros han hecho, e intentar que aprendáis a preocuparos de lo que vosotros mismos podéis hacer.